Gregorio Marbán, químico de materiales y participante en el proyecto, ha explicado que "este catalizador emplearía la energía del biometanol", un tipo de combustible que se produce por gasificación a partir de cualquier materia orgánica que contenga carbono, hidrógeno y oxígeno, lo que incluye residuos y basura.
El catalizador que se está desarrollando supondría una alternativa a los actuales prototipos de coches de hidrógeno que lo almacenan en su interior, y su estructura consiste en una malla metálica en cuya superficie se produce la reacción que convierte el biocombustible en hidrógeno.Los objetivos de los investigadores actualmente son lograr que este catalizador tenga un precio asequible y una actividad elevada, convirtiendo en hidrógeno la mayor cantidad de biomasa posible, además de que sea estable.
También trabajan en evitar que produzca cualquier tipo de partícula contaminante con su uso.
El equipo investigador ha recibido ya una subvención de más de 56.000 euros del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación del Principado, y se destinarán al proyecto otros 58.000 euros antes de 2010 con el objetivo de que las emisiones de los vehículos se acerquen lo más posible a cero.
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