América Latina iniciará el 2011 en medio de la  incertidumbre sobre la dirección que tomarán algunas de las economías  más fuertes de la región.
Brasil comienza el año nuevo con una nueva presidenta, mientras que Argentina lo hará sin un nuevo presupuesto.
La integridad misma de México como Estado está  amenazada por los carteles de la droga y Perú irá a las urnas con ecos  del pasado, con la hija del autoritario ex líder Alberto Fujimori  compitiendo por la presidencia.
Para Venezuela, se espera que la economía vuelva a crecer.
Brasil
La presidenta Dilma Rousseff toma posesión el 1  de enero, pero el anuncio sobre quién asumirá los cargos económicos  claves no ha logrado calmar los temores de los mercados frente al futuro  de sus políticas.
A los analistas que han cuestionado los que califican como  "insostenibles" niveles del gasto público, no les entusiasmó mucho la  noticia de que el ministro de Hacienda, Guido Mantega, se mantendrá en  su puesto.
Para que la economía no se recalentara con las  inyecciones de dinero que le aplicó el gobierno, el presidente del Banco  Central, Henrique Meirelles, tuvo que aumentar las tasas de interés,  que ahora se ubican en 10,75%.
Sin embargo, uno de los objetivos de Rousseff es  bajarlas cuanto antes, por lo que Meirelles será remplazado por el  actual director de la unidad de Regulación Financiera del Banco Central:  Alexandre Tombini.
Pero, incluso con esa decisión, Rousseff podría no lograr los resultados deseados.
Tombini ayudó a concebir la política  antiinflacionaria que ha favorecido altas tasas de interés durante los  ocho años de gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva.
De hecho, los analistas de mercados piensan que  Tombini tendrá que subir las tasas aún más, quizás incluso en su primera  reunión del comité de políticas monetarias, que se llevará a cabo el 18  y 19 de enero.
Aunque -advierten los analistas- un nuevo incremento ejercerá mayor presión en el ya sobrevaluado real.
Al mismo tiempo, se mantiene latente la necesidad de invertir en el programa social de lucha contra la pobreza, Bolsa Familia.
Y no se puede olvidar que Rousseff estuvo a la  cabeza del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC) que, con una  inversión de US$290.000 millones, fue diseñado para solucionar lo que  ella describió como "años de estancamiento" en la infraestructura del  país.
Argentina
Los argentinos pasaron gran parte del 2010  especulando sobre quién iba a ser el candidato del gobierno en las  elecciones presidenciales de octubre de 2011.
¿Será la actual presidenta Cristina Fernández Kirchner o su esposo y  predecesor, Néstor Kirchner, percivido como el verdadero poder detrás  del trono?
Finalmente, a un año del voto, la cuestión se  resolvió de manera definitiva: Kirchner murió de un ataque cardíaco a la  edad de 60 años.
En un terreno político de por sí fragmentado, en  el que tanto el partido gobernante como las organizaciones de la  oposición se adjudican la representación del legado del general Juan  Domingo Perón, este fue un golpe duro.
Si la actual corriente de solidaridad con Fernández se prolonga, puede ser que la líder resulte reelecta en las urnas.
Pero teniendo en cuenta que las políticas  económicas intervencionistas de los Kirchners han sido más  oportunísticas que estratégicas, muchas cosas podrían descarrilarse en  los meses que vienen.
Gracias a que el Congreso no aprobó la ley de  presupuesto de 2011, Fernández tendrá que gobernar por decreto, lo cual  le permitirá disfrutar de un control casi total de la economía.
No obstante, se calcula que la inflación está  superando el 25%, pese a que las estadísticas oficiales aseguran que la  cifra real es menor a 12%.
Tras años de tensión y hostilidades, Argentina  acaba de restablecer contactos con el Fondo Monetario Internacional en  un esfuerzo por concebir un nuevo y más adecuado índice inflacionario.
Al menos que la verdadera tasa se reduzca, se  prevé un desaceleramiento de la economía que hará la vida de los  argentinos un tanto difícil.
México
La secretaria de Estado de Estados Unidos,  Hillary Clinton, desató una controversia en septiembre cuando comparó la  violencia generada por los carteles de la droga en México con la  insurgencia de la Colombia de los años '80.
Mientras el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, trataba de  que el mundo se olvidara de la comparación que hizo Clinton, algunos  analistas señalaban que el punto realmente relevante de los comentarios  de la jefa de la diplomacia estadounidense era porqué se habían demorado  tanto en darse cuenta de las similitudes. 
