Barack Obama demostró en 2008 que se puede utilizar internet para sumar votos. Revolucionó el uso de la red para consolidar una campaña que empezó puerta a puerta y terminó conquistando votantes a través de perfiles en redes sociales. Pero el partido demócrata no ha sabido rentabilizar la ventaja de aquella victoria -ni en política, ni en internet. La oposición acaba de cerrar una campaña que ha permitido unir un movimiento tan disperso como el Tea Party gracias a la red.
Los republicanos cuentan, aproximadamente, con 190.000 seguidores en Facebook, frente a los 160.000 de los demócratas. En Twitter tienen 19.000 seguidores. Los demócratas han recuperado terreno en el último mes, con 22.000. Pero la mayor diferencia está en You Tube, donde los republicanos se han volcado en los últimos meses con campañas de vídeo. Los tímidos 2.000 seguidores demócratas no son nada en comparación con los 17.000 de los republicanos.
Una de las claves de esta diferencia puede estar en las distintas estrategias adoptadas por ambos partidos. Mientras que el partido demócrata optó por centralizar toda la campaña de internet a través de Organizing for America, una organización vinculada al partido demócrata, los republicanos han tenido más libertad. Cada candidato hizo su ofensiva personal. Aunque John McCain es el republicano con más seguidores, Sarah Palin ejerce de líder. El último en sumarse es Karl Rove, artífice de las campañas electorales de George W. Bush. Ambos han protagonizado polémicas sin micrófonos de por medio. A Palin le han bastado sus cuentas en Twitter y Facebook para contestar a los medios de comunicación, hacer declaraciones, atacar a contrincantes o anunciar su próxima aparición pública.
Las redes sociales han sido algo más que un altavoz para los políticos. Han llegado a los votantes adentrándose en su último lugar de visita preferido. Se han librado del filtro de los medios, publicando exactamente los mensajes que querían transmitir y sin esperar a que ningún reportero les pidiera una reacción. Además, han podido crear campañas altamente especializadas gracias al servicio publicitario de Facebook. La interacción con los usuarios, respondiendo a sus sugerencias de forma directa, crea una sensación de transparencia que pone a los políticos al nivel de otros internautas, como un ciudadano más. La victoria republicana puede indicar que han sabido rentabilizar el esfuerzo.
El empuje de todos los candidatos demócratas y republicanos en Twitter ha invitado a los ciudadanos estadounidenses a seguir la campaña en las redes sociales. Por primera vez, la opción de preguntar directamente a un político a través de internet está consolidada. En 2008 era una novedad, una excepción. Una de las consecuencias ha sido que los medios de comunicación norteamericanos combinan los resultados de las encuestas electorales, y los primeros resultados, con el nivel de actividad en las redes sociales. The New York Times creó un mapa interactivo para medir la influencia de cada uno de los candidatos en Twitter. La cadena pública de televisión PBS elaboró un sistema para rastrear los temas más calientes, y el interés de los internautas, en función de su intensidad en Facebook o Twitter.
"2010 se está convirtiendo en el año en que las elecciones son definidas por las redes sociales", escribía el especialista Anthony Calabrese. Facebook creó anoche un botón para declarar "he votado", después de albergar gran parte de las conversaciones en torno a la campaña. Cuando cerraban los primeros colegios electorales en los estados de Kentucky e Indiana, ocho millones de usuarios declaraban haber acudido a las urnas. Dos millones más que en las elecciones de 2008. Es imposible comprobar si todos esos usuarios han votado de verdad, pero dos eventos han permitido comprobar la influencia de las redes sociales antes de las elecciones. El pasado mes de agosto, los seguidores del Tea Party hicieron una demostración de fuerza en Washington, celebrando una concentración para "Restaurar el Honor" de Estados Unidos. Tanto Palin como Glenn Beck, presentador de la cadena FOX, invitaron a sus seguidores a asistir al encuentro.
Facebook fue también protagonista de la manifestación para "Restaurar la Cordura", en respuesta a la del Tea Party. Cuando el cómico John Stewart bromeó en antena con la idea de una concentración en Washington, un grupo de seguidores en Facebook invitó a Stewart a celebrarlo de verdad. El cómico Steve Colbert dijo en su programa que se sentía "celoso" de la atención recibida por Stewart en internet y convocó la marcha para "mantener vivo el miedo". Colbert consiguió su grupo de apoyo. Entre los dos, acabaron reuniendo a unas 200.000 personas en Washington tres días antes de las elecciones.
Ganó el humor frente a la negatividad de un Tea Party que construyó su campaña en torno a la idea de recuperar el país para los norteamericanos. Pero la demostración de fuerza de los progresistas este fin de semana no ha podido con el otro arma de los republicanos. Nada más vencer Obama en 2008, lanzaron la campaña de internet que se consolidó ayer.
El Pais
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