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2014/11/21

La red TOR: más allá de la delincuencia

A la red TOR se la conoce por ser esa parte de la ‘deep web’ en la que se esconden delincuentes. Recientemente se han producido detenciones en varios países de personas que la usaban con fines ilegales. No obstante, también es una herramienta empleada por muchos internautas que quieren proteger su privacidad. TOR (The Onion Router) es un proyecto que ofrece una red de comunicación superpuesta a internet. A través del cifrado y del desvío del tráfico de las direcciones IP ayuda a hacer más privada la navegación. Dicho de otro modo, los puntos de salida (nodos) para navegar van variando, lo que hace que varíen las direcciones IP y así no se puede seguir el rastro.

Desde las revelaciones de Edward Snowden está aflorando una tendencia hacia el uso de tecnologías que permiten el anonimato. Expertos en informática resaltan esa otra cara de la TOR, más lícita e inofensiva, y ensalzan su gran utilidad en según qué casos.

El vicedecano de internet del Colegio Oficial de Ingeniería Informática de Catalunya y miembro del capítulo catalán de la Internet Society, Jordi Iparraguirre, descriminaliza la herramienta, porque depende del uso que se haga de ella: “De la misma forma que todos tenemos cuchillos en casa y no vamos apuñalando a personas”.

“La usan, por ejemplo, activistas que viven en entornos de dictadura o censura para expresarse libremente en las redes sociales”, explica el doctor en informática i profesor titular del departamento de Ciencias de la Computación de la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), Jordi Delgado.

“Estas herramientas son vitales en dichas ocasiones”, añade Iparraguirre. Además, sigue, “también es útil para cuando alguien está haciendo una búsqueda ya sea para escribir un doctorado o un artículo sobre páginas que le pueden comprometer como, por ejemplo, sobre terrorismo o sitios delictivos”.

Tanto el cifrado, como la encrucijada de IP’s, ponen mucho más difícil a los que quieran vigilar seguir el rastro de la navegación e identificar el internauta.

Alertan los expertos, no obstante, que la herramienta tiene sus agujeros: “No es la panacea de la seguridad ni del anonimato, si quieren encontrarte, te encontrarán”. Ejemplo de ello son las detenciones de la semana pasada. Por otro lado, explican que en algunos puertos de salida establecidos en Rusia hubo casos en los que si el usuario hacía una descarga desde allí, se le instalaba un software malicioso en el ordenador que podía extraerle información.

Ambos ingenieros imparten los talleres llamados Cryptoparty, donde enseñan a emplear tanto esta como otras herramientas de cifrado porque quieren “volver a dar el control a la ciudadanía sobre la tecnología que usamos”. Ya que, según Delgado, hay una “falsa sensación de seguridad”, debido a una “falta de concienciación”. Cosa bastante lógica, sigue el experto, porque “hoy en día es complicado hablar de privacidad cuando hay tantas herramientas que están pensadas para que nos expongamos”.

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