Un estudiante de derecho ha puesto una vez más en evidencia los polémicos mecanismos de privacidad de Facebook al descubrir que la red social guardaba más de 1.200 páginas con información que él mismo había eliminado.
El encargado de poner a Facebook en el punto de mira ha sido, Max Schrems, un joven austriaco de 24 años que el pasado mes de junio pidió a la compañía que dirige Mark Zuckerbeg una copia de todos sus datos.
Poco después, Schrems recibió un CD con gran cantidad de mensajes, peticiones de amistad rechazadas, conversaciones de chat, fotos de las que había eliminado su etiqueta, eventos recibidos y demás información personal que había eliminado de su perfil de Facebook a lo largo de los tres años que lleva formando parte de la red social.
Tras superar la sorpresa inicial, este joven ha decidido reaccionar presentando 22 quejas ante las autoridades que velan por la protección de datos en Irlanda. En los próximos días se llevará a cabo una auditoría de Facebook y si se logran demostrar estas irregularidades, la compañía podría ser multada con un total de 100.000 euros.
Schrems considera que Facebook está actuando como “la KGB o la CIA” y denuncia que la red social ha almacenado “mensajes muy personales” que había eliminado expresamente y, que de hacerse públicos, podrían dañar su reputación.
“La información es poder y la información acerca de las personas es poder sobre la gente. Es aterrador que todos estos datos estén siendo almacenados por Facebook”, explica el joven, “por supuesto no están haciendo un mal uso por el momento, pero la mayor preocupación es lo que sucede cuando hay una violación de la privacidad, ya sea de hackers o de alguien dentro de la empresa”.
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