Es una de las 500 compañías más grandes del mundo -según la revista Fortune- pero, por el momento, sus accionistas sólo pueden ser colombianos.
Hasta noviembre del 2007, Ecopetrol, la petrolera más grande de Colombia, era 100% propiedad estatal y, a partir de este miércoles, la empresa aumentará la participación de privados.En la segunda etapa de la "democratización" de Ecopetrol -como ha sido bautizado el proceso- se pondrán a la venta un poco más de 675 millones de acciones, equivalentes al 1,67% de su capital.
Esto llevará la participación privada a casi un 12% del total, y le permitirá a la petrolera recaudar unos US$1.420 millones "para seguir desarrollando nuestro plan de negocios", le dijo a BBC Mundo Camilo Marulanda, vicepresidente de Estrategia y Crecimiento de Ecopetrol.
Al igual que en la primera ronda, en esta oportunidad también habrá límites en la cantidad de acciones que pueden ser adquiridas por los interesados, con el fin de evitar una excesiva concentración.
"Pero el paquete mínimo ahora va a ser de 500 acciones (y no de 1.000, como en noviembre de 2007), para intentar que más colombianos se vuelvan accionistas de Ecopetrol", explicó Marulanda.
Las ventajas de la "democratización"
Con las acciones valoradas en US$2,10, esto implica una inversión mínima de US$1.051 para convertirse en accionista de la cuarta petrolera más grande de América Latina y una de las 35 principales a nivel mundial.Y si bien esta cifra no está al alcance de todos los colombianos, tampoco limita la participación a los más ricos del país.
Para Marulanda, eso hace que el proceso tenga beneficios que van más allá de aportar capital fresco para "apalancar" el plan de inversión de Ecopetrol.
"Lo primero es que (gracias a la primera ronda de la democratización) tenemos más de 450 mil colombianos que creen en la empresa y nos apoyan, y que están muy interesados en que los resultados sean muy positivos", le dijo a BBC Mundo.
"Y lo segundo es que nos genera un mayor compromiso con tener un gobierno corporativo fuerte y asegurar los resultados a largo plazo", afirmó.
Esta opinión es compartida por Catalina Macías, representante de la consultora española Merco, la que por tres años consecutivos ha identificado a Ecopetrol como la empresa más reputada de Colombia y recientemente también como el mejor lugar para trabajar en todo el país.
"Es importantísimo para un país como el nuestro que la población y la gente pueda seguir la acción de una empresa, que se involucre, que tenga acceso transparente a la información", le dijo a BBC Mundo.
"Y ellos (Ecopetrol) adquirieron un compromiso no sólo con la gente que adquirió una acción, sino con el resto de los grupos de interés que están interactuando con ella, ONGs, etc.", afirmó.
Macías también destacó el nivel de compromiso de Ecopetrol con sus trabajadores y el hecho de que se la percibe como una empresa con altos estándares éticos y medio ambientales.
Lo que le ha permitido a Ecopetrol convertirse en algo relativamente raro en un mundo que todavía tiene fresco el recuerdo del derrame de petróleo en el Golfo de México y la respuesta de BP: en una petrolera con una excelente reputación.
"Defraudación y desnaturalización"
No todos, sin embargo, están de acuerdo con los méritos del proceso de "democratización".
El senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático Alternativo, por ejemplo, no dudó en calificar la primera etapa del proceso como "una inmensa defraudación del patrimonio público".
"Es evidente que la valorización muy grande que tuvieron las acciones y las utilidades inmensas que hicieron en su primera etapa sus compradores solo tienen una explicación: que las vendieron a menos precio", le dijo a BBC Mundo.
Y Robledo considera además que la venta de acciones terminó desnaturalizando a una empresa que para él debería seguir siendo 100% estatal.
"Ahora tiene que operar con la lógica de la empresa privada. Y eso no es una cosa deseable en una empresa como Ecopetrol", dijo.
"La empresa perdió la posibilidad de tomar decisiones convenientes para el país, pero que podían ser objetadas por los inversionistas privados", explicó.
Y Robledo, quien además es miembro del Movimiento Obrero Independiente Revolucionario de Colombia, MOIR, también se mostró crítico en el plano laboral.
