Cuba negó que existan negociaciones con una empresa estadounidense la colocación de una fibra óptica que permitiría una conexión más barata y ágil a Internet. En cambio destacó que apostará por un cable submarino que se trazará desde Venezuela y comenzará a montarse en pocas semanas.
"Hasta el día de hoy el Ministerio de la Informática y las Comunicaciones, Etecsa o cualquier otra institución cubana no tiene conocimiento oficial de que hay un interés negociador" por parte de la estadounidense, expresó Francisco Hartmann de la Oficina para la Informatización, durante un encuentro con periodistas para hacer un balance del impacto de las sanciones de Washington a Cuba.
De esta forma, Hartmann se refirió al reciente anuncio de la empresa de la Florida TeleCuba Communications de que había obtenido el permiso del Departamento del Tesoro estadounidense para operar en la isla y habilitar una fibra óptica para el 2011.
La autorización norteamericana era necesaria a pesar de que el gobierno del presidente Barack Obama suavizó en abril restricciones sobre telecomunicación con Cuba, pues mantiene intactas un conjunto de leyes que sancionan a la isla desde hace cinco décadas.
Pero la empresa de la Florida no ha tenido ninguna comunicación con las autoridades cubanas. "En el caso singular el componente técnico y el político van juntos, porque además debemos pensar que ese nodo (el supuestamente contemplado por TeleCuba Communications) estaría en La Florida y ¿quién va a administrar eso? y ¿toda a la información que fluya por ese cable quién va a tener acceso?", se preguntó por su parte el ingeniero Carlos del Porto, también experto de la Oficina de la Informatización.
"Si toda la información que tenemos la pasamos por un cable que pasa por La Florida, la independencia tecnológica, la soberanía que para nosotros es tan importante ¿a dónde queda?", agregó.Cuba tiene un ancho de banda de 323 megabits por segundo (Mbps) por vía satelital, pues hasta ahora las leyes del embargo de Washington le impidieron acceder a cualquiera de las decenas de cables que pasan por zonas cercanas a sus costas.
La alternativa para la isla ha sido el proyecto impulsado por el Acuerdo Bolivariano para las Américas (ALBA), con el que se alcanzarán los 640 Mbps y prescindirán del acceso satelital.
La Oficina para la Informatización mostró, al menos, una veintena de sitios y productos -algunos de ellos con sede en terceros países pero con intereses en Estados Unidos- a los cuales no pueden entrar.
Ruteadores como Cisco, buscadores como Google -en algunas aplicaciones específicas-, espacios para ambientes de programación como Borland, bases de datos como Oracle, o antivirus como Panda bloquean el acceso desde Cuba o a nacionales cubanos.
"No podemos comprar equipamiento norteamericano, no podemos comprar software norteamericano ", lamentó Hartman.
Por su parte, Del Porto dijo que es "peor" la situación bajo la administración Obama que con su antecesor George Bush, pese a la retórica de estos.
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