Hoy sale a la venta en distintos países, todavía no en España, el teléfono iPhone 4S que Apple presentó la vigilia del fallecimiento de Steve Jobs. Al margen de las clásicas colas de clientes que quieren conseguir una de las primeras unidades y de las reseñas sobre sus ya conocidas características, un aspecto que centra la atención es comprobar el funcionamiento del asistente virtual Siri. Se trata de un mayordomo digital que responde a las preguntas formuladas de manera natural por el propietario del teléfono. Ya hay varios sitios que recogen un catálogo de las mismas y de estas pruebas puede sacarse la conclusión de que Siri tiene un notable sentido del humor.
Si se le pregunta sobre el sentido de la vida puede responder que hay que pensar sobre esta cuestión, pero si se insiste contesta que no lo sabe, pero que cree que hay una aplicación para ello. También puede contestar que hay que procurar ser gentil con la gente, evitar los manjares grasientos y leer un libro. Si se le insinúa que puede ponerse "caliente" da una lista de los servicios de chicas de compañía más cercanos. Si la pregunta es sobre drogas... ofrece las direcciones de centros de desintoxicación. Un internauta le ha preguntado sobre el ordenador de la película 2001, una odisea en el espacio, Hal, y Siri asegura que prefiere no hablar de ello. Hal se subleva contra los humanos que lo utilizan.Cuando se le pide que señale el mejor teléfono inteligente, Siri responde con contundencia : "Espera.....¿Hay otros teléfonos inteligentes ?". Un internauta le ha pedido en matrimonio y Siri contesta que lo lamenta, pero las condiciones de uso no contemplan esta eventualidad.
Siri, de momento, no habla español.
El lanzamiento del teléfono de Apple ha provocado las estrategias de la competencia. En Sidney, Samsung ha abierto una tienda que está a dos portales de la de Apple y para provocar colas que emulen las de clientes del iPhone vende cada día a los diez primeros clientes que lleguen un teléfono Samsung Galaxy S II por dos dólares, un regalo. Esta semana un tribunal australiano ha prohibido la venta de la tableta de Samsung hasta que se pronuncie sobre la demanda de Apple que acusa al fabricante surcoreano de copiar el diseño.
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