El equipo responsable de Pro Evolution Soccer ha hecho los deberes. PES 2015, la última edición de este juego de fútbol, ha llegado a las tiendas con más de un mes y medio de retraso respecto de su competidor FIFA 15, pero a diferencia de las últimas entregas, este año se ha puesto las pilas.
La saga futbolística de Konami se estrena en PlayStation 4 y Xbox One (también está disponible en PS3, Xbox 360 y PC) con un juego que recupera gran parte de la magia de la que gozó en sus entregas más recordadas, como la ya lejana Pro Evolution Soccer 2006. Las físicas del balón, el feeling de los pases, el comportamiento de los jugadores controlados por IA, o ese ritmo de los partidos pausado a la vez que realista, harán que muchos jugadores tengan la sensación de volver a los tiempos de PlayStation 2, cuando esta saga era la reina del género.
Se nota que la compañía japonesa ha hecho más trabajo que su rival Electronic Arts a la hora remodelar el título del año pasado, pero también es cierto que quizá se ha centrado más en pulir aspectos propios del juego (las mecánicas de pase y tiro) que en ofrecer la renovación visual que la franquicia lleva años pidiendo a gritos. La llegada de PES a las nuevas consolas era el momento de dar un golpe sobre la mesa en este sentido, sin embargo, a pesar de contar con el motor gráfico Fox Engine, el juego deja bastante que desear en el aspecto visual. Si bien se agradece la recreación de los rostros de los jugadores más famosos o la inclusión de detalles como la lluvia, en líneas generales el salto de la saga a las nuevas consolas es simplemente correcto.
Poco que objetar en lo que se refiere a los modos de juego, entre los cuales destaca el retorno de la Liga Master o la introducción del nuevo MyClub, una modalidad que recuerda en gran medida al exitoso Ultimate Team de FIFA. No pasa lo mismo con las licencias, un tema que siempre ha perjudicado a esta saga y que en esta ocasión se salda con la ausencia de la liga alemana y la carencia de los nombres reales de los clubes en la inglesa inglesa. Por contra, sí que están presentes la primera y segunda división de las ligas española, francesa, italiana, holandesa, brasileña y argentina.
La escasez en el número de estadios de fútbol (solo hay once y ninguno de ellos pertenece a un equipo de la liga española) o unos comentarios del partido que no están a la altura de los de FIFA deslucen un poco la presentación del juego, sin embargo, son detalles menores dentro de una entrega que, esta vez sí, ha logrado remontar posiciones en un año en el que su rival se ha dormido un poco en los laureles. A PES todavía le falta algo de recorrido para convertirse en una verdadera alternativa a FIFA, pero este año ya es un más que recomendable juego de fútbol. Y para aquellos que todavía estén indecisos, no hay mejor forma de salir de dudas que probando la demo.
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