Un ejemplar de atún azul del Atlántico fue vendido en una subasta en Tokio por más de US$175.000, el precio más alto alcanzado por una pieza de esta especie en los últimos nueve años.
El pescado pesaba más de 232 kilos y fue capturado en las costas de Aomori, en el norte de Japón, cuyas aguas son conocidas por la buena calidad de su pesca.
En un ambiente de gran expectación, el preciado ejemplar se puso a la venta en la primera subasta del año en el mercado de pescado de Tsukij de Tokio.
La puja definitiva fue de 16,28 millones de yenes, más de US$175.000, y fue presentada de manera conjunta por un restaurante de lujo de la capital nipona y un empresario hongkonés propietario de una cadena de restaurantes de sushi.
Ambos declararon jocosamente que deseaban lograr un impacto en las economías japonesa y hongkonesa comprando el atún de mayor precio. Sacando cuentas, el kilo de este pez fue adquirido a unos 750 dólares.
Hasta ahora, el precio más alto alcanzado por un atún fue en el mismo mercado, en 2001, cuando se pagó 20,2 millones de yenes (US$220.000 a cambio de hoy) por un ejemplar.
El "rey del sushi"
Esta oferta también superó el récord alcanzado el año pasado, cuando un pescado similar se vendió por algo más de US$80.000.
El atún azul es conocido como el "rey del sushi", ya que su carne es la mejor para la elaboración de ese plato típico japonés hecho a base de pescado crudo.
"Sin embargo, el entusiasmo de los japoneses por este tipo de plato -que se ha extendido a otras partes del mundo- está contribuyendo al descenso rápido de las reservas de esta especie en los océanos. Los conservacionistas piden una pausa temporal en la pesca que evite la extinción de la especie en el Mediterráneo y en el Atlántico", apuntó Roland Buerk, corresponsal de la BBC en Tokio.
En noviembre pasado, en una iniciativa para impedir lo que se asegura es la posible extinción de la especie, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico acordó reducir las cuotas de atún de aleta azul que se pueden pescar en el este del Atlántico y en el Mediterráneo en un 40% en 2010.
El propio Japón -que consume el 80% del atún que se pesca- suscribió la propuesta y accedió a reducir su propia pesca de atún en el mismo porcentaje.
Mientras los asistentes al remate de la subasta aplaudían el precio alcanzado por el atún más caro del mundo, el presidente del mercado de Tsukiji, Keiichi Suzuki, afirmaba que su deseo era poder ofrecer una provisión constante al tiempo que se respetaba el recurso. Los próximos doce meses dirán si la contradicción es insalvable.
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