"Me he quedado muy sorprendida", le dice a BBC Mundo María Jesús Balbás, una médica madrileña a quien por primera vez en sus 35 años de experiencia como obstetra algunas pacientes en su noveno mes le han consultado para ver si se puede adelantar el parto.
El motivo dista de ser médico: en la medianoche del próximo 31 de diciembre las parejas españolas que tengan un hijo dejarán de beneficiarse con el llamado "cheque bebé".Se trata de la ayuda de 2.500 euros (casi US$3.300) por bebé que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero inició en 2007 para fomentar el crecimiento de la población y ayudar a las familias.
Cuando la crisis arrecia, muchas españolas que están por parir hacen fuerza para que sus niños nazcan antes del 1 de enero y traigan el amable cheque bajo el brazo.
Pero para el director del Centro Nacional de Ecografía en Ginecología y Obstetricia (Cenego), Luis Mercé Alberto, el adelantar el parto "no tienen ningún tipo de sentido" y está totalmente "contraindicado si no hay motivos médicos".
Aunque los protocolos médicos dicen que sólo por motivos de salud se debe adelantar un parto, esta "sería una nueva indicación, una indicación social", dice Balbás, profesora de la Universidad del País Vasco, quien afirma que el pedido de sus pacientes le parece lícito desde el punto de vista social, aunque agrega que inducir un parto siempre supone un riesgo.
La obstetra, que ha atendido alrededor de 5.000 partos, se pone en la piel de sus pacientes. "No voy a romperles la bolsa, pero entiendo perfectamente que lo quieran hacer. Lo que me parece indigno es que todas las medidas que tomó el gobierno hayan sido contra los más desposeídos", agrega.
Además pide sincerar el debate, cuando el adelantamiento del parto ha sido moneda de cambio común e incluso "muchos médicos adelantan los partos para poder irse de vacaciones".
"Cheque voto"
La crisis que azota a España ha obligado al Ejecutivo socialista a dar marcha atrás y suspender el pago a partir del 1 de enero de 2011.El opositor Partido Popular criticó la interrupción de la ayuda, que calificó en su momento como "absolutamente electoralista" y la llamó "cheque voto" en alusión a que se implementó cuatro meses antes de las elecciones generales de 2008.
Las asociaciones de familias también criticaron la medida. La Federación Española de Familias Numerosas opinó que "una vez más, la familia es la gran perjudicada, la que más sufre la crisis y la que paga las consecuencias de la mala gestión política".
En el mismo sentido opina Mercé, para quien "no deja de ser llamativo que saquen los beneficios a los más frágiles".
Aunque el número de mujeres que estén deseando adelantar el parto pueda ser pequeño e incluso anecdótico, la situación ilustra una realidad más global.
"Lo que refleja es que cuando alguien se plantea adelantar un parto por 2.500 euros, con lo que las madres quieren a sus hijos, esto está francamente mal. De eso hay que hablar: de lo mal que está y de cómo se puede arreglar, no de si un médico va a hacer un parto inducido".
Para el facultativo, el tema "es responsabilidad no de los médicos sino de los que gobiernan y de los hacedores de las políticas familiares y sociales".
BBC Mundo
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