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2012/01/30

GameJam, el reto de crear un juego

Manuel Martín Requena llega apurado a la GameJam, un encuentro anual para crear un videojuego en 48 horas. Desde las cinco de la tarde del viernes hasta las cinco del domingo. El trabajo le tenía atado a la pantalla. Es un afortunado, ya forma parte industria del videojuego, en Gameloft, una de las grandes compañías internacionales, enfocada en los juegos para móviles y tabletas. El año pasado hizo el Máster en Desarrollo de Videojuegos de la Complutense y ya se ha incorporado al mundo laboral.
Martín Requena toma notas con una mano mientras sujeta un Big Mac con la otra. En pantalla aparece el trazo de una serpiente comiéndose a sí misma en forma de círculo. Es el equivalente anglosajón de la pescadilla que se muerde la cola. Ese el el tema de esta edición. A partir de ahí el único límite es la imaginación. Después de unos minutos de reflexión varios concursantes salen al estrado, toman la palabra y proponen una idea. Al que le seduzca, se suma al equipo, el máximo es de cinco personas. Lo más valorado son los grafistas. Hay muchos desarrolladores dispuestos a programar pero pocos que lo plasmen de forma artística.
Casi todos han enfocado la serpiente como algo cíclico, que se repite, que se convierte en un bucle. Así la propuestas van desde personajes que mueren y nacen sin fin, a narrativas de tiempo limitado cuya repetición hasta el infinitivo depende de la habilidad del jugador para esquivar cada vez más obstáculos sin cambiar de escenario.

La mayoría opta por centrarse en el PC, pero hay más opciones. Una es hacerlo para teléfonos Nokia, patrocinador del encuentro, que premia con un teléfono de la firma a los equipos que desarrollen en su plataforma. Otra, más conceptual, consiste en utilizar la fachada digital del MediaLab. Tiene algunas ventajas: lo pueden jugar los transeuntes durante todo un año y, al ser un conjunto límitado de píxeles, se prescinde del grafista. En 2011 solo un grupo desató su creatividad en esteformato. Este año han sido dos los que se han animado a explorar sus posibilidades. Los han unidos en dos capítulos.
José Roberto Moreno y Rodrigo Ribeiro-Pinto hicieron una aventura en la que se lucha por la cafeína para no caer en un ciclo de sueño infinito. Luz Quiñonero se ofrece como grafista. Zulema Laplana Curtido, diseñadora gráfica, ha venido desde Granada con su novio, Álvaro García Arredondo, informático. Oriana es hermana de Zulema y está cursando el máster. Además de sus ordenadores aparecieron con un cargamento de café y Sugus, ganas de conocer gente nueva y una incógnita: "¿Seremos capaces de trabajar en familia?". Superaron el reto con creces y García Arredondo está tan emocionado que quizá lo adapte para XBOX 360, la consola de Microsoft. "Son solo unos pasos más, no es difícil, y seguro que ganamos en difusión", expone.
Pedro Antonio González Calero es el director del Máster y organizador del evento. Lamenta que la limitación de espacio del MediaLab Prado, en el centro de Madrid, junto al CaixaForum, les obligue a limitar la participación a 50 personas. “Hemos recibido el doble de peticiones, pero no cabe nadie más. Hay que tener en cuenta que duermen y comen aquí”. Ser alumno del Máster no es condición para participar. Hay desde programadores a estudiantes de Bellas Artes, ingenieros y matemáticos.
Los que concursan por primera vez tienen prioridad, pero tampoco quieren decepcionar a nadie por eso ha sumado a Irene Gabriel y Fernando Matarrubia, que participaron en la edición anterior a la organización. Se encargan de resolver dudas y supervisar si todo funciona. Junto al proio Gonzalez Calero y dos profesores más Luis Hernández Yáñez y Guillermo Jiménez Díaz han decidido sumarse a la GameJam. "Aparentemente somos más, pero nos hemos turnado. Así nos obligamos a estar en forma, activos y obligarnos a pensar como lo hacen ellos" explica Jiménez Día, que imparte inteligencia artificial. En sus clases aprenden a crear a los malos, a hacer que no sean ni imposibles de aniquilar, ni demasiado previsibles.

Por supuesto que sí, que se pueden hacer trampas y traer parte del código hecho y después adaptarlos al tema en cuestión. "Allá cada uno, porque no tiene sentido. Para empezar se pierde la esencia de las 48 horas y para seguir pierde la gracia. La idea es aprender a gestionar plazos y trabajar en equipo", aclara el profesor.
A última hora del domingo el jurado pasa mesa por mesa para comprobar el resultado. No lo hacen con ánimo competitivo, sino para analizar el razonamiento de los concursantes y darles consejo. Lo componen, además de González Calero, Daniel Parente, consejero delegado de Enigma Software y director del grado de diseño de videojuegos en ESNE y Roberto Álvarez de Lara, fundador y consejero delegado de Over the Top Games.
Reino Unido es, de lejos, el mayor consumidor de videojuegos de Europa. La pugna por el segundo puesto está entre Alemania y Francia, después está España. Sin embargo, apenas hay una industria local. Es una industria próspera pero le falta inversión para volver la época dorada de los ochenta.
A partir del lunes en la página oficial de GameJam se podrán probar todas las creaciones, no solo del encuentro realizado en Madrid, sino también las las 247 ciudades participantes con 11027 inscritos. Nueva Zelanda dio el pistoletazo de salida y San Francisco echa el cierre. Todos los títulos serán de código abierto y gratuitos.

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