El próximo Windows recuperará el menú de inicio

Parece que tras la destitución de Steven Sinofsky y las numerosas quejas recibidas por Microsoft por culpa del interfaz de Windows 8, se avecinan cambios en la próxima versión. Conocida con el nombre clave de Threshold (Umbral), el mundo en el que transcurría el primer Halo, aún no se sabe si esta nueva versión será la 8.2 o ya la 9. Pero sí que la idea es unificar en ella los distintos Windows de la empresa aunque vendiéndolo en tres variantes distintas, según las fuentes de la periodista Mary Jo Foley y el experto en Windows Paul Thurrott, ambos con excelentes contactos en la empresa de Redmond.

Windows tendría así un único núcleo, un camino que empezó a recorrerse con Windows Phone 8, que comparte buena parte de su código con Windows 8. Sin embargo, se venderán distintas variantes, que Microsoft denomina SKU, adaptadas a distintas necesidades de los usuarios del sistema operativo. De este modo la empresa espera seguir avanzando en los mercados de móviles y tabletas pero sin necesidad de echarse encima las iras de los usuarios de toda la vida.

Así, existirá un Windows de consumo para pantallas táctiles, que sería el mismo para tabletas y móviles –uniendo de este modo los actuales Windows RT y Windows Phone– y mantendría el interfaz Metro y la tienda de aplicaciones de Windows 8. Como contrapartida, no podría ejecutar las aplicaciones de Windows de toda la vida.

Por otro lado, tendremos una versión para ordenadores portátiles y de sobremesa, con un interfaz más parecida al del Windows 7 en el que se daría la opción al usuario tanto de recuperar el menú de inicio en detrimento de la pantalla de inicio como de ejecutar las aplicaciones Metro de Windows 8 en una ventana como todas las demás. El sistema se actualizaría automática a través de la tienda de aplicaciones, a la que podrían seguir accediendo.

Por último existiría un Windows enfocado al mercado empresarial, similar visualmente a la anterior, pero que incluirá todos los extras que suelen necesitarse en redes corporativas, como la centralización de las actualizaciones o las directivas de grupo, y que es posible que se vendiera sólo a partir de un cierto número de licencias. Adicionalmente es posible que existan otras versiones que no serían accesibles al público general para sistemas embebidos, como puntos de venta o quioscos interactivos.