Cualquier cosa que se tire a la basura puede ser aprovechada si es reciclable o reutilizable. Pero, además, ciertos objetos pueden dar lugar a otros de más valor cuando ya no sirven por sí mismos. Eso es lo que significa el término upcyling, un anglicismo que resume el proceso de convertir desperdicios en productos de similar o mayor calidad que los que fueron en origen.
Al upcycling es a lo que se dedican Kresse y Elvis, dos bomberos británicos que a mediados de 2007 fundaron la empresa que lleva su nombre y que revaloriza aquel objeto con el que ellos más trabajaron: la manguera contra incendios.
Reciclaje contra el fuego
La empresa Elvis&Kresse recopila mangueras "que durante 30 años han servido a la lucha contra el fuego", comentan los fundadores. "Lo importante era encontrar un uso para este material y un posible mercado", afirma Kresse Wesling. Así, estos dos bomberos decidieron convertir el material de las mangueras en una selección de bolsos, carteras y hasta correas para guitarra. Han sido capaces de aprovechar hasta la parte metálica para crear candelabros.
"Con nuestra producción actual creemos que hemos conseguido evitar que se generaran unas 60 toneladas de desperdicios", comenta Wesling. "Esperamos aumentar la producción en los próximos años", añade.
Elvis&Kresse no sólo genera el beneficio de minimizar el volumen de residuos que llega a los vertederos. Parte de sus ganancias también se destina a fines sociales. "La mitad de lo que obtenemos está destinado a la organización caritativa para los bomberos de Reino Unido", afirma el fundador.
Según Wesling, el upcycling persigue "múltiples objetivos". A través de él, ayudan a eliminar la basura, maximizar el valor de cada desperdicio "y participar en la lucha contra el creciente problema de los residuos", comenta. "No tendría sentido hacer lo que hacemos si con ello no contribuyéramos a resolver este problema. Sin embargo, hace falta que se haga a mayor escala", añade.
Además de las mangueras de bomberos, se pueden encontrar otros materiales cuyo valor y calidad pueden aumentar si se someten al proceso de upcycling. La empresa Terracycle realiza la tarea de encontrar y aprovechar estos materiales. Esta compañía estadounidense recopila desde envoltorios de galletas hasta bolsas de patatas fritas que posteriormente se convierten en nuevos productos.
Beneficio social
Al igual que Elvis&Kresse, Terracycle no es la única que obtiene ganancias de los desperdicios. Por cada envase desechado que recibe de un recolector por ejemplo, colegios o particulares, la empresa dona 1,4 céntimos de euro dos centavos estadounidenses a la entidad caritativa que el recoletor elija. Aunque el importe donado por unidad es pequeño, "si tenemos en cuenta que hemos recogido más de 1.200 millones de objetos, la suma supera los 400.000 dólares -unos 280.000 euros-", afirma una de las responsables del proyecto, Emily Bradford-Sytsma.
Quienes sufragan las donaciones son las propias empresas originarias de los residuos por ejemplo, fabricantes de galletas, con las que Terracycle mantiene convenios. "En muchas ocasiones los que nos envían los desechos son colegios, por lo que el dinero que obtienen es para ellos", comenta la portavoz.
Cuando los desperdicios llegan a Terracycle, comienzan su ciclo de procesado para convertirse en productos de mayor valor. Entre los artículos que genera la empresa se pueden encontrar mochilas fabricadas con envases de zumo, lápices hechos con periódicos y estuches a base de envoltorios de galletas.
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