Tiene 22 años, es un mago del balón, triunfa con Brasil y su nombre tiene samba. Sin embargo, Superdinho no necesita pisar el césped para marcar goles. Además, es español. Luis Cintas Solas es uno de los mejores del mundo a los mandos de 'Pro Evolution Soccer' y por eso ha representado a nuestro país en Francia en la final europea de la 'PES Liga'.
A punto estuvo de hacerse con el trofeo, aunque cayó en la final frente a un belga. El mallorquín Christian Alfaro Sánchez, segundo de España y de tan sólo 15 años, fue eliminado en octavos.
Superdinho -Luis- y Christian enseguida demostraron el pasado fin de semana la pasta de la que están hechos y el nivel que pueden alcanzar a los mandos de Pro Evolution Soccer. Ambos compitieron con Brasil, al igual que casi todos los participantes. Lograron superar la liguilla previa, en la que 11 de los 27 jugadores que se habían desplazado a Niza fueron eliminados, y clasificarse para las eliminatorias. La ilusión flotaba en el ambiente.
El sueño de Christian terminó antes, en octavos, contra un fornido jugador alemán que usaba el apodo Roonie. A pesar de lo disputado del encuentro en la primera parte, el germano puso contra las cuerdas al español y consiguió encajarle un 5-1, marcando los tres últimos tantos pasado el minuto 80. Por su parte, Superdinho siguió haciendo su juego, con pases vertiginosos y recortes imparables que le permitieron superar con contundencia una ronda tras otra. Un 5-2 y un 4-0 le dieron el pase en octavos contra un trasalpino y en cuartos contra un francés, respectivamente. Dos partidos le separaban del título.
El campeón español disputó la semifinal en la pantalla proyectada de cine que Konami habilitó para la ocasión en el hotel Royal Riviera de Niza.
El mismo escenario que acogería más tarde a la final. Frente Superdinho estaba un jugador alemán. Quizá sin demasiado acierto, el teutón se hacía llamar Goool, porque el español no le permitió convertir un solo tanto y se impuso con un contundente 3-0. Estaba en la final.
Todos los periodistas, jugadores y aficionados que habían acudido a Niza para seguir el desenlace del torneo se congregaron en torno a la pantalla gigante para presenciar la final. Superdinho tenía enfrente al belga Jinxi. El partido comenzó bien para nuestro representante, que convirtió un centro a los pocos minutos de la primera parte, adelantándose en el marcador.
La afición española llenaba con cánticos de júbilo el recinto. Sin embargo, la ilusión se convirtió en recelo cuando el árbitro pitó un penalti en contra de nuestro representante y enseñó la tarjeta roja. El belga logró convertir la pena máxima y se vino arriba gracias al empate y su superioridad numérica.
La primera parte, dominada holgadamente por Superdinho, dejó paso a una segunda en la que los jugadores de Jinxi aparecían por todas partes. Finalmente, sentenció el encuentro con un segundo tanto que Superdinho no consiguió remontar.
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