El presidente del Banco de Inglaterra, Mervyn King, cree que es necesario repensar el sistema bancario y los mecanismos de regulación para evitar que la crisis del año pasado se repita y nuevamente arrastre consigo a la economía mundial.
King señaló el martes que los billonarios rescates a los bancos no han sido acompañados de suficientes reformas, y en consecuencia, todo podría volver a empezar. Parafraseando a Winston Churchill, dijo que "nunca en el campo de las finanzas tan pocos habían debido tanto a tantos".
Para evitar una nueva crisis, el director del banco central británico propone dividir las funciones actuales de los bancos en dos: la banca de depósitos, donde la mayoría de los mortales coloca sus ahorros, y los bancos de inversión, dedicados a apuestas especulativas.
Como explica Marcelo Justo, de BBC Mundo, si no se realiza esta separación, los bancos se vuelven tan poderosos y gigantescos que, en caso de crisis, el fisco tiene que salir a socorrerlos por el impacto que tendrían en el conjunto de la economía, dice King.
La propuesta de King lo aparta del camino tomado por el gobierno de Gordon Brown, quien desestimó que sea imperioso aplicar su "solución salomónica" para crear más garantías.
Ilusión
Según King la idea de que un nuevo sistema regulatorio internacional es suficiente para evitar una nueva crisis es una gran ilusión y como toda gran ilusión, el precio a pagar será muy alto.
Pero es precisamente a las regulaciones conjuntas y globales -impulsadas por el G20, por ejemplo-, a lo que apuesta Brown.
El primer ministro señaló este miércoles que tanto Northern Rock -un banco de tipo comercial- y Lehman Brothers -un banco de inversiones que no retenía depósitos- cayeron con la crisis.
"Diferenciar entre unos y otros no es el problema", dijo el mandatario ante el parlamento. "La raíz del problema es que los bancos han sido insuficientemente regulados a nivel global, y tendremos que establecer los patrones de esto para el futuro", indicó.
En cambio, King opina que ni las cumbres del G20, ni las medidas anunciadas por Estados Unidos y los países de la Unión Europea desde el comienzo de la crisis, sirven.
Truco viejo
La receta que propone King no es nueva. Luego de la otra gran crisis económica de los últimos cien años, el crack de 1929, Estados Unidos aprobó una ley que separaba nítidamente los dos tipos de banca: la de los depósitos y la especulativa.
Esta ley fue finalmente derogada hace una década por el gobierno de Bill Clinton.
Justo recuerda que la derogación de esta ley, junto a la gran desregulación financiera de los '80, allanó el camino al casino especulativo del dinero fácil y los préstamos sin respaldo, una fiesta que concluyo dramáticamente con la caída del Lehman Brothers en septiembre del año pasado y que todavía tiene acogotada a la economía mundial.
Para King, a menos que se vuelva a los orígenes no se podrá garantizar que el sistema no sufra un nuevo colapso.
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