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2013/10/30

Tras el espionaje, Brasil insistirá en el almacenamiento local de datos

Brasil insistirá en una ley que obliga a las empresas globales de Internet a guardar sus datos en el país, en un intento por proteger la privacidad de sus ciudadanos tras acusaciones de espionaje electrónico de Estados Unidos, según un borrador del proyecto visto por la agencia Reuters.

Pese a la oposición de las multinacionales del software, los fabricantes de equipos y las empresas de telecomunicaciones, la presidenta Dilma Rousseff espera que la ley sea votada en la Cámara de Diputados esta semana.

Su insistencia llega después de que documentos filtrados por el ex contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden sugirieron que Estados Unidos espió las comunicaciones de la canciller de Alemania, Angela Merkel, del presidente de Francia, François Hollande, y de decenas de otros líderes mundiales.

"El Poder Ejecutivo (...) podrá obligar a los proveedores de conexión y aplicaciones de Internet (...) a instalar o utilizar estructuras para almacenamiento, gestión y diseminación de datos en territorio nacional", señala el borrador leído por Reuters.

El texto añade que el requisito dependerá del tamaño de las empresas y su facturación en Brasil.

Si es aprobada por el Congreso, la nueva ley podría afectar las operaciones de Google, Facebook, Twitter y otros gigantes de Internet, para las cuales Brasil es uno de sus mayores mercados.

El espionaje dio a Rousseff una causa célebre que defender tanto en casa como en el escenario internacional, especialmente después de que Alemania dijera que apoyaría su propuesta de fortalecer las reglas internacionales de gobernanza de Internet y limitar la vigilancia extranjera.

Brasil será sede en 2014 de una conferencia para discutir cómo preservar la privacidad en Internet.

La reunión prevista para abril en Río de Janeiro será organizada por el ICAAN, el organismo que administra los nombres de los dominios web y es considerado neutral pues implica a gobiernos, la sociedad civil y la industria.

Quienes defienden la ley dicen que tener los centros de datos en el país obligaría a las compañías a cumplir las leyes locales de privacidad, y rechazan los temores de la industria a que la ley vuelva demasiado caras e ineficientes las operaciones de las empresas de Internet.

"No estamos regulando la forma en que fluye la información, simplemente requiriendo que los datos de los brasileños sean almacenados en Brasil para que estén sujetos a la jurisdicción de los tribunales brasileños", dijo el portavoz de Rousseff, Thomas Traumann. "Esto no tiene nada que ver con las comunicaciones globales", agregó.

Dada la indignación de muchos legisladores brasileños tras las noticias de espionaje estadounidense, añadió Traumann, el Gobierno confía en obtener suficientes votos para aprobar la ley. La Cámara de Diputados podría votar el proyecto tan pronto como el miércoles.

Las empresas de Internet presionan intensamente para intentar frenar una ley que, dicen, es más una reacción política al espionaje del Gobierno estadounidense que una medida efectiva para asegurar la protección de datos.

Una coalición de grupos de negocios que representa a compañías como Facebook, Google, Microsoft o eBay, envió la semana pasada una carta a los legisladores brasileños.

"Los requisitos de almacenamiento de datos dentro del país podrían impactar a toda la actividad económica que depende de los flujos de datos", señaló la coalición en la carta.

Fuentes de la industria aseguran que obligar a las empresas a guardar sus datos en el país no resolvería las preocupaciones de privacidad de Brasil, puesto que la misma información estaría replicada en servidores en el extranjero.

Por el contrario, dicen, podría acabar ahuyentando a algunas compañías, privando a los brasileños de sus servicios y causando problemas a sectores como el financiero o el de viajes aéreos, que dependen mucho del flujo de datos.

Según algunos cálculos, los impuestos y los elevados costes de la energía vuelven los centros de datos en Brasil hasta un 100 por ciento más costosos que en Estados Unidos.

Pero el Gobierno dice que las dimensiones continentales del mercado brasileño justifican tener parte de la infraestructura en Brasil, en especial cuando empresas como Google construyeron centros de datos en países cercanos como Chile.

"El mercado brasileño es enorme", dijo un alto cargo. "Existe un consenso en el Gobierno de que si el mercado está aquí, tiene sentido que los centros de datos también lo estén", agregó.

Algunos en la industria creen que las grandes compañías van a acabar cumpliendo los requisitos y desembolsando los cerca de 200 millones de dólares que cuesta montar un centro de datos.

Otros, sin embargo, podrían eliminar Brasil de sus planes o, sencillamente, optar por operar remotamente. Según el borrador, la ley se aplicaría para las empresas establecidas en el país.

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