Facebook
sigue luchando por ganar la confianza de los inversores, aunque le
cueste minar la confianza de sus usuarios. Desde su salida a bolsa la
acción ha oscilado entre los 45 iniciales y los 17,55 como valor más
bajo. Este miércoles cerró en menos de 22.
Necesita urgentemente que sus visitas se conviertan en dinero. La red
social acaba de ofrecer un nuevo servicio, muy similar a los anuncios
pero en esta ocasión no se dirigen a páginas de empresas o productos,
sino a particulares. Y no se trata de un espacio en los que están
reservados en las barras laterales, en los sitios dedicados a la
publicidad más tradicional, sino que permitirá pagar por hacer que sus
mensajes públicos tengan más visibilidad.
Según el anuncio de la red social será práctico para
aquellos que quieran hacer eso tan, tan de película americana, vender
las cosas que sobran en su garaje, denunciar la pérdida de un gato o
comunicar un hecho importante de su vida. El efecto, en todo caso, es
limitado. Ningún usuario particular de Facebook, a los que se dirige la
novedad, puede superar los 5.000 amigos.
Esta misma semana, un portavoz de la compañía reconocía
que los clics ya no eran la forma más adecuada de medir el impacto de
la publicidad, sino que lo importante era la influencia. Sin embargo,
esta teoría no encaja con el comentario y va directo a una de las
costumbres asumidas en Facebook, la meritocracia. Si un post era bueno, tenía éxito, el número de 'me gusta' y comentarios, lo convertían en más visible, en más compartido.
La cuestión y centro del debate dentro del propio
Facebook está en los límites, en saber si basta el dinero para
bombardear a los contactos (llamados amigos y en muchos casos solo
conocidos) con las fotos de las últimas vacaciones, la última ocurrencia
y sus mensajes de apoyo a un político. El propio servicio indica que lo
habitual es que un mensaje en la biografía lo vean entre el 12% y el
16% de los contactos. El hecho de pagar le servirá al cliente para
aparecer en la página de un mayor número de contactos con su última
novedad.
Esta polémica se suma a la de la semana anterior,
cuando Facebook generó malestar y fue objeto de alarma social al cambiar
definitivamente el muro por el nuevo Timeline (traducido al español
como biografía) al dejar al descubierto mensajes publicados en el muro
cuando este no era accesible con tanta facilidad.
Esta última forma de generar ingresos se suma al
anuncio de la pasada semana de entrar en el mercado de los regalos
físicos, lo que implica crear una estructura de transportes, peticiones y
devoluciones, absolutamente ajeno a su negocio fundacional.
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