El buscador de Google es una de las herramientas más utilizadas por los internautas para encontrar información de todo tipo. Sin embargo, lejos de buscar entradas para el teatro o alguna referencia en Wikipedia, una familia de Winchester (Reino Unido) realizó otro tipo de consultas, como «posibilidades de envenenar a una persona de 89 años». El histórico de Google ha servido como prueba para acusar a varios miembros de una familia de intento de asesinato.
Una mujer 49 años junto con sus hijos, de 16 y 19, y la novia de uno de ellos, de 17 años, fueron detenidos tras buscar en Google formas de acabar con la vida del patriarca de la familia para así repartirse la millonaria herencia, según recoge el diario británico «The Guardian».
Esta familia de Reino Unido buscaba a través de Google respuesta a: «1.000 maneras de morir», «10 maneras fáciles de matar a alguien sin dejar rastro», «¿Puedo matar a alguien de un puñetazo?», «Posibilidades de envenenar a una persona de 89 años» o «¿Si golpeas a alguien en la parte posterior de la cabeza con un ladrillo se muere o simplemente le sale un moratón?».
Antes de buscar estas posibilidades en Google, los miembros de esta familia llevaron a cabo otras opciones como lanzar ladrillos a través de la ventana de la habitación de su abuelo mientras dormía o cortar el manguito del combustible de su coche para hacerlo explotar, pero no consiguieron su objetivo.
Finalmente, decidieron atacar a su abuelo, de 89 años y diagnosticado de una demencia senil, golpeándole con una bolsa llena de ladrillos en su casa de Winchester. El hombre salió al jardín de su casa creyendo que su hija, una de las acusadas, se había desmayado en el jardín de la casa. Cuando salió en su auxilio fue atacado por sus nietos y la novia de uno de ellos que empezaron a golpearle con las bolsas.
Después del ataque, una nieta llamó al teléfono de emergencias asegurando que su abuelo se había resbalado y había sufrido una caída. El hombre sobrevivió a la paliza, pero tuvo que ser atendido por fuertes golpes en la cabeza. Durante la investigación, la Policía registró los ordenadores de la familia y al examinar los historiales de Google encontraron las búsquedas realizadas. La hija de la víctima ha sido condenada a 17 años de cárcel. Sus hijos y la novia de uno de ellos han sido condenados a una pena indeterminada en una institución para jóvenes delincuentes por conspiración.
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