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2012/10/16

Los voluntarios están cambiando el mundo de las traducciones con la ayuda de la Web

"¿Cuál será la forma más efectiva de traducir con precisión la Web?", se preguntó hace tiempo el guatemalteco Luis Von Ahn, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de Carnegie Mellon, Estados Unidos.
La primera parte de la respuesta parece un sinsentido: "Que lo hagan personas que no manejan el idioma a traducir". La segunda parte aclara un poco más, pero tampoco tanto: "Y que lo hagan mientras aprenden ese idioma".
Para eso creó Duolingo , un servicio en línea que lanzó en junio pasado al público general (estuvo varios meses en beta cerrado) y a través del cual los usuarios de habla hispana y portuguesa pueden aprender -y traducir del- inglés. Por su parte, los que hablan inglés pueden aprender -y traducir del- español, alemán y francés.
A medida que avanzan en el proceso de aprendizaje, los estudiantes pueden enfrentarse al desafío de traducir oraciones sueltas. El sistema les da opciones para cada una de las palabras individuales y ellos deben elegir las que crean más acertadas y combinarlas de la manera en que creen que mejor representan el texto original.
También pueden ver traducciones de esa misma frase hechas por otros y calificarlas. La idea de Von Ahn y su equipo es que al tener a miles y miles de ojos revisando la misma oración, la precisión de la traducción vendrá no por el conocimiento individual -el que puede tener un traductor titulado- sino por la fuerza de la masa. Es el mismo principio que el científico aplicó en su anterior gran proyecto, reCAPTCHA .
"Tenemos alrededor de 500.000 usuarios" en Duolingo, le dijo Von Ahn a BBC Mundo, "100.000 de ellos están aprendiendo inglés desde el español". ¿Aprenderán mucho? ¿Traducirán con precisión?

Quién traduce

El elemento de la traducción viene primero, porque allí es donde está el negocio del proyecto, que consiguió 18,3 millones de dólares de inversionistas privados que, lógicamente, esperan ver ganancias en algún momento. Entre ellos el actor Ashton Kutcher y Union Square Ventures, que está detrás de inversiones en Twitter, Tumblr, Zynga y Foursquare.
"El negocio es cobrar por traducciones garantizadas", explica Von Ahn a BBC Mundo. "La idea es que los productores de contenido que quieran sus traducciones más rápido paguen por ello".
"Estamos haciendo pilotos para tres grandes agencias de noticias", dice, aunque aclara que "desafortunadamente no puedo divulgar sus nombres aún".
También lo harán gratis con textos que los usuarios suban a sus servidores o con material que no tenga restricciones de derechos de autor. El ejemplo más claro, y el que disparó la idea del proyecto, es Wikipedia. Como Von Ahn es hispanoparlante de orígen pero vive en Estados Unidos, su idea fue utilizar Duolingo para traducir los artículos en inglés aún sin versión en español.
Durante el período de gestación del proyecto el investigador había calculado que sería capaz de completar esa tarea en cinco semanas si contaba con 100.000 hispanohablantes estudiando inglés, cifra que ya alcanzó. Pero las traducciones todavía no están publicadas.
"Estamos avanzando", dice, "pero no queremos empezar a subir artículos con errores a Wikipedia"; calcula que empezarán a hacerlo a fines de 2012.
De hecho, aún no han publicado ninguna traducción. Von Ahn le proveyó a BBC Mundo una del blog del proyecto, del inglés al español, de puede verse al final de esta nota. Saquen sus propias conclusiones.
Cada usuario traduce una o varias oraciones sueltas, "pero pueden ver las demás oraciones del documento y sus traducciones, lo cual hace que el texto final sea bastante consistente", cuenta Von Ahn.
Seán Keegan, responsable del servicio de enseñanza de inglés de la BBC ( BBC Learning English o Aprenda Inglés, en español), cree que el enfoque de Duolingo puede funcionar para palabras sueltas, oraciones simples y hasta varios párrafos, pero que en definitiva la traducción es un "área altamente especializada, para lo cual la gente estudia maestrías y más".
Pocos son más especializados que los profesionales nucleados en la Federación Internacional de Traductores. Su directora general Jeannette Orsted sostiene que así como "hablar un idioma y leer un idioma son dos cosas distintas", la traducción va aún más allá.
"Muchas personas bilingües no son capaces de traducir, porque es algo que requiere la comprensión profunda no solo de una palabra, sino también del tema, ni qué decir de la gramática", le dijo a BBC Mundo. Y agregó: "También se necesita comprender diferencias culturales y diferencias en las estructuras lingüísticas".
De todos modos, reconoce que la "traducción basada en crowdsourcing (subcontratación masiva y voluntaria, mayormente a través plataformas de internet) está aquí para quedarse, sin dudas". Aunque cree que siempre hará falta el trabajo de un profesional cuando se trate de traducir textos "complejos, legalmente vinculantes y de alto riesgo".
María Propato y Alejandra Jorge, de la Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes lo resumieron de un modo más tajante en una carta que enviaron a una revista de ese país que publicó un artículo sobre Duolingo.
"No es justo esperar que un grupo de estudiantes que trabaja gratis con el único incentivo de 'aprender idiomas' puedan traducir con la misma eficacia, precisión, preparación y calidad final con la que lo hacen los traductores profesionales", opinan Propato y Jorge.
Pero Von Ahn insiste en que "las traducciones son tan buenas como las de los traductores profesionales". ¿Se quedarán estos sin trabajo, entonces?
Orsted no lo cree. Al menos no cree que "este modelo en particular (Duolingo) se vuelva tan exitoso como para afectar nuestros ingresos".
Keegan, de hecho, asegura que "si tuviera que traducir documentos importantes, esperaría que la persona que hace el trabajo tenga una trayectoria y esté calificada", dice.
Y Von Ahn reconoce que según sus pruebas, Duolingo "funciona en todos los casos a excepción de dos: documentos legales y poesía".
"En el caso de documentos legales", explica, "es porque el usuario promedio no los entiende ni en su idioma nativo".
Y cree que "que para textos muy especializados como literatura, aspectos legales o confidenciales, los traductores profesionales seguirán teniendo trabajo".
Más aún, Duolingo todavía no ha descartado incorporarlos a su propia estructura. Aunque él piensa que no es algo que harán.