"La relación con los trabajadores es bastante discutible, para decirlo con suavidad", le dijo a BBC Mundo.
"Aquí se ha impuesto un sistema de contratistas. Y el número de trabajadores de contratistas contra el número de trabajadores de planta es, por supuesto, indeseable. Eso no debería ser así", agregó.
"Somos socios de ese campo, pero los operadores son ellos", reconoció Marulanda.
"Y nosotros siempre tratamos de tener un ambiente de relaciones laborales adecuadas con nuestros empleados y los empleados de los contratistas, y cumplimos nuestras obligaciones laborales", afirmó.
Marulanda también dijo que para la primera emisión de acciones "se hizo una valoración concienzuda de la empresa", pero los resultados obtenidos simplemente "superaron las expectativas que teníamos en ese momento".
Y, hasta el momento, superar las expectativas es algo que se ha vuelto casi normal para la petrolera colombiana, que acaba de reportar un aumento del 75% en sus utilidades durante el primer semestre de 2011.
"Nuestra meta es ser una de las 30 principales petroleras en el mundo en el año 2020, queremos producir 1 millón de barriles diarios en el 2015 y 1,3 millones en el 2020", le dijo Marulanda a BBC Mundo.
"Y cuando nos fijamos esas metas teníamos que crecer doble dígito en producción todos los años y lo hemos venido superando esas metas ampliamente", afirmó.
El senador Jorge Enrique Robledo, del Polo Democrático Alternativo, por ejemplo, no dudó en calificar la primera etapa del proceso como "una inmensa defraudación del patrimonio público".
"Es evidente que la valorización muy grande que tuvieron las acciones y las utilidades inmensas que hicieron en su primera etapa sus compradores solo tienen una explicación: que las vendieron a menos precio", le dijo a BBC Mundo.
Y Robledo considera además que la venta de acciones terminó desnaturalizando a una empresa que para él debería seguir siendo 100% estatal.
"Ahora tiene que operar con la lógica de la empresa privada. Y eso no es una cosa deseable en una empresa como Ecopetrol", dijo.
"La empresa perdió la posibilidad de tomar decisiones convenientes para el país, pero que podían ser objetadas por los inversionistas privados", explicó.
Y Robledo, quien además es miembro del Movimiento Obrero Independiente Revolucionario de Colombia, MOIR, también se mostró crítico en el plano laboral.
"La relación con los trabajadores es bastante discutible, para decirlo con suavidad", le dijo a BBC Mundo.
"Aquí se ha impuesto un sistema de contratistas. Y el número de trabajadores de contratistas contra el número de trabajadores de planta es, por supuesto, indeseable. Eso no debería ser así", agregó.
Superando las expectativas
El sistema, en cualquier caso, le permite a Ecopetrol mantener intacta su reputación en medio de incidentes como clic el registrado la semana pasada en Puerto Gaitán, departamento de Meta, donde se produjeron disturbios luego de una huelga de los trabajadores de la petrolera canadiense Pacific Rubiales, que explota el campo petrolero del mismo nombre junto a Ecopetrol."Somos socios de ese campo, pero los operadores son ellos", reconoció Marulanda.
"Y nosotros siempre tratamos de tener un ambiente de relaciones laborales adecuadas con nuestros empleados y los empleados de los contratistas, y cumplimos nuestras obligaciones laborales", afirmó.
Marulanda también dijo que para la primera emisión de acciones "se hizo una valoración concienzuda de la empresa", pero los resultados obtenidos simplemente "superaron las expectativas que teníamos en ese momento".
Y, hasta el momento, superar las expectativas es algo que se ha vuelto casi normal para la petrolera colombiana, que acaba de reportar un aumento del 75% en sus utilidades durante el primer semestre de 2011.
"Nuestra meta es ser una de las 30 principales petroleras en el mundo en el año 2020, queremos producir 1 millón de barriles diarios en el 2015 y 1,3 millones en el 2020", le dijo Marulanda a BBC Mundo.
"Y cuando nos fijamos esas metas teníamos que crecer doble dígito en producción todos los años y lo hemos venido superando esas metas ampliamente", afirmó.
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