La ONU señaló que algunos países están pensando cómo desvincularse de la World Wide Web, que permite la distribución de información a través de Internet, para reemplazarlo por un sistema virtual más fácil de controlar.
En un panel de discusión organizado en Ginebra por el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas sobre la libertad de expresión en Internet, los participantes mostraron su preocupación por que los sitios web continúan siendo bloqueados en muchos lugares, sea de manera permanente o temporal, durante periodos políticamente sensibles.
"Nos preocupa que sitios web sigan estando bloqueados en muchos países, de modo permanente o mediante el uso del bloqueo en periodos de especial significación política", declaró la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
Dijo que en algunos casos, incluso, se estaría contemplando una desvinculación completa del World Wide Web, para reemplazarlo por un espacio en línea bajo estricto control.
Sin embargo, en su opinión, eso no llegará a suceder porque "las sociedades y economías están demasiado interconectadas globalmente y el coste de una desconexión sería más alto que la ventaja que obtendría cualquier régimen represivo".
"No dudamos de que hay preparativos técnicos y políticos para hacerlo, pero es improbable que ocurra porque el coste sería muy alto", indicó y agregó que ello implicaría, además, aislarse del mundo.
Bildt reconoció que la manipulación de servidores para bloquear momentáneamente el acceso a Internet posiblemente seguirá ocurriendo, como lo hizo el régimen de Hosni Mubarak durante la revolución en Egipto el año pasado o el régimen que controla el poder en Birmania.
Respecto a las posiciones que rechazan poner límites a lo que se puede difundir a través de la Red, Bildt señaló que el principio básico es que "las cosas que uno no puede hacer" en el mundo 'real' tampoco pueden hacerse en Internet.
Mencionó el caso del robo, un delito en ambos mundo y que ocurre en Internet cuando, según él, se obtienen sin autorización contenidos que están protegidos por regulaciones sobre propiedad intelectual.
"Hay cosas que no podemos hacer, como robar. Que esto infringe la libertad de los individuos, algunos podrían argumentar que sí, pero las limitaciones están para proteger las libertades de otros", precisó el ministro sueco.
En materia de derechos humanos, Pillay pidió mantenerse atentos sobre el riesgo de que los métodos para identificar y sancionar a los delincuentes en Internet sirvan también para reprimir a quienes luchan activamente por que se respeten los derechos fundamentales en sus países.
Internet y, más específicamente, las redes sociales y los blogs fueron claves en los levantamientos populares en varios países árabes y, en contextos como la actual crisis en Siria, fueron los primeros que dieron a conocer al mundo exterior la gravedad de la represión armada contra la población, ante la ausencia casi total de prensa extranjera.
En un panel de discusión organizado en Ginebra por el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas sobre la libertad de expresión en Internet, los participantes mostraron su preocupación por que los sitios web continúan siendo bloqueados en muchos lugares, sea de manera permanente o temporal, durante periodos políticamente sensibles.
"Nos preocupa que sitios web sigan estando bloqueados en muchos países, de modo permanente o mediante el uso del bloqueo en periodos de especial significación política", declaró la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
Dijo que en algunos casos, incluso, se estaría contemplando una desvinculación completa del World Wide Web, para reemplazarlo por un espacio en línea bajo estricto control.
Irán, por ejemplo
Preguntado más tarde al respecto, el ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, Carl Bildt, a propuesta de cuyo país el CDH organizó este panel, citó el caso de Irán como uno de los estados que van en esa dirección.Sin embargo, en su opinión, eso no llegará a suceder porque "las sociedades y economías están demasiado interconectadas globalmente y el coste de una desconexión sería más alto que la ventaja que obtendría cualquier régimen represivo".
"No dudamos de que hay preparativos técnicos y políticos para hacerlo, pero es improbable que ocurra porque el coste sería muy alto", indicó y agregó que ello implicaría, además, aislarse del mundo.
Bildt reconoció que la manipulación de servidores para bloquear momentáneamente el acceso a Internet posiblemente seguirá ocurriendo, como lo hizo el régimen de Hosni Mubarak durante la revolución en Egipto el año pasado o el régimen que controla el poder en Birmania.
Derechos y restricciones
De manera más general, los participantes en el panel plantearon como idea fundamental que tanto los derechos y libertades como los deberes y restricciones que se garantizan en el mundo 'offline' deben aplicarse en el mundo 'online'.Respecto a las posiciones que rechazan poner límites a lo que se puede difundir a través de la Red, Bildt señaló que el principio básico es que "las cosas que uno no puede hacer" en el mundo 'real' tampoco pueden hacerse en Internet.
Mencionó el caso del robo, un delito en ambos mundo y que ocurre en Internet cuando, según él, se obtienen sin autorización contenidos que están protegidos por regulaciones sobre propiedad intelectual.
"Hay cosas que no podemos hacer, como robar. Que esto infringe la libertad de los individuos, algunos podrían argumentar que sí, pero las limitaciones están para proteger las libertades de otros", precisó el ministro sueco.
En materia de derechos humanos, Pillay pidió mantenerse atentos sobre el riesgo de que los métodos para identificar y sancionar a los delincuentes en Internet sirvan también para reprimir a quienes luchan activamente por que se respeten los derechos fundamentales en sus países.
Internet y, más específicamente, las redes sociales y los blogs fueron claves en los levantamientos populares en varios países árabes y, en contextos como la actual crisis en Siria, fueron los primeros que dieron a conocer al mundo exterior la gravedad de la represión armada contra la población, ante la ausencia casi total de prensa extranjera.