Hace diez años, un futuro en el que las personas pudieran hacer videollamadas en pequeños dispositivos y manejar una gran cantidad de conocimiento y entretenimiento sólo con su voz era apenas un sueño.
Gracias a los esfuerzos de Apple, Google y un montón de otras compañías tecnológicas, sin embargo, estos dispositivos son hoy de lo más usual. Pero toda una serie de nuevas tecnologías más están esperando a hacerse realidad en la intersección entre ciencia ficción y avances posibles.
Google, que recientemente fue noticia con ambiciosos proyectos como el coche que se conduce solo, vuelve a estar a la vanguardia.
Esta vez el buscador de Internet, sostenido en masivos recursos financieros, tiene a sus cerebros trabajando en significativos progresos en la tecnología robótica.
La más reciente señal de la ambición de la compañía de querer dominar lo que posiblemente se convierta en una de las industrias manufactureras más grandes del mundo fue la adquisición de la empresa líder en el rubro robótica Boston Dynamics, como informó el diario The New York Times el sábado.
Boston Dynamics desarrolla avanzadas bestias mecánicas para la industria de la defensa en Estados Unidos y entre sus productos fijos se incluyen una serie de máquinas que pueden parecer guepardos, bueyes sin cabeza y otras creaciones que a primera vista parecen salidos del bloc de garabatos de algún estudiante secundario en los 80.
Boston Robotics, sin embargo, hizo que estas máquinas funcionaran. Su máquina más conocida, el Legged Squad Support System (LS3), es un robot de carga construido para llevar cargas pesadas sobre un terreno desparejo.
Otras criaturas en desarrollo incluyen al WildCat, un hábil robot de cuatro patas que puede saltar en todos los terrenos, Rise, una máquina parecida a un insecto que escala superficies verticales, Cheetah, que galopa a 40 kilómetros por hora, y SquishBot, construido para cambiar de tamaño y de formas y adaptarse a lugares de difícil acceso.
Otro de los productos de Boston Robotics es Petman, un robot humanoide que puede balancearse, caminar, agacharse y realizar otros movimientos similares a los humanos. Incluso puede sudar para reducir el exceso de calor.
La noticia sobre el acuerdo se conoció sólo unos pocos días después de que Google revelara que había comprado siete compañías de robótica en los últimos meses como parte de una estrategia para desarrollar sus propios robots a ser usados en almacenes así como en trabajos de manufactura y entrega de paquetes.
El profesor Jacob Rosen, que dirige el laboratorio biónico de la Universidad de California en Santa Cruz, cree que el movimiento de Google marca un punto de inflexión en el sector en el que la mayoría de los desarrollos fueron financiados por el Departamento de Defensa.
Los avances recientes nos llevaron al borde de "un renacimiento robótico", dijo a Dpa.
"Desde los 80, todos los libros de texto hablaban del crecimiento exponencial en ese campo, pero nunca ocurría nada realmente", agregó.
"Ahora finalmente llegamos a donde queríamos y tener a una compañía del tamaño de Google involucrada ayudará a llevarlo al mercado".
Google encargó el proyecto a Andy Rubin, el prestigioso ejecutivo que lideró el desarrollo de Android hasta convertirlo en el sistema operativo más usado en los teléfonos celulares.
Las empresas de robótica que Google adquirió previamente incluyen a la japonesa Schaft, Redwood Robotics, Industrial Perception y a Bot & Dolly, que construyó los robots que ayudaron a filmar la película Gravity.
Otras adquisiciones de Google incluyeron Meka Robotics, Autofuss y Holomni.
Rubin dijo al Times que el proyecto fue desarrollado con una visión de diez años y comparó su éxito con el de los coches de Google que se conducen solos.
"El proyecto de los coches que se conducen solos era ciencia ficción cuando empezó. Ahora es algo alcanzable", dijo Rubin. "Creo que en robótica tenemos un campo fértil. Estamos creando hardware, software y sistemas de construcciones".
Los planes de Google se conocieron poco después del anuncio del gigante de venta online Amazon.com acerca de que planeaba desarrollar una flota de drones autónomos para poder entregar, en unos cuatro o cinco años, los pedidos inferiores a 2,5 kilogramos a hasta 16 kilómetros de distancia de sus centros de distribución.
Sin embargo, incluso si Amazon y Google logran concretar estos desafíos tecnológicos, Rosen advierte que el éxito no está garantizado. "La gente, especialmente en Estados Unidos, está muy preocupada por su privacidad y no está claro que quieran a estas máquinas funcionando a su alrederor".
Rosen adrvirtió que las máquinas deberán ser completamente fiables. "Estamos dispuestos a aceptar errores de personas. Pero tenemos cero tolerancia para los errores tecnológicos".
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