Cada año, las autoridades económicas noruegas publican los detalles sobre la riqueza y las ganancias de los ciudadanos, y cada año, husmear en los datos ajenos es más fácil.
En lo que ya se convirtió en un ritual anual, los periódicos noruegos llenan sus páginas con artículos sobre las personas que más ganan en el país, sean políticos, industriales o gentes del mundo del espectáculo.
Muchos se preocupan por comparar su "fortuna personal" con la de sus vecinos, amigos y familia. Nada es secreto.
Investigar y obtener datos de la base de datos de las autoridades es fácil. El sitio en internet de toda organización mediática que se precie tiene un buscador en el que, simplemente con escribir el nombre y apellidos de cualquier persona, mostrará información detallada sobre su estado financiero.
Aftenposten, el principal periódico del país, tiene un sistema en el que los curiosos pueden rastrear la situación económica de cualquier vecino.
Espectáculo contra política
Por ejemplo, de Morten Harket, miembro del grupo de música A-ha, muy conocido en Noruega.
La búsqueda nos indicará cuántos impuestos paga Harket y en cuánto están valoradas sus inversiones, así como su código postal y el nombre de la autoridad local a la que paga sus impuestos.
Pero además, el diario desarrolló un sistema de gráficos que compara las ganancias de cada ciudadano con la media de ingresos nacional y regional.
El año pasado, Harket, por continuar con el mismo ejemplo, ganó 1,75 millones de coronas (alrededor de US$315.000), cerca de un 658% más que la media noruega.
Si escribiéramos otro nombre –por ejemplo, el del primer ministro el país Jens Stoltenberg- aparecerá una comparación entre ambos en un gráfico de barras.
De esta manera podemos saber que Harket gana más dinero que el primer ministro, aunque paga menos impuestos.
Sin embargo, no todos los datos son revelados. Muchas de las personas más ricas de Noruega aparecen en la lista con cero ingresos y cero inversiones. En la mayoría de casos, esto se debe a que los más ricos mantienen sus fondos en el extranjero, o son gestionados por compañías especializadas.
A menudo, también la lista de ingresos de la gente normal es más baja que sus ganancias reales ya que beneficios fiscales relacionados con las hipotecas o los hijos reducen esa cantidad.
Búsquelo en internet
A pesar de esto, el nivel de detalles que se hacen públicos es notable. Es posible, por ejemplo, saber si alguien forma parte del consejo de dirección de una empresa, así como sus relaciones con otros miembros del mismo consejo.
Si se combina esta información con otras que también ofrece el servicio de búsqueda, el usuario tiene acceso incluso a una herramienta que permite descubrir dónde vive la gente, incluidos mapas detallados y fotografías de sus casas.
Aunque todo esto, comparado con las posibilidades que ofrecen las redes sociales de internet, como Facebook, parece pasado de moda.
En este sentido, el periódico sensacionalista Dagbladet permite a sus lectores comparar su nivel de ingresos con el de sus amigos de Facebook. Y este programa también puede instalarse en iPhone.
Duras críticas
Ante esta situación, no sorprende que la circulación de datos personales de manera tan abierta haya levantado duras críticas.
El experto en identificación de robos, Christian Meyer, señala que el sistema es una herramienta al alcance de los delincuentes.
Por otro lado, Meyer también se muestra crítico con la manera en que los medios de comunicación se aprovechan de la transparencia de las autoridades para atraer lectores.
"Alguien desde el gobierno debería dar instrucciones a las autoridades de hacienda sobre este asunto, y de manera urgente", aseguró Meyer.
Algunos políticos están de acuerdo con este punto.
"En su momento formamos parte de la decisión de abrir el sistema, pero ahora esta apertura es totalmente desproporcionada", sugirió Trine Skei Grane, del partido verde Venstre.
"En las escuelas, algunos niños están padeciendo acoso por la comparación entre las ganancias de sus padres", comentó Siv Jensen, líder del partido de derechas Fremskrittpartiet.
El primer ministro Stoltenber, en cambio, defiende la validez del sistema, e insiste en que existen maneras de prevenir abusos contra él.
Sin embargo, cuando Jensen le aseguró que una empresa cobra 30 céntimos a aquellos que quieran saber cuánto gana, Stoltenber no lo dudó.
"Que la gente pague para saber eso es motivo de preocupación porque lo podrían saber gratis", afirmó.
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