“Yo hasta que llegué a Europa pensaba que el Mercosur era un desastre. Pero resulta que venimos acá y está todo patas para arriba, y entonces ahora me parece bárbaro”.
Con ese jocoso comentario, pronunciado durante una visita la semana última a la sede de la Unión Europea en Bruselas, el presidente de Uruguay, José Mujica –actualmente líder pro témpore del Mercado Común del Sur (Mercosur)- hizo referencia a la crisis por la que atraviesa la UE.Más allá del humor, la frase del mandatario también dejó trascender lo frágil que se encuentra la alianza comercial integrada por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y que para muchos aspira a ser una versión sudamericana de la UE.
A pesar de ser el principal grupo de integración comercial de América Latina y uno de los más importantes del mundo, el Mercosur aún no ha logrado cumplir del todo con las metas fundamentales que se impuso durante su creación, en 1991: formar un área de libre circulación de bienes y adoptar un arancel común externo para todos los productos que ingresen al bloque.
Los principales escollos han sido la falta de acuerdo entre sus cuatro miembros y las trabas comerciales que se imponen entre ellos.
Asimetrías y roces
Uno de los problemas mayores que enfrenta el grupo es la enorme asimetría que existe entre los dos socios más grandes y los dos más pequeños.Brasil y Argentina son, respectivamente, la primera y segunda economía de América del Sur, mientras que Paraguay y Uruguay son dos de los países más chicos del subcontinente.
Pero además, en los últimos años se han profundizado los roces comerciales entre los dos integrantes más grandes. La crisis económica mundial de 2009 generó un aumento de medidas proteccionistas, lo que causó mucha tensión entre ambos países.
Y a pesar de en los últimos meses tanto el gobierno de Dilma Rousseff como el de Cristina Fernández de Kirchner han buscado dar señales de unidad, algunos creen que el complicado panorama económico mundial que se avecina podría volver a generar crispación entre los vecinos.
Erasto Almeida, analista de América Latina de la consultora internacional Eurasia Group, dijo a BBC Mundo que otro motivo de división son las disímiles políticas económicas adoptadas por cada uno de los países.
Problemas puertas afuera
Más allá de las peleas en el seno del grupo el Mercosur también ha tenido dificultades a la hora de forjar acuerdos externos.En 2010, el bloque reabrió las conversaciones con la UE para lograr un acuerdo de libre comercio, una negociación que comenzó en 1995 pero quedó paralizada por seis años.
La UE es el principal socio comercial del Mercosur, un bloque que es el mayor productor mundial de alimentos.
Hasta ahora las dos uniones no han logrado un consenso interno que permita alcanzar un acuerdo arancelario.
A partir del próximo 7 de noviembre los representantes de ambos bloques continuarán con sus negociaciones en la capital uruguaya, Montevideo.
Sin embargo los analistas no prevén mayores avances durante este encuentro.
Para algunos expertos, las dificultades que experimenta el Mercosur para negociar “bloque a bloque” con la UE están causando fricción dentro del grupo sudamericano.
Eduardo Boneo Villegas, director del Instituto de Derecho Económico y Empresarial del Mercosur de la Universidad del Salvador, dijo a BBC Mundo que Brasil –uno los impulsores originales del bloque- está perdiendo interés en pertenecer al grupo, porque quiere tener la libertad para negociar tratados de libre comercio de forma individual.
¿Funciona el Mercosur?
Las críticas expresadas por el presidente Mujica revelaron el profundo escepticismo que existe en muchos sectores respecto a la utilidad del bloque y, sobre todo, respecto a su futuro.Muchos coinciden en que en la última década clic el Mercosur se estancó.
“El bloque no funciona muy bien”, coincidió Almeida, aunque descartó que en el futuro cercano sufra una crisis como la que en este momento está poniendo en jaque a la unidad europea.
“Va a sobrevivir, la pregunta es si logrará profundizar la integración regional”, afirmó.
Desde hace cinco años se aguarda que los miembros del grupo ratifiquen por vía parlamentaria el ingreso de Venezuela como socio pleno del Mercosur.
La adhesión, que para muchos daría un fuerte impulso al bloque, ya fue aprobada por todos los Congresos menos por el de Paraguay, donde la oposición -que domina el Parlamento- se opone, por los cuestionamientos al presidente Hugo Chávez.
La próxima cumbre del Mercosur será el 20 de diciembre en Montevideo. Ahí se podrá volver a medir el compromiso exhibido por cada uno de los presidentes del grupo y se podrá seguir especulando sobre la continuidad del bloque.
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