Brian Jorgenson, un directivo de Microsoft que llegó a ocupar el cargo de senior manager en la compañía, podría ser condenado a un máximo de 20 años en prisión, y verse obligado a pagar una multa de hasta 5 millones de dólares.
El exempleado compartió información confidencial con su amigo Sean Stokke en la que se comentaban los planes de inversión de Microsoft en las tabletas Nook de Barnes & Noble, así como datos sobre el resultado financiero trimestral antes de que fueran hechos públicos.
Stokke también trabajó para el gigante de Redmond en el pasado, y utilizó la información recibida para obtener 400.00 dólares, comentan en The Register.
Su plan era emplear ese dinero junto a Jorgensen para crear una firma de inversión llamada BioHawks Investment Group, pero no pudieron llevarlo a cabo porque fueron descubiertos por el FBI.
La fiscal Jenny Durkan que se encarga del caso, ha declarado que desde su oficina perseguirán enérgicamente cualquier caso de uso ilícito de información confidencial, ya que “esos casos atentan contra las empresas, los particulares, y menoscaban la fe en nuestros mercados financieros”.
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