Según se ha desvelado hoy, el nuevo sistema de verificación de las copias que presentará Windows 8 supondrá un aumento de costes para los fabricantes que acabará repercutiendo en los usuarios.
Microsoft se olvidará en el nuevo Windows de los certificados de autenticidad (COA) y apostará por un nuevo método, lo que implica que los ordenadores sólo arrancarán desde una imagen con firma digital que se encontraría almacenada en un archivo keychain integrado por defecto en el firmware UEFI de los equipos.
El problema de este cambio es que llevará consigo un aumento de los costes de producción para los fabricantes, ya que antes simplemente se tenía que pegar una pegatina en todos los equipos y ahora el proceso será más complejo y los operarios tardarán más en instalar los sistemas operativos.
Por otro lado, Microsoft cobrará por cada archivo keychain de instalación y en caso de que el operario cometiera fallos sería necesario pagar por una nueva “llave” de Windows 8.
Además, otro punto que aumentará el gasto en los centros de producción será la necesidad de prestar formación a los empleados sobre el nuevo procedimiento de instalación.
Al final, todo apunta a que de una forma u otra los usuarios acabaremos pagando el aumento de costes de los fabricantes.
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