El número de amigos en Facebook importa, tanto que un grupo de expertos de la Universidad College London (UCL) lo ha relacionado con el tamaño de algunas regiones cerebrales, un hallazgo que podría ayudar a comprender mejor la evolución del cerebro, uno de los grandes desafíos de la Neurociencia.
Después de analizar imágenes por resonancia magnética de este órgano en 125 estudiantes usuarios de Facebook, "descubrimos una fuerte conexión entre el número de amigos y la cantidad de materia gris en ciertas partes del cerebro, como en la amígdala, una región asociada a la memoria", afirma Ryota Kanai, principal autor de la investigación. Este proceso de transformación, continúa, también afecta a otras áreas que están implicadas en las respuestas emocionales y la interacción social.
Este hallazgo, señalan los investigadores, "nos permitiría empezar a entender cómo nuestras interacciones con el mundo, concretamente a través de las redes sociales, influyen en la estructura cerebral de cada individuo". Hasta la fecha, no se han realizado estudios centrados en los amigos 'on line', pero lo que sí se ha demostrado es que "el cerebro tiene distintas zonas que se ocupan de diferentes funciones. Si, por ejemplo, te acostumbras a memorizar todos los días, el área implicada en esta tarea, lógicamente, se desarrolla más", argumenta Joaquín Ojeda, neurólogo del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid. Lo mismo pasaría con la tesis de este artículo. Parece que usar las redes sociales podría incrementar el tamaño de las zonas cerebrales partícipes, es decir, las relacionadas con la emoción y la sociabilidad.
Según los autores, dicha asociación no se restringe sólo a internet. "Hemos observado que los más sociales en las redes también lo son en la vida real", lo que parece que repercute de la misma manera en la evolución cerebral. Como explica el neurólogo español, "las areas cerebrales que se relacionan con la capacidad de sentir placer o disgusto, son las mismas que se activan cuando una persona presenta empatía por alguién, es decir, capacidad de percibir lo que siente el otro. Estas areas son las mismas que este estudio parecer demostrar que están más desarrolladas en las personas con más amigos en la red".
Tanto con amigos 'on line' como con los 'reales', asegura el estudio, publicado en 'Proceedings of the Royal Society B Biological Sciences', los participantes desarrollan otras zonas cerebrales como los surcos temporales y la corteza entorrinal (ubicada en la parte superior y anterior del lóbulo temporal de la corteza del cerebro). Y con los reales, apunta el doctor Ojeda, "probablemente se activan otras muchas áreas cerebrales, ya que la relación es más profunda".
Sin embargo, a pesar de ser un buen paso en la investigación cerebral, la pregunta sobre si internet cambia nuestros cerebros aún no es definitiva. Tal y como reconocen y subrayan los propios autores del análisis, "no se trata de una relación directa causa-efecto, simplemente es una correlación" encontrada que requiere más estudio. De momento, con los datos disponibles, no es posible concluir a ciencia cierta que "a más amigos en Facebook, mayores son algunas regiones cerebrales".
Después de analizar imágenes por resonancia magnética de este órgano en 125 estudiantes usuarios de Facebook, "descubrimos una fuerte conexión entre el número de amigos y la cantidad de materia gris en ciertas partes del cerebro, como en la amígdala, una región asociada a la memoria", afirma Ryota Kanai, principal autor de la investigación. Este proceso de transformación, continúa, también afecta a otras áreas que están implicadas en las respuestas emocionales y la interacción social.
Este hallazgo, señalan los investigadores, "nos permitiría empezar a entender cómo nuestras interacciones con el mundo, concretamente a través de las redes sociales, influyen en la estructura cerebral de cada individuo". Hasta la fecha, no se han realizado estudios centrados en los amigos 'on line', pero lo que sí se ha demostrado es que "el cerebro tiene distintas zonas que se ocupan de diferentes funciones. Si, por ejemplo, te acostumbras a memorizar todos los días, el área implicada en esta tarea, lógicamente, se desarrolla más", argumenta Joaquín Ojeda, neurólogo del Hospital Universitario Infanta Sofía de Madrid. Lo mismo pasaría con la tesis de este artículo. Parece que usar las redes sociales podría incrementar el tamaño de las zonas cerebrales partícipes, es decir, las relacionadas con la emoción y la sociabilidad.
Según los autores, dicha asociación no se restringe sólo a internet. "Hemos observado que los más sociales en las redes también lo son en la vida real", lo que parece que repercute de la misma manera en la evolución cerebral. Como explica el neurólogo español, "las areas cerebrales que se relacionan con la capacidad de sentir placer o disgusto, son las mismas que se activan cuando una persona presenta empatía por alguién, es decir, capacidad de percibir lo que siente el otro. Estas areas son las mismas que este estudio parecer demostrar que están más desarrolladas en las personas con más amigos en la red".
Tanto con amigos 'on line' como con los 'reales', asegura el estudio, publicado en 'Proceedings of the Royal Society B Biological Sciences', los participantes desarrollan otras zonas cerebrales como los surcos temporales y la corteza entorrinal (ubicada en la parte superior y anterior del lóbulo temporal de la corteza del cerebro). Y con los reales, apunta el doctor Ojeda, "probablemente se activan otras muchas áreas cerebrales, ya que la relación es más profunda".
La influencia de internet
"Teniendo en cuenta que Facebook ya tiene más de 800 millones de usuarios en el mundo era conveniente realizar un primer acercamiento al impacto que tiene sobre nosotros", justifican los autores. En un comentario adjunto, John Williams, jefe de Neurociencia y la Salud mental de Welcome Trust en la Universidad de Cambridge (Reino Unido), señala que "este nuevo estudio ilustra cómo las investigaciones bien diseñadas pueden ayudarnos a entender si realmente nuestro cerebro se desarrolla a medida que se adapta a los desafíos planteados".Sin embargo, a pesar de ser un buen paso en la investigación cerebral, la pregunta sobre si internet cambia nuestros cerebros aún no es definitiva. Tal y como reconocen y subrayan los propios autores del análisis, "no se trata de una relación directa causa-efecto, simplemente es una correlación" encontrada que requiere más estudio. De momento, con los datos disponibles, no es posible concluir a ciencia cierta que "a más amigos en Facebook, mayores son algunas regiones cerebrales".
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