Un equipo de investigadores de EEUU ha logrado por primera vez clonar embriones humanos y obtener de ellos células madre "viables". Estas células son capaces de generar cualquier tejido del cuerpo humano, con todo el potencial médico que eso conlleva, pero tienen una copia extra de cromosomas que las hace totalmente inviables para cualquier terapia.
El estudio, publicado en Nature, es sobre todo una hazaña técnica lograda en un campo muy polémico y en un país donde la investigación con células madre embrionarias afronta serias trabas éticas y legales.
En 2005, el científico coreano Hwang Woo-Suk anunció haber logrado la clonación humana y tener en su poder células madre viables obtenidas a partir de óvulos manipulados. Su éxito se convirtió el año siguiente en uno de los mayores fracasos científicos de la historia reciente cuando se demostró que sus experimentos eran falsos. Otros equipos intentaron repetir con éxito el intento de Hwang, pero sin apenas suerte.
Mientras los embriones humanos se resisitían a ser clonados, otro tipo de células madre, esta vez reprogramadas a partir de piel adulta y sin necesidad de usar embriones, se estaba abriendo camino. Hoy estas células reprogramadas, las IPSC, se han asentado hasta hacer sombra a las células madre derivadas de embriones. Sin embargo no están exentas de riesgos, ya que aún no se sabe cómo evitar el riesgo de que causen tumores una vez trasplantadas.
El estudio actual, liderado por Dieter Egli, de la Fundación de Células Madre de Nueva York, reclama una vuelta a los orígenes. Han usado transferencia nuclear con una importante variación. En lugar de sacar el ADN de los óvulos humanos (donados por 16 mujeres jóvenes a las que se pagó por participar en el trabajo), lo han dejado dentro y sólo le han inyectado el genoma completo de una célula adulta. Para sorpresa de muchos expertos, el experimento ha permitido obtener dos líneas de células madre que, extraídas del embrión, pueden generar neuronas, piel y otros tejidos, según Egli. Su potencial terapéutico es nulo, ya que tienen 69 cromosomas en lugar de los 46 que deberían tener. "Nunca pensaría que estas células pueden dar lugar a un ser humano viable", advierte el propio Egli, cuyo equipo cree que el obstáculo puede ser salvado para generar células madre con el número de cromosomas deseable.
El estudio, publicado en Nature, es sobre todo una hazaña técnica lograda en un campo muy polémico y en un país donde la investigación con células madre embrionarias afronta serias trabas éticas y legales.
Fracaso histórico
Los investigadores han empleado una técnica similar a la que se usó en 1996 para crear a la oveja Dolly, el primer mamífero clonado. Es la transferencia nuclear, en la que se toma un óvulo, se le retira el ADN del núcleo y se introduce en su lugar el genoma de una célula adulta. El resultado fue, en aquel caso, una copia exacta del ejemplar que había donado la célula adulta. La técnica abría la puerta a crear embriones humanos genéticamente idénticos a un paciente de los que extraer células madre para regenerar sus órganos dañados. Hasta ahora, nadie ha conseguido tal cosa. Al contrario que en otros mamíferos, los embriones humanos parecen resistirse a la transferencia nuclear y mueren a las pocas semanas.En 2005, el científico coreano Hwang Woo-Suk anunció haber logrado la clonación humana y tener en su poder células madre viables obtenidas a partir de óvulos manipulados. Su éxito se convirtió el año siguiente en uno de los mayores fracasos científicos de la historia reciente cuando se demostró que sus experimentos eran falsos. Otros equipos intentaron repetir con éxito el intento de Hwang, pero sin apenas suerte.
Mientras los embriones humanos se resisitían a ser clonados, otro tipo de células madre, esta vez reprogramadas a partir de piel adulta y sin necesidad de usar embriones, se estaba abriendo camino. Hoy estas células reprogramadas, las IPSC, se han asentado hasta hacer sombra a las células madre derivadas de embriones. Sin embargo no están exentas de riesgos, ya que aún no se sabe cómo evitar el riesgo de que causen tumores una vez trasplantadas.
El estudio actual, liderado por Dieter Egli, de la Fundación de Células Madre de Nueva York, reclama una vuelta a los orígenes. Han usado transferencia nuclear con una importante variación. En lugar de sacar el ADN de los óvulos humanos (donados por 16 mujeres jóvenes a las que se pagó por participar en el trabajo), lo han dejado dentro y sólo le han inyectado el genoma completo de una célula adulta. Para sorpresa de muchos expertos, el experimento ha permitido obtener dos líneas de células madre que, extraídas del embrión, pueden generar neuronas, piel y otros tejidos, según Egli. Su potencial terapéutico es nulo, ya que tienen 69 cromosomas en lugar de los 46 que deberían tener. "Nunca pensaría que estas células pueden dar lugar a un ser humano viable", advierte el propio Egli, cuyo equipo cree que el obstáculo puede ser salvado para generar células madre con el número de cromosomas deseable.
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