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2013/10/05

Silicon Beach nace de las cenizas de Myspace

Es fácil olvidar que Myspace empezó antes que Facebook y que podría haber valido miles de millones, pero varios errores de cálculo convirtieron lo que una vez fue una empresa de 600 millones de dólares en un simple recuerdo. En 2011, muchos de sus usuarios la habían abandonado, el equipo fundador se había marchado y su propietario, News Corporation, la vendió por solo 35 millones de dólares. Ahora se está reinventando como un sitio para que los músicos y otros artistas se comuniquen con sus fans.

Sin embargo, un sorprendente número de iniciativas han nacido de sus cenizas. Casi todos los miembros del equipo fundador de Myspace han creado una nueva compañía, y varios de ellos se encuentran entre los líderes del próspero sector de las empresas de reciente creación de Los Ángeles, conocido como Silicon Beach. Esa comunidad está creciendo por varias razones, como el flujo de capital, la gran cantidad de jóvenes talentos de la programación y sus nexos con los famosos de Hollywood. Pero los descendientes de Myspace también contribuyen a ello.

Hasta hace poco, la creencia general era que los empresarios de Los Ángeles tenían que trasladarse al norte, a Silicon Valley, pero el auge de Silicon Beach y la conexión con Myspace han ayudado a cambiar esa opinión. Los exmiembros de Myspace han acumulado más de 100 millones de dólares en financiación de capital riesgo.

Dos de sus fundadores, Chris DeWolfe y Josh Berman, se conocieron en la Universidad del Sur de California. DeWolfe escribió un plan de negocio para una red social que por aquel entonces llamaba SiteGeist. El sitio empezó como Myspace en 2003.

A principios de 2005, cuando Amit Kapur se presentó en una entrevista para un trabajo de marketing en Myspace, hacía un año que había abandonado la Universidad de Stanford en California. DeWolfe pidió a Kapur, que entonces tenía 23 años, que se incorporase a la empresa como jefe de desarrollo de negocio. Actualmente, Kapur es consejero delegado y cofundador, junto con dos amigos de Myspace, de Gravity, una empresa de personalización de webs.

En su mejor momento, Myspace tenía 76 millones de visitantes únicos al mes, pero acabó perdiendo oportunidades para innovar. Alcanzó un tamaño excesivo cuando llegó a contar con más de 1.500 empleados, señala Kapur. “Hubo oportunidades que simplemente no pudimos aprovechar”, explica.

La aparición de YouTube es un buen ejemplo. Cuando el sitio se creó en febrero de 2005, mucha gente de Myspace quiso introducir una característica parecida. Travis Katz, que se había incorporado a Myspace como director de negocio internacional, recuerda que les dijo a los representantes de News Corporation que necesitaban contratar inmediatamente 40 desarrolladores y 200 el año siguiente. “Eso era mucho más rápido que a lo que ellos estaban acostumbrados”, señala Katz. “Dijeron: ‘Paralicemos las contrataciones durante seis meses, respiremos profundamente y luego decidiremos qué necesitamos en realidad’. Pero no podíamos esperar seis meses. En seis meses, Youtube pasó de dos millones a 80 millones de usuarios”.

Gracias al éxito inicial de Myspace, sus primeros directivos obtuvieron mucho dinero con la venta a News Corporation. El capitalista de riesgo Bill Burnham calcula que el grupo principal obtuvo conjuntamente entre 20 y 25 millones de dólares.

En 2010, tres de los fundadores, DeWolfe, Colin Digiaro y Aber Whitcomb, crearon Social Gaming Network (SGN).

En 2012, Digiaro abandonó SGN para crear Eclipse.io, una empresa tecnológica de anuncios para móviles. Indica que su experiencia en Myspace le enseñó a “no enamorarse nunca de una idea”.

Desde los años en que se fundó Myspace, la escena tecnológica de la zona de Los Ángeles ha cambiado considerablemente. El capital, en particular, ha aumentado de forma espectacular.

Es el caso de Berman, que en 2010 creó BeachMint, una empresa de comercio electrónico por suscripciones que se cita a menudo como una de las estrellas en alza de Silicon Beach. Ha recibido más de 80 millones de dólares en capital riesgo.

“La gente que trabaja en grandes empresas de aquí y que se marcha para crear otra cosa suele irse al norte”, explica el inversor Paul Bricault. “Pero mucha de la gente de Myspace se quedó, y eso ha sido un enorme catalizador”.

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