El desempleo en Estados Unidos aumentó a su nivel más alto en 26 años luego de que en septiembre se perdieran más puestos de trabajo de lo esperado, lo que alimenta el temor de una lenta recuperación económica.
Unos 263.000 empleos desaparecieron lo que generó que la tasa de desempleo aumentara del 9,7% al 9,8%.
Los economistas esperaban que los puestos de trabajo perdidos fueran unos 180.000. En agosto, se habían suprimido 201.000 empleos y 304.000 en julio, señaló el Departamento de Trabajo en su informe mensual sobre el empleo.
De esta manera, el número de personas empleadas ha caído por 21 meses consecutivos. Desde el comienzo de la recesión en diciembre de 2007, el número de personas sin trabajo en EE.UU. ha aumentado en 7,6 millones hasta alcanzar 15,1 millones.
La noticia provocó caídas en los precios de las acciones de ambos lados del Atlántico.
Lenta recuperación
Los datos sugieren que muchos estadounidenses todavía no han visto los beneficios de la recuperación y si persiste la alta tasa de desempleo podría hacer fracasar o, al menos, retrasar, la recuperación global de la economía, destaca el periodista de asuntos económicos de la BBC, Mark Gregory.
Si los trabajadores en EE.UU. siguen perdiendo sus trabajos el país podría ser menos propenso a comprar en el extranjero, afectando así el rebote de la economía en otros países.
Los últimos datos, señala Gregory, no son del todo malos -se están perdiendo menos empleos que a principios de año-, pero las cifras subrayan la preocupación de que la recuperación de la recesión mundial será lenta, errática y dolorosa.
El periodista de la BBC remarca que esta semana el Fondo Monetario Internacional dio una visión relativamente optimista de la situación de la economía mundial cuando aseguró que la producción se estaba reponiendo a un ritmo más rápido de lo que había pronosticado seis meses atrás.
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