Buscar

2011/09/19

La ONU debe vigilar su relación con fabricantes de alimentos

Son muchas las empresas de alimentación y bebidas que aportan dinero a iniciativas para mejorar la salud global. Por poner sólo un ejemplo, la cervecera Heineken colabora con Stop TB, un conglomerado de ONG, entidades públicas y empresas del sector privado que lucha contra la tuberculosis.
Una decena de instituciones sin ánimo de lucro, que incluyen entre otras a la Fundación Internacional, ha publicado una carta en el último The Lancet, donde insta a la Organización Mundial de la Salud a regular los posibles conflictos de interés que puedan surgir de estas colaboraciones.
El texto se publica en vísperas de la celebración a partir de mañana de una reunión de alto nivel de Naciones Unidas sobre enfermedades no comunicables, como el cáncer o la enfermedad cardiovascular, que son responsables del 60% de las muertes mundiales.
Según los autores, esta reunión es el escenario perfecto para abordar lo delicado de esas uniones, ya que muchas empresas de alimentación y bebidas, e incluso tabaqueras, colaboran con iniciativas para la salud global. La paradoja está en que sus propios productos bebidas alcohólicas, comidas grasas y con alto contenido en azúcar o tabaco son los mayores contribuyentes a las enfermedades no comunicables, por lo que, como se explica en la carta, se produce un caso claro de conflicto de interés. Para evitarlo, los autores del documento consideran que la OMS debe de-sarrollar un código de conducta que establezca un marco ético claro para identificar los conflictos de interés, que señale aquellas colaboraciones que son éticamente inaceptables.
Dicho código de conducta debe utilizarse en cualquier interacción de las empresas con la OMS para la prevención de estas enfermedades. Los autores abogan por que sea de cumplimiento obligatorio. Si no, temen que las políticas de la OMS se debiliten por los intereses empresariales. 

No hay comentarios: