En el reino de las tabletas, el iPad sigue siendo el rey. Con alrededor de 30 millones de unidades vendidas desde que fue lanzado en la primavera del año pasado, el dispositivo portátil de Apple ha visto pasar (y en varios casos, caer) a cada supuesto competidor que le ha salido. Las principales consultoras estiman, no obstante, que la salida de tabletas con Android han restado al iPad cerca del 20% de un mercado que en el 2010, año de despegue, fue casi de monopolio. El siguiente gadget que espera para salir a la palestra es una tableta low cost de Amazon. ¿Podrá con