El problema para Estados Unidos es que su  economía está profundamente entrelazada con la mexicana por su  pertenencia al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, (NAFTA,  por sus siglas en inglés).
En recesiones pasadas, la norma era que cuando  Wall Street estornudaba, los negocios mexicanos terminaban en la sala de  cuidados intensivos.
Ahora la economía mexicana se muestra fuerte, con un sector manufacturero y una industria automotriz sólidas.
Pero, se espera que el continuo debilitamiento  de la economía de Estados Unidos se traduzca en un crecimiento más lento  de su vecino del sur, lo cual obligará al Banco Central de México a  mantener las tasas de interés en 4,5%, con posibles reducciones en 2011.
Sin embargo, no se espera que ocurra lo mismo  con la demanda estadounidense por exportaciones ilegitimas de México -el  oxígeno de los carteles de la droga de ese país-, que no da muestras de  reducirse en el futuro cercano.
Perú
Aunque Perú cerrará el 2010 con el mayor  crecimiento económico proyectado en la región (8,3%, según el Fondo  Monetario Internacional), el presidente Alan García goza de apenas un  34% de popularidad.
Es cierto que es mucho mejor que el 5% que tuvo al final de su primer período presidencial, entre 1985 y 1990. 
Pero su primer gobierno fue un absoluto desastre  que vio el Producto Interno Bruto del país encogerse una quinta parte y  el número de personas en situación de pobreza aumentar en cinco  millones.
En esta oportunidad, los buenos vientos han acompañado al presidente García, que ha gobernando en bonanza.
Sin embargo, se le recrimina que el crecimiento  económico no se ha traducido en una distribución equitativa de la  riqueza en todos los sectores de la sociedad peruana.
Mientras las zonas urbanas costeras se han beneficiado, las áreas montañosas rurales se mantienen pobres.
Al gobierno de García le siguió una década  gobernada por Alberto Fujimori, quien se encargó de reconstruir la  economía del país y de combatir la guerrilla maoista de Sendero  Luminoso.
Pero, según expertos y organizaciones no gubernamentales, se olvidó de los procesos democráticos.
García no está habilitado para lanzar su candidatura para los comicios de abril de 2011.
Un apellido conocido ya saltó a la palestra: Keiko Fujimori, la hija del ex gobernante que cumple condena en Perú.
Otro nombre familiar en la contienda es el del  ex presidente Alejandro Toledo quien asumió las riendas del país tras la  era Fujimori.
Un tercer candidato es el ex alcalde de Lima, Luis Castañeda.
En el abanico de tendencias políticas, los tres aspirantes se ubican entre la derecha y la centro-derecha.
Esto quiere decir que quien gane probablemente  unirá fuerzas con el chileno Sebastián Piñera y el colombiano Juan  Manuel Santos, ambos electos en el año que está por terminar, en el  grupo de líderes latinoamericanos que no son de tendencia izquierdista.
Venezuela
El próximo año, la República Bolivariana de  Venezuela se unirá a sus vecinos en la lista de países que crecen tras  la crisis financiera global.
Desgraciadamente, explican los analistas, la nación sudamericana ha  tenido un año un poco miserable en términos financieros: registró el  peor desempeño económico de la región y su inflación fue de 30% anual,  la más alta de la región. 
No hay muchas personas ni instancias para  culpar, especialmente desde que el Estado ha asumido gran parte del  control de la economía y de varias compañías.
El presidente Hugo Chávez no ha cumplido aún su  amenaza de nacionalizar la gigante productora de alimentos y bebidas, la  empresa Polar, la más grande todavía en manos privadas.
Las habilidades del gobierno para la producción y  distribución de alimentos se ha puesto en tela de juicio, tras varios  escándalos relacionados con toneladas de comida, que fueron importadas  por la empresa estatal Pdval, pero que nunca fueron distribuídas.
Incluso la industria petrolera, responsable de  más del 90% del flujo de divisas que ingresa a Venezuela y del 50% de  los ingresos del gobierno, está sufriendo.
A pesar de que la estatal petrolera PDVSA  diversificó sus funciones y ejecuta programas sociales, se ha tornado  menos eficiente en la consecución de su objetivo principal: producir y  comercializar petróleo.
En 2011, se prevé un crecimiento lento de Venezuela y quizás otra devaluación del bolívar.
Pero también se puede esperar que varias  compañías prefieran reuhir un país en el que parece que cualquier cosa  puede ser expropiada en cualquier momento.
BBC Mundo