El autor de una tesis doctoral aboga por acabar con la prohibición y la persecución en las aulas de los dispositivos móviles,
especialmente de los teléfonos inteligentes, y por potenciar su
utilización como herramientas al servicio del aprendizaje de los
alumnos.
El investigador, Germán Velásquez, que ha presentado su trabajo en la Facultat de Comunicació Blanquerna de la Universitat Ramon Llull,
ha analizado diversos casos de aplicación de estos aparatos con una
finalidad didáctica. Su conclusión es que, con la orientación adecuada,
los smartphones, las cámaras digitales, etc. son tan válidos en las
clases como los cuadernos o los lápices. De hecho, según su criterio,
todos ellos tendrían la misma finalidad: elaborar material útil para el
estudio y la reflexión.
Velásquez se ha centrado en las producciones audiovisuales desarrolladas con este instrumental en el Colegio Colombo Francés de Medellín (Colombia),
a pesar de haber expuesto por primera vez estos resultados en
Barcelona. El doctorando, que ha sido codirigido por los profesores
Fernando de Felipe e Iván Gómez, aclara que la resistencia que ha
detectado entre los docentes a la hora de incorporar los móviles en la
dinámica de las escuelas no es el único problema que se debe superar en
este terreno.
Y es que, en su opinión, esta plataforma todavía
no cuenta con un lenguaje propio, una modalidad genuina que permita
obtener el máximo provecho de las características de los aparatos de
grabación y del soporte de difusión. En este aspecto, existe un concepto
clave para entender el alcance de esta nueva vía educativa: la
“autocomunicación”, término acuñado por el catedrático Manuel Castells.
Se
trata de la “posibilidad de expresión individual a través de canales
que pueden llegar a toda la sociedad”, un fenómeno que se da con una
intensidad elevada entre los más jóvenes y que, en opinión del
investigador, “no se debe tomar a la ligera” por su capacidad de “crear
imaginarios, transformar la estética y el gusto colectivos e influir en
los medios”.
La idea de este autor no se refiere a la enseñanza
virtual o e-learning, sino a la clásica, es decir, a la presencial, en
la línea de lo propuesto en las últimas ediciones de la Conferencia Iberoamericana en Sistemas, Cibernética e Informática, celebrada cada verano en Orlando (Estados Unidos).
Hace
años que allí los dispositivos portátiles dejaron de ser vistos como
elementos nocivos que distraen a los niños y adolescentes de sus
obligaciones y que dispersan su atención. Además, muchas de las
experiencias más prometedoras comentadas en este foro y en otros
similares, como el Mobile World Congress de Barcelona, provienen de áreas que no son precisamente potencias económicas: América Latina, África Subsahariana.
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