El Banco Central Europeo (BCE) anunció este jueves que retomaría su política de inyecciones de liquidez para proporcionar dinero barato en forma de créditos de emergencia para las instituciones financieras en problemas por la crisis de la Eurozona.
Así, el BCE buscará garantizar que disponen de efectivo ante las nuevas tensiones en el mercado de dinero. La medida ya fue aplicada a finales de 2009.El ente regulador europeo también resolvió dejar la tasa de interés en el 1,5% porque considera que existen tensiones inflacionarias.
De hecho, el presidente del BCE, el francés Jean Claude Trichet, sostuvo que la entidad que preside llegó a discutir si subir las tasas de interés antes de decidir dejarlas inalterados.
Eso pese a la presión de numerosos sectores por una reducción en las tasas de interés como forma de estimular la economía y evitar la recaída en la recesión.
El BCE no ha tocado la tasa de interés oficial desde que hace tres meses la elevó desde el 1,25%. Los analistas recibieron la decisión con sorpresa, como por ejemplo fue el caso de Chris Williamson, economista jefe de Makrit.
"Un recorte en las tasas de interés parecía garantizada, según la reciente tendencia bajista en los volúmenes de negocios".
Y es que los expertos esperaban que los 23 miembros del consejo de gobierno del BCE resolvieran una rebaja en el interés legal del dinero ante las evidencias de enfriamiento de la economía europea.
Preocupación por los bancos
En comparecencia ante la prensa, Trichet pidió a la banca europea que "haga todo lo necesario para reforzar su balance contable"."La situación del sector bancario requiere una atención particular", dijo Trichet, que a fin de mes será reemplazado por el titular del Banco Central de Italia, Mario Draghi.
La canciller alemana, Ángela Merkel, dijo el miércoles que estaba a favor de una acción coordinada para recapitalizar la banca europea si fuera necesario.
El editor de Negocios de la BBC Robert Peston destaca cómo una de las claves de los anuncios del BCE que su evaluación de cuánto dinero necesitan los bancos no implicará nuevas pruebas de estrés.
Según Peston, muchos ven la decisión como un acierto pues realizarlas llevaría un tiempo del que probablemente no disponga la Eurozona.
En su lugar, se limitarán a estudiar los datos de las anteriores pruebas y así determinar qué bancos necesitan inyecciones de capital.
"Lo importante es que el BCE ya sabe qué bancos tienen la mayor exposición a los gobiernos de la Eurozona que lucha para pagar lo que deben", señala Peston.
De lo que se trataría es de saber en qué situación quedaría la banca ante una reestructuración de la deuda soberana de los países con problemas financieros, como Grecia, Italia, España y Portugal.
Ya que, como explica Peston, si el problema fundamental es que países concretos de la Eurozona se han endeudado en exceso, entonces el temor es que la escasez de capital de los bancos para asumir las pérdidas actúe como mecanismo de transmisión de los problemas al resto de la economía si el Estado suspende pagos.
Así que no consistiría sólo en saber que tan expuestos están a una mora de Grecia, Italia y demás, como en las últimas pruebas de estrés, sino de aplicar los actuales bajos precios de mercado a los bancos acreedores de deuda soberana.
Al estilo europeo
Lo que se pregunta el editor es si esa evaluación se llevará efectivamente a cabo y si los gobiernos inyectarán suficiente capital en los bancos.
Fuentes cercanas al BCE afirman que el impedimento mayor para sanear el sistema financiero europeo está en la intransigencia del gobierno francés.
La banca francesa es percibida como débil por inversores y acreedores. Pero las mayores entidades del país y los ministros afirman que el mercado está equivocado.
Es por eso que el gobierno de Nicolás Sarkozy se resiste a la idea de un plan que implicaría inyectar en la banca casi US$270.000.
Además, aunque en el seno del BCE están convencidos de que habrá una recapitalización suficiente de la banca, hay dudas sobre si se hará de forma ordenada o si tendrá lugar cinco segundos antes de la media noche, justo antes de que los mercados exploten, señala Peston.
Funcionarios del BCE también señalan que de los US$270.000 millones que podrían ser necesarios, una parte saldría de inversores, otra de gobiernos y el resto del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF).
Es decir, no será un rescate al estilo del de Estados Unidos.
Fuentes cercanas al BCE afirman que el impedimento mayor para sanear el sistema financiero europeo está en la intransigencia del gobierno francés.
La banca francesa es percibida como débil por inversores y acreedores. Pero las mayores entidades del país y los ministros afirman que el mercado está equivocado.
Es por eso que el gobierno de Nicolás Sarkozy se resiste a la idea de un plan que implicaría inyectar en la banca casi US$270.000.
Además, aunque en el seno del BCE están convencidos de que habrá una recapitalización suficiente de la banca, hay dudas sobre si se hará de forma ordenada o si tendrá lugar cinco segundos antes de la media noche, justo antes de que los mercados exploten, señala Peston.
Funcionarios del BCE también señalan que de los US$270.000 millones que podrían ser necesarios, una parte saldría de inversores, otra de gobiernos y el resto del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF).
Es decir, no será un rescate al estilo del de Estados Unidos.
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