Entre los conciertos que ya fue subiendo encontramos:
Love in Maastrich
New York Memories
Romantic Paradise - Live in Italy
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El país del "top manta", en el que bajarse música ilegalmente de Internet es una actividad completamente aceptada, puede tener una alternativa a la crisis del sector, que ha provocado un derrumbe en las ventas de discos en esta década: la música en directo.
Entre 2000 y 2008, el número de conciertos en España se duplicó, llegando a casi 145.000, los espectadores han pasado de 21 millones a casi 33,5 millones y los ingresos por la ventas de entradas han crecido un 117 por ciento en ese mismo periodo, pasando de 69 a 150 millones de euros, según datos de la SGAE incluidos en el anuario de la Asociación de Promotores de Música (APM).
"La música no está en crisis, sino el modelo discográfico que funcionaba hasta ahora", dijo Diego Manrique, director adjunto de Radio 3 en la presentación del anuario en Madrid esta semana.
"El volumen está creciendo. Hay un desplazamiento insólito que está cambiando las reglas del juego: el consumidor es el que toma el poder", agregó.
España es uno de los países más afectados por la caída en la venta de música, con un 71,4 por ciento desde 2001, lo que supone que de cada diez discos que se adquirían al principio de la década, hoy sólo se compran tres, de acuerdo con los datos de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés) recogidos por Promusicae, la asociación de productores de música de España.
"El concierto se está convirtiendo en el motor de los ingresos de los músicos. Los músicos salen más a tocar, quieren hacer más 'shows'", dijo el vicepresidente de la APM, Julio Martí.
"Se está lanzando todo el mundo de la música a la carretera porque si quieres vivir es lo único por lo que paga la gente", explicó a Reuters Gema del Valle, directora de comunicación de la discográfica independiente Subterfuge.
Y es una opinión que parece reflejarse a pie de calle.
"Los discos son ahora la publicidad para ir a un concierto. Te descargas la música de un grupo que no conoces antes de verlo en un festival", afirmó Gonzalo, un electricista madrileño de 33 años que ya sólo se compra discos de su grupo favorito.
"En Internet tengo toda la música que quiero y querré", agregó, tras contar que se gasta más de 300 euros al año en festivales y conciertos, curiosamente mucho más de lo que antes se gastaba en discos.
LA PIRATERÍA
Pero no todos lo tienen tan claro.
"No sé si es la solución, son cosas distintas", opinó Alejo Estivel, compositor, productor y componente del grupo Tequila. "Hay muchos autores que no son cantantes. Y hay otros que no se sienten cómodos actuando en directo".
Ahí entra la pesadilla de la música en España: la piratería. El 32 por ciento de los internautas españoles hacen uso de las redes de intercambio de archivos para compartir música ilegalmente, lo que duplica el 15 por ciento de media en el resto de Europa, según un informe de Jupiter Research de 2009.
Y los cantantes españoles parecen especialmente perjudicados. Entre los 50 álbumes más vendidos en España en 2009, ninguno era de un artista nacional nuevo.
¿Cómo convencer a un chaval que tiene toda la música del mundo gratis al alcance de un 'clic' para que pague por ella?
"Hay que explicárselo, uno no puede ir a una tienda y llevarse la comida, pero esto parece que como es virtual se puede hacer", afirmó Estivel.
"No solo afecta al director de una discográfica y a los músicos. Afecta a los trabajadores, desde el conductor que lleva los discos hasta el que tiene un estudio de grabación, la señora de la limpieza, el fotógrafo, los músicos de estudio, el diseñador de portadas o el señor que tenía una tienda de discos en Valladolid", dijo Del Valle, de Subterfuge.
"Es vergonzoso que en nuestro país ninguno de los gobiernos que ha estado mientras esto pasaba haya hecho nada al respecto", añadió.
