China-México: una compleja y antigua relación

Los mexicanos dicen que en la ciudad de Mexicali, al noroeste del país, se elabora la mejor comida china de América Latina. Muchos creen, de hecho, que en esa población se inventó el chop suey, aunque en realidad su origen es desconocido.

La leyenda ilustra los vínculos entre México y China, que se remontan a la época de la Colonia, en el siglo XVI.
Una relación que es difícil de entender, a pesar de que influye cada vez más en la vida cotidiana de los mexicanos, asegura Enrique Dussel, coordinador del Centro de Estudios México China de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Los vínculos entre ambos países se han transformado. Hace 40 años había un profundo intercambio cultural y político que se enfrío con el paso del tiempo.
Ahora, para muchos mexicanos la imagen de China se reduce a la venta de artículos "pirata" o de contrabando.
"La relación se ha comercializado en extremo, los principales temas han sido disputas comerciales. Ese trato preferente y binacional que hubo sufrió sustantivamente", dice Dussel, en conversación con BBC Mundo.

Tepito

China es el segundo socio comercial de México, pero el balance no es favorable a este país.
Según el Banco de México (banco central), entre enero y octubre de este año las importaciones chinas fueron superiores a US$37.000 millones, mientras que las ventas de productos mexicanos apenas alcanzaron US$4.000 millones.
Los números, sin embargo, se refieren sólo a la mercancía que ingresa legalmente. La cantidad de productos chinos que fueron importados de forma irregular se desconoce.
Un ejemplo es el centro de Ciudad de México y particularmente el barrio de Tepito, donde diariamente ingresan cientos de camiones y contenedores con mercancía que se distribuye en todo el país.

Tohuí Panda

En la relación entre México y China no todo ha sido comercio.
En los primeros años del siglo pasado hubo una intensa migración de ciudadanos chinos a este país, la mayoría provenientes de Estados Unidos donde les fue prohibida la entrada.
Muchos se instalaron en los estados del noroeste, pero otros viajaron hasta Ciudad de México, donde ya existía una pequeña comunidad oriental.
Como en otras partes del mundo, los emigrantes chinos fueron víctimas de discriminación, algo que no se ha erradicado por completo, reconoce Dussel.
Entre 1970 y finales de la década de los 80 los vínculos entre los dos países fueron particularmente estrechos, sobre todo por el respaldo político que el gobierno mexicano ofreció al régimen comunista chino.
Las muestras de esta relación están presentes en la vida cotidiana de los mexicanos. Un ejemplo es Tohuí, el primer oso panda que logró nacer y sobrevivir fuera del territorio chino y que fue procreado en el Zoológico de Chapultepec, de la capital mexicana.

La Familia Michoacana

Los ejemplos de la relación entre México y China se encuentran en áreas inesperadas.
Recientemente la Secretaría de Seguridad Pública detuvo a integrantes del cartel de narcotráfico conocido como La Familia Michoacana, que se dedicaban a exportar minerales robados hacia el país asiático.
Además, la Radio Internacional de China anunció que instalaría en Tijuana, al noroeste de México, su primera estación en América Latina.
La ciudad se encuentra a unos kilómetros de las comunidades chinas más grandes de Estados Unidos, que son el principal objetivo de la nueva radiodifusora.
Pero la elección del sitio no parece fortuita. En Mexicali, a unos 200 kilómetros de Tijuana, existe una de las comunidades chinas más grandes y antiguas de México.
Es una de las zonas agrícolas más productivas del país, que fue creada en parte con mano de obra china, a principios del siglo pasado.

BBC Mundo