Un grupo de investigadores de Reino Unido quiere crear en dos años nuevas plantas contra la malaria para producir una mayor cantidad de artemisina, una de las terapias más efectivas para tratar la enfermedad.
El equipo describe hoy en Science el mapa genético de la Artemisia annua, la planta de la que se extrae el fármaco. También han localizado genes que ayudan a algunas variedades a crecer más y mejor que otras. El hallazgo permitirá seleccionar las semillas con las mejores cualidades, aumentar las cosechas de esta planta y reducir el coste de cultivarla.
Los responsables del trabajo, de la Universidad de York, alertan del riesgo de que la producción actual quede desbordada por la creciente demanda. Calculan que en 2012 se necesitarán unos 200 millones de dosis de artemisina en todo el mundo, el doble de lo actual. Asimismo, señalan que los métodos actuales para cultivar la planta no son eficientes, pues las cosechas no son copiosas. Esto ha hecho que algunos agricultores abandonen el cultivo, empeorando así la situación, añaden. Los expertos han comprobado en invernaderos que las plantas que muestran una cosecha mayor poseen las variantes genéticas especificadas en el estudio. "En dos o tres años" podrán hacer llegar a los agricultores semillas de alta calidad, concluyen.
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