Precisamente el Gobierno aprobó en diciembre una nueva ley de Economía Sostenible en la que se contempla que se pueda restringir el acceso a Internet cuando se violen los derechos de propiedad intelectual siempre que lo autorice un juez, en línea con una tendencia emergente en otros países europeos.
Las descargas legales, tanto a través del móvil como en Internet, han ido creciendo, y aunque aún no compensan el desplome de la venta de música, la IFPI destaca su potencial de crecimiento. Las ofertas se han multiplicado: como servicio de suscripción, música ilimitada incluida con la banda ancha de ADSL o música gratuita financiada con anuncios combinada con descargas legales son algunas de las posibilidades.
¿Y LA CRISIS MUNDIAL?
La llegada de la crisis económica mundial podría haber ensombrecido el panorama. Los datos provisionales de la Sociedad General de Autores correspondientes a 2009 muestran un descenso de la recaudación de derechos de autor por el directo de un 10,4 por ciento, frente al 117 por ciento de subida entre 2000 y 2008.
El 'boom' de festivales registrados en 2006 y 2007 se acabó, y las comunidades autónomas y ayuntamientos, una de las mayores fuentes de financiación, han reducido sus presupuestos.
Los precios de las entradas también pueden haber influido, con un aumento del 75 por ciento en una década, señalan desde la APM, que afirma que "todos estamos bajando los precios de los conciertos, estamos receptivos a la crisis".
En la Asociación Estatal de Salas de Música en Directo, en cambio, afirman no haber notado una ralentización.
"Ahora mismo hay una oferta espectacular, los músicos tienen mucha más formación y una creatividad salvaje", afirmó Armando Ruah, coordinador de la asociación.
"Con el desarrollo de las redes sociales, hoy es fácil convocar una audiencia de 300-500 personas", agregó, y explicó que muchos grupos, con relativamente pocos medios, graban muchísimos discos que no se venden, pero que presentan en directo.
Para impulsar el sector, tanto los promotores como las salas reclaman su profesionalización y regulación. Que "abrir una sala no sea una pesadilla", pidió Ruah, y que se acabe con la "hipocresía" de que los menores no puedan acudir a conciertos por servirse bebidas alcohólicas y sí puedan ir a otros lugares como restaurantes.
ITunes tendrá una sección en la que ofrecerá conciertos de unos 20 artistas desde Jesse McCartney a Ziggy Marley, cuando empiece a funcionar el servicio, dijo la compañía en un comunicado. Esperan ofrecer varios centenares más en los próximos meses. Los precios comenzaran en torno a unos 7,99 dólares (5,40 euros).
Live Nation ofrecerá la mayoría de los más de 20.000 conciertos que promocionará el próximo año. La compañía ha firmado acuerdos para los derechos de las actuaciones en directo con las principales discográficas y artistas para conseguir un lanzamiento apropiado del servicio, dijo.
La tecnología digital ha hecho que sea significativamente más rentable producir y distribuir conciertos a través de servicios online como iTunes o Amazon.com.
Live Nation no desveló los términos financieros del acuerdo, ni estimó cuantos ingresos esperan obtener con la aventura. Pero el riesgo de inversión de la compañía se espera que sea relativamente pequeño al tener ya grabados muchos de los espectáculos que promociona.
La próxima semana Michael Jackson habría empezado a salir de sus millonarias deudas a paso de "moonwalk" con el primero de 50 conciertos, para los cuales se habían vendido todas las localidades, en el auditorio 02 de Londres.
Aunque los espectáculos, programados para comenzar el 13 de julio, no tendrán lugar tras la muerte del autoproclamado "Rey del Pop" por un paro cardiaco el mes pasado, los 50 millones de dólares que la revista Billboard calcula que Jackson habría ganado con ellos ilustran cuán críticos se han vuelto los eventos en vivo para los principales artistas. Desde Madonna hasta U2, los artistas ganan decenas de millones de dólares con presentaciones en vivo.
