En el Golfo de México, la petrolera BP contaminó durante cinco meses. En Ogoniland, en el sur de Nigeria, distintas petroleras, con Shell a la cabeza y Total y Agip detrás, llevan 50 años degradando la tierra, el agua, la vegetación y los recursos naturales. Es una polución lenta, silenciosa y duradera frente a la ruidosa del año pasado, contra la que hasta el mismo presidente estadounidense, Barack Obama, levantó la voz. Ayer se presentó en Londres el primer informe oficial, elaborado por Naciones Unidas, sobre la contaminación producida por la industria petrolera en Ogoniland, una décima parte del territorio del delta del río Níger.
Las conclusiones del estudio son demoledoras y la ONU propone que la industria petrolera y el Gobierno nigeriano pongan mil millones de dólares (700 millones de euros) inmediatamente para comenzar la limpieza del delta. Puede ser, advierten, la mayor operación de este tipo de la historia.
Durante 14 meses, un equipo de investigadores ha estudiado el impacto de la polución en 200 puntos, ha examinado 122 kilómetros de oleoductos, ha analizado 5.000 fichas médicas y ha consultado a 23.000 personas para concluir los efectos de la contaminación en la vida y la salud de las comunidades de Ogoniland.
A la espera del Gobierno
En algunos de los lugares analizados el crudo ha penetrado ocho centímetros en la tierra que antes producía manglares. En otros puntos el agua contiene un nivel de sustancias tóxicas 900 veces por encima de lo permitido. El científico marino Olof Linden, uno de los autores del informe, aseguró ayer que "la pesca está muy afectada de forma directa por el agua sucia y también de manera indirecta por la contaminación de la vegetación, que contribuye a la degradación marina".Frente al devastador análisis medioambiental, el equipo de la ONU propone un programa de recuperación inmediato para el próximo año en el que comenzarían las operaciones de urgencia y se fijaría un periodo de transición para posteriores fases.
La recuperación total de Ogoniland, mil kilómetros cuadrados habitados por unas 70.000 personas, requerirá entre 25 y 30 años si se sigue al pie de la letra el programa de recuperación propuesto por la ONU. En términos económicos, los autores del informe no quisieron fijar la cifra de lo que costará la regeneración total de Ogoniland, más allá de los mil millones de dólares para el primer año y el periodo de transición.
El informe presentado ayer en Londres fue entregado el jueves al presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, en la capital del país, Abuya. Nick Nuttall, portavoz del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), espera y desea que el estudio no quede en agua de borra-jas o se lo coma el polvo en las estanterías.
"Sólo el tiempo dirá si este informe es útil o no, pero la señal dada el jueves por el presidente Jonathan, que es originario de la zona del delta del Níger, indica que quiere aplicar las recomendaciones, aunque antes tienen que digerirlas. En cuestión de semanas o meses sabremos si el Gobierno se lo toma en serio", señala Nuttall.
Los ciudadanos del delta viven 50 años de media. La mayor empresa petrolera en la zona es la Royal Dutch Shell, que en Nigeria opera como Shell Petroleum Development Company Ltd, una iniciativa conjunta con el Gobierno nigeriano y otras compañías petroleras representadas en menor proporción que la holandesa Shell. El científico jefe del PNUMA, Joseph Alcamo, aseguró que "en términos acumulativos, esta es la zona más contaminada del mundo, como ocurrió en algunos lugares de la ex- Unión Soviética en la década de 1990". Hoy en día un 10% del petróleo mundial sale de África.
El portavoz del PNUMA asegura que "el Gobierno de Nigeria aplica el principio de que quien contamina paga, por eso ha obligado a la industria a implicarse en la elaboración del informe, incluida la financiación". Para Nuttall, este dinero del petróleo no cuestiona la imparcialidad del estudio científico llevado a cabo por la ONU. "Yo sugiero que se lea el informe para ver que es imparcial en su metodología y para comprobar la independencia de los científicos que lo han hecho en nombre de la ONU".
Un 'Exxon Valdez' al año
A tenor de las cifras, en el delta del Níger, con numerosos afluentes y riachuelos, se han vertido 2.100 millones de litros de crudo en las cinco décadas en las que se ha extraído petróleo, a un ritmo de 42 millones de litros derramados cada año. Es una cifra muy superior a los 400 millones de litros vertidos el año pasado en el Golfo de México tras la explosión de la plataforma petrolífera de BP. En 1989, el petrolero Exxon Valdez encalló en aguas de Alaska y arrojó unos 41 millones de litros de crudo.El equipo de la ONU que presentó ayer el informe señaló también los obstáculos con los que se ha topado para su elaboración, como la falta de normas de seguridad o médicas. "Ahora tenemos la base científica para resolver la polución de Ogoniland. Y espero que también tengamos la voluntad política, y con ella la económica, para aplicarla".
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