¿Se aprende?

Para los estudiantes el servicio es gratis, algo que enorgullece a Von Ahn. Pero también trabajan gratis, aunque traducir algunas oraciones cada tanto no parece un precio demasiado alto por aprender un idioma. Además, es parte del proceso de aprendizaje.
Adquirir una nueva lengua no es fácil. Requiere tiempo y dedicación, esfuerzo y constancia. Y un buen docente, o un buen sucedáneo. Estos son y han sido libros, discos, DVDs y, con la llegada de internet, servicios interactivos y páginas web.
"Para que alguien adquiera un nivel decente yo diría que necesita una gran exposición, a audio, video y texto, sobre todo para la lectura ya la comprensión", dice Sean Keegan.
Pero eso no es suficiente, explica. También es necesario que se practique y que haya una devolución que permita corregir errores y progresar. "La mayoría de los estudiantes que se preparan para rendir un nivel de intermedio a alto de inglés, han pasado varios años de estudio", explica.
En ese sentido señala que nada supera la interacción cara a cara entre docente y alumno, aunque considera que hoy en día los métodos de aprendizaje en línea de idiomas han evolucionado en gran medida, e incorporan herramientas que van desde el audio, al video y las teleconferencias. Para Keegan, su gran ventaja es que el ritmo del aprendizaje es definido por el estudiante.
Duolingo ofrece esto en una estructura que se asemeja a la de un juego de computadora, con niveles que superar y "vidas" que se van perdiendo a medida que se cometen errores.
El de Von Ahn no es el único servicio para aprender idiomas y, ciertamente, no el primero. La oferta es enorme, hay sitios pagos y sitios gratuitos.
Le preguntamos a usuarios de Twitter si tenían experiencia en aprendizaje en línea. En general todos estaban conformes con los servicios que utilizaron o utilizan.
De los 16 que respondieron, tres han aprendido con Duolingo (@juliangarzon25, @justohero y @oramirezlobo) y dijeron estar conformes con su experiencia. Aunque @juliangarzon25 reconoció que se "debe ser constante, y tener dedicación al máximo".
De hecho la constancia no es algo tan fácil de alcanzar. "El 30% de los usuarios lo usan semanalmente, por alrededor de 30 minutos al día", dice Von Ahn de Duolingo. Treinta minutos ciertamente es un tiempo alto de uso para un sitio web.
Además, algo que Duolingo no provee es la interacción con docentes reales, porque la idea del proyecto es que sea algo automático. Otras plataformas de enseñanza de idiomas en línea, de las que hay muchas, sí lo ofrecen (suelen ser las pagas). Eso puede ser visto como una falencia.
Keegan lo resume así: "En última instancia, no hay sustituto para el uso de la lengua en situaciones reales; los mayores avances se dan al vivir en un país en que se habla el idioma, o al utilizarlo en el trabajo o en situaciones en que una comunicación real es necesaria para poder operar".

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