La muerte de Steve Jobs ha conmocionado al mundo y todos han definido al cofundador de Apple como un genio visionario. Sin embargo, tras su muerte son muchos los que se preguntan qué pasara con la empresa de la manzana y si seguirá aguantando en lo más alto tras perder a la persona que llevó a la compañía hasta ahí.
Sin embargo, Jobs dejó todo bien atado antes de su muerte. Sabiendo que la enfermedad acabaría con su vida tarde o temprano, el exconsejero delegado de Apple ha dejado un legado póstumo que garantiza productos made in Jobs para los próximos cuatro años.
Así al menos lo asegura el diario británico Daily Mail, que informa que ya ha dejado preparados proyectos para los nuevos iPod, iPad, iPhone y el MacBook. Igualmente, este pasado mes de junio habría dejado también ultimado con las autoridades la ubicación de la nueva sede futurista de Apple.
Por ello, a pesar de saber que se estaba muriendo no abandonó su trabajo para disfrutar de lo que le quedaba de vida sino que durante un año trabajó duramente en estos nuevos proyectos para así salvaguardar el futuro de la compañía.
Además de estos productos, Jobs ha estado también supervisando el proyecto de iCloud, que permitirá a los usuarios de Apple almacenar su música, fotos y otros documentos de forma remota, y que se presentará de manera oficial el próximo 12 de octubre.
El cofundador de Apple quiso dejar cerrado hasta la nueva sede de la compañía, que albergará hasta 12.000 trabajadores. El pasado mes de junio se reunió con las autoridades públicas para que se diesen los permisos pertinentes para conseguir la sede "futurista" con la que soñaba Steve Jobs.
Además, su muerte coincide con el lanzamiento de su biografía, que se publicará el 24 de octubre. Desde que se conoció el fallecimiento la reserva de ejemplares ha crecido un 44.000 por ciento. El libro está basado en más de 40 entrevistas con los trabajos realizados durante dos años así como entrevistas con más de un centenar de miembros de su familia, amigos así como también adversarios y competidores.
Igualmente, la muerte de Jobs puede ser un auténtico negocio para Apple puesto que podría aumentar el valor de la compañía en 670 millones de dólares gracias al impulso de los fans de la marca de la manzana y las compras por impulso.
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