Ahora que las ventas de discos han caído un 30% en los últimos diez años y que las descargas ilegales representan casi toda la música que se escucha online, los conciertos en vivo se han convertido en el segmento más lucrativo y de más rápido crecimiento del sector. Los admiradores están pagando dos veces más por las entradas a los principales conciertos que hace diez años, así que los artistas que antes vez actuaban en conciertos en vivo para promover las ventas de sus discos ahora producen álbumes para impulsar la asistencia a sus giras.
"Un disco es ahora solo un billete de viaje", dijo Steven Van Zandt, guitarrista y miembro fundador del grupo Bruce Springsteen and the E Street Band, en una entrevista en Cannes, Francia. Los conciertos en vivo "te consiguen licencias, escenas en películas, programas de televisión e ingresos por publicidad. Los grupos pueden vender espectáculos en vivo más que discos".
Van Zandt, que también interpretó el papel de "Silvio" en la serie de HBO "The Sopranos", calcula que los conciertos en vivo representan el 95% de su ingreso por tocar con Springsteen, frente al 75% hace casi 20 años. La gira de Springsteen en 2003 fue la más vendida ese año, y generó ingresos por 116 millones de dólares, según la publicación sobre conciertos Pollstar.
Cambio de guardia
El mercado de conciertos en vivo generó 21.600 millones de dólares en 2008, un incremento del 54% en tres años, según la Federación Internacional de la Industria Fonográfica. El año pasado, las ventas de música grabada ascendieron a 18.400 millones de dólares, dijo el grupo.
"El balance entre ventas de discos y conciertos en vivo se ha invertido", dijo el promotor de conciertos Harvey Goldsmith, que ha trabajado con Jackson, The Who, U2, Bob Dylan y Luciano Pavarotti. Las 100 principales giras de 2008 generaron un monto récord de 2.430 millones de dólares, un 6,5% más que en 2007, dice Pollstar.
"El notable crecimiento de los ingresos por conciertos en vivo indica que hay un 'cambio de guardia', que para muchas bandas nuevas deja atrás un modelo en el que se hacía una gira con pérdidas a fin de impulsar las ventas de discos y conduce hacia una situación en que los ingresos por conciertos en vivo son la actividad remunerativa principal", dijo Will Page, economista jefe de PRS For Music, la agencia de recaudación de regalías del Reino Unido.
Alrededor del 90% de los ingresos producidos por un concierto son para los artistas, que cubren las comisiones de sus agentes, administradores y los costes de producción, dijo. El resto es para los promotores, que pagan los costes de promoción y operativos.
Las principales empresas de discos están buscando maneras de quedarse con una parte de los ingresos por conciertos en vivo. Están firmando con los artistas lo que llaman "contratos 360" en los que obtienen una porción de los derechos de un artista sobre música grabada, giras, mercancía y publicidad.
Warner Music Group, que empezó a firmar contratos 360 en 2006, tiene cerca de la mitad de sus artistas en esta modalidad, dijo John Reid, director de Warner Music U.K. & Europe y vicepresidente de Warner Music International. Algunos de los artistas que han firmado acuerdos 360 son Paramore, Katherine Jenkins, Little Boots y Alesha Dixon.
Los precios de las entradas subieron un 8,4% en 2008, y el precio promedio fue de un récord de 67,33 dólares, dice Pollstar.
La mayor gira del año pasado fue la de Madonna, que generó 105,3 millones de dólares, según Pollstar. The Police tuvo la mayor gira de 2007, con 133,2 millones de dólares, y en 2006 la gira de los Rolling Stones fue la número uno, con 138,5 millones de dólares. A la larga quizá los álbumes sean presentados junto con las entradas para conciertos, dijo Giddings.
"Los días en que Michael Jackson vendía 25 millones de álbumes son cosa del pasado", dijo. "No hay mejor experiencia que asistir a un concierto. Es una vivencia inolvidable, vinculante y emotiva".