La NASA ha dado por fin su aprobación a la exhibición pública del cortometraje de ciencia-ficción que el turista espacial Richard Garriott rodó durante su estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS). En cuanto Garriott la ponga a disposición del público, Apogeo del miedo podrá ser visionada por miles de espectadores, a los que probablemente defraudará.
En 2008 Garriott, empresario de videojuegos e hijo de un astronauta, pagó su viaje a la ISS para convertirse en el sexto turista espacial. Allí, sin conocimiento ni aprobación de la NASA, que exige a sus pasajeros firmar un acuerdo detallando sus actividades a bordo, Garriott filmó la mayor parte de su corto de ocho minutos que llevaba meses preparando y cuyo guión había encargado al escritor de fantasía Tracy Hickman.
Una vez terminado su trabajo, Garriott se topó con la burocracia de la NASA, que no concedió su visto bueno a la exhibición pública del vídeo. Pero para desilusión de quienes aventuraron que la cinta podía amenazar la seguridad nacional de EEUU o que revelaba secretos sobre extraterrestres, el propio Garriott se encargó de aclarar que se trataba tan sólo de la falta de un trámite administrativo: "La respuesta por defecto es no", dijo el turista espacial.
Esta semana, Garriott publicaba en su Twitter: "¡El viernes recibí la autorización firmada para estrenar Apogeo del miedo! Ahora estoy consultando con mis compañeros de tripulación...". Pero quienes esperen descubrir en la primera película de ciencia-ficción rodada fuera de la Tierra una joya del cine indie o una reflexión sobre la condición humana desde el espacio, que vayan esperando otra cosa. El vídeo podía verse en YouTube gracias a que alguien filmó la pantalla cuando Garriott mostró la película a un grupo de fans en la convención DragonCon 2011. Pero a lo largo de la tarde de ayer, fue retirado por una reclamación de copyright de la productora.
En resumen, la película que ha levantado tanto revuelo es un simple vídeo casero con efectos digitales. Las interpretaciones de los astronautas no merecerán un Óscar y el resultado parece un sketch de un mal programa humorístico.
En la película, Garriott parte de la ISS hacia la Tierra. Los tripulantes le despiden sonrientes, pero después se felicitan por haberse librado de él. De repente, el único tripulante ruso advierte de que están consumiendo más oxígeno de lo normal. "Quizá sean alienígenas", dice uno de los astronautas. Descubren entonces que se trata de Garriott, que ha regresado, pero hay alguien más: su madre, que regaña a los astronautas porque tienen la estación hecha una leonera y los manda a casa.
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