Con una manzana roja en la mano, Patrick O'Shea, vicepresidente de investigación de la Universidad de Maryland, recuerda que en EEUU se suele utilizar la expresión "tan americano como un pastel de manzana" para referirse a algo genuino de ese país. Sin embargo, advierte que uno ya no puede garantizar que las manzanas que utilizan para hacer el pastel sean locales, ya que, cada vez más, el país importa alimentos de otros países. Los problemas de seguridad alimentaria que antes eran locales se han convertido ahora en globales.
EEUU cree que una de las claves para reducir los brotes de E. Coli o salmonela, entre otros, es la formación de los técnicos extranjeros de laboratorios de seguridad alimentaria con el objetivo de armonizar las prácticas de control en todo el mundo.
Para lograr ese propósito, se acaba de inaugurar en las afueras de Washington el Laboratorio Internacional de Formación en Seguridad Alimentaria (IFSTL, en sus siglas en inglés), creado en colaboración con el Instituto Conjunto de Seguridad Alimentaria y Nutrición Aplicada (JIFSAN) de la Universidad de Maryland, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) y el fabricante de equipos de laboratorio Waters Corporation.
El IFSTL, situado en College Park (Maryland), es el primer laboratorio internacional especializado en la formación de técnicos de laboratorios de seguridad alimentaria procedentes de todo el mundo. Al IFSTL le interesa sobre todo enseñar a los instructores para que cuando estos vuelvan a sus países de origen puedan mostrar a otros científicos los métodos que han aprendido en EEUU. Este laboratorio internacional formará a unos 200 profesionales al año sobre los mejores procedimientos de análisis microbiológicos y químicos.
El IFSTL comenzó este verano con un curso piloto de análisis de plaguicidas en frutas y verduras, dirigido a científicos de laboratorios latinoamericanos. Y en septiembre, un grupo chino participó en otro curso para detectar la contaminación de pesticidas en frutas y verduras.
"Nosotros enseñamos el método que va desde la recogida de la muestra hasta lograr el resultado que necesitan para exportar a EEUU o para su mercado local", cuenta Janie Dubois, directora del IFSTL. Dubois explica que uno de los grandes cambios que se han producido en las últimas décadas es que su país ha dejado de ser un exportador de alimentos para convertirse en un importador y esto conlleva riesgos. "Cuanto de más lejos venga la comida, menos controles tendrás sobre ella", advierte la directora del IFSTL."No es una respuesta a una crisis, es un proceso continuo para estar preparados" ante un eventual problema, precisa. El objetivo final del IFSTL es lograr una mayor armonización de los métodos de análisis, de modo que "más gente hable el mismo lenguaje y exija la misma información". Para ello, esperan establecer una red de laboratorios de formación en seguridad alimentaria "hermanos" en China o Reino Unido.
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