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2012/01/16

Más cerca del sueño de aprender a lo Matrix

¿Es posible aprender sin darnos cuenta? ¿Introducir conocimientos en nuestro cerebro como hacía la máquina de la película Matrix?
Investigadores estadounidenses y japoneses reavivaron recientemente este debate después de lograr "inducir" conocimiento directamente en el cerebro de unos sujetos empleando dispositivos de resonancia magnética.

El equipo asegura haber modificado patrones cerebrales en un área muy plástica del cerebro, logrando que las personas mejoraran su capacidad visual.
Lo más significativo, dijeron, es que estos aprendieron y mejoraron sus habilidades visuales sin ser conscientes de ello.
"Nosotros hemos aplicado esta tecnología al aprendizaje para ver mejor, pero puede ser aplicado a muchas otras disciplinas, como la memoria, emociones o control de movimiento", explicó a BBC Mundo Takeo Watanabe, director de la investigación en el laboratorio de Ciencias Visuales de la Universidad de Boston.

Área visual temprana

El sistema, cuyos resultados fueron publicados recientemente en la revista Science, consiste en exponer al individuo a una serie de señales visuales decodificadas para alterar una zona del cerebro conocida como área visual temprana.
Estas señales fueron diseñadas para manipular las conexiones neuronales y así hacerlas coincidir con el patrón perseguido (el patrón de conexiones neuronales correspondientes a una persona con esas habilidades visuales que se quieren enseñar).
Los investigadores comprobaron que aquellos que habían recibido estos estímulos en la fase conocida como inducción, mejoraron sus capacidades visuales, incluso sin saber cuál era el fin último del experimento.

Caras de vaca

Al igual que la máquina de Matrix, que está conectada a la parte trasera del cráneo del protagonista, el área visual temprana se localiza en la parte trasera de nuestro cerebro (occipital). Allí es donde se procesan las imágenes que llegan a través de la retina.
"El área visual temprana de los adultos es lo suficientemente plástica como para hacer posible el aprendizaje perceptual visual", señala Watanabe en el artículo.
El aprendizaje perceptual visual no es algo novedoso, según explica Gustavo Deco, catedrático y experto en neurociencia computacional en la Universidad Pompeu Fabra, en España.
"La gente que trabaja todo el día con vacas, puede distinguir la cara de las vacas, mientras que para otro son todas iguales".
"Lo nuevo, es que uno pueda experimentar ese aprendizaje perceptual sin entrenar específicamente, que en lugar de usar la cara de las vacas, se vea algo totalmente distinto que hace que reconozcas a las vacas mejor".

Manipular el cerebro

Otra novedad -aclaró- es que esta manipulación del cortex visual se haga a través de lo que en el experimento llaman "neurofeedback fMRI decodificado".
El neurofeedback (o neurorretroalimentación) es la modificación selectiva de ciertos parámetros de la actividad cerebral.
Procesos que lo han hecho mediante el uso de electrodos se han empleado ya en fase experimental para, por ejemplo, tratar síndromes de hiperactividad en niños.
Pero en este caso los investigadores utilizaron tecnología de Imagen por resonancia magnética funcional (IRMf), unos dispositivos tradicionalmente empleados para detectar las áreas del cerebro que se activan con determinadas actividades.

¿Aprender a tocar el piano sin esfuerzo?

Según dijo en un comunicado el clic National Science Foundation los resultados de este trabajo sugieren que "sería posible usar tecnología cerebral para aprender a tocar el piano, reducir el estrés mental o golpear una bola curva con un bate con poco o ningún esfuerzo consciente. El tipo de cosa vista en la película Matrix".
"No estoy en desacuerdo con los que lo comparan con Matrix", dice Watanabe, "aunque falta mucho en tecnología para llegar a algo como Matrix y no sabemos si ésta pueda funcionar así".
"Nosotros estamos pensando en aplicarlo en casos de memoria traumática, o para gente con problemas de mal funcionamiento del cerebro. En caso de gente que comete crímenes porque no pueden controlar sus impulsos nuestro método podría entrenarles para tener un sistema de autocontrol más fuerte", aclaró.

Aprender a matar

Una tecnología semejante plantea algunas consideraciones morales.
Si existiese una tecnología capaz de "imprimir" en nuestro cerebro los parámetros cerebrales de un músico, para aprender a tocar el piano sin ser conscientes de ello. ¿Qué pasaría si nos indujeran los parámetros de un asesino? ¿O de un suicida?
No obstante, tal y como señala Gustavo Deco, todavía estamos lejos de inventar una máquina semejante. Según él, es muy precipitado afirmar que los resultados del experimento sean extrapolables al terreno cognitivo o motor.
"Pensable es pensable. ¿Realizable? Demuéstrelo, somos científicos. Es como si me dicen que podremos ir a la estrella más cercana, sí, pero por ahora no creo".
Por el momento, los expertos en el área cognitiva indican que hallazgos como estos nos dejan al menos soñar con un futuro en el que podamos aprender chino tan sólo visionando unos segundos de imágenes extrañas en nuestro computador.
Al fin de al cabo, no sería la primera vez que la ciencia ficción se hace realidad.

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