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2010/01/27

Cómo evitar «meteduras de pata» en internet

Fuente: ABC.

Nadie duda a estas alturas de que la velocidad con la que en la mayoría de las ocasiones se trasladan los textos a internet puede llevar a los periodistas a cometer importantes errores y no sólo de tipografía. Por esta razón, es indispensable que los profesionales de la información, pero también los escritores, tengan localizadas determinadas herramientas que ayuden a su labor de detección de errores lo más rápido posible.

El Columbia Journalism Review acaba de publicar un interesante artículo donde da cuenta de las ventajas de tres proyectos que acaban de llegar al mercado y que el perioditas debería situar en su radar. Se trata de GooseGrade (ahora Editz.com), Bite-Size Edits y Artificial Proofreader.

En cuanto a la primera herramienta, ésta fue perfilada por TechCrunch a principios de este año y el fundador de la compañía, John Brooks, ha anunciado que estará disponible bajo la denominación de Editz.com en las próximas semanas. Está configurado como un widget que se puede instalar en la web con el fin de tener un método fácil y simplificado para que los lectores puedan enviar sus propuestas sobre modificaciones o correcciones. Después gooseGrade recoge y clasifica estas aportaciones para que el editor o autor del contenido acepte o rechace los cambios.

Corregir errores, según Brooks, es muy complicado dentro de las organizaciones periodísticas. De hecho, asegura, en muchas ocasiones se detectan errores que nunca se subsanan. Por otro lado, muchos usuarios de sitios informativos no aportan correcciones porque no tienen claro a quién dirigirse y de qué manera. Esta herramienta satisface a ambas partes. «La gente se desanima si manda algo y nunca se le tiene en cuenta», ha manifestado el creador.

GooseGrade ha desarrollado un sencillo sistema que facilita la recopilación y aplicación de los cambios y correcciones que proponen los lectores, permitiendo a los periodistas hacer un seguimiento de estas propuestas.

Promover la relación lector-autor

El segundo proyecto, Bite-Size Edits, está en base beta. Su objetivo es ayudar a los escritores a editar su trabajo antes de que llegue al público en general. Los usuarios se pueden crear una cuenta y poner a disposición de los usuarios el texto que quieren someter a examen. Los colaboradores del proceso de corrección pueden hacerlo por partes y, posteriormente, reportar las correcciones al autor.

El proyecto está dirigido por Hugh McGuire, Janina Szkut, y Andy MacDonald, y está localizado en Montreal (Canadá). McGuire ha explicado que la filosofía que está detrás de este recurso va más allá de ser un mero corrector e implica además construir un mundo de relaciones entre los escritores o editores y los lectores. Y este propósito puede hacer útil esta herramienta para los periodistas, ya que puede permitirles verificar su propio trabajo de forma más rápida y sencilla. En cualquier caso, ha considerado que este sistema no debe concebirse como una forma de «sustituir a un buen editor o corrector profesional».

Finalmente, el proyecto desarrollado por Dimitri Asonov, científico afincado en Moscú, que ha centrado su trabajo en la investigación de correctores ortográficos. Dados los numeroros errores de ortografía que se cometen en periódicos y sitios web, ha desarrollado lo que él considera como el mejor software para detectar este tipo de fallos y que, en su opinión, supera con creces a Microsoft Word tanto en calidad como en la rapidez. Asonov ha creado una página web muy básica en la que los usuarios pueden subir un archivo de texto para comprobar los fallos.
Tras el lanzamiento de esta herramienta, Asonovo quiere ahora testar su producto y ya ha empezado a contactar con editoriales para buscar opiniones e introducir las mejoras que permitan mantener a las publicaciones los estándares de calidad.

1 comentario:

obiwan1977 dijo...

Muy interesantes estas herramientas. La verdad es que es muy útil y muy importante, porque la verdad es que se ven muchas burradas publicadas por supuestos profesionales. Si ya es inadmisible de nosotros, los bloggers, mucho más viniendo de gente supestamente preparada.

Un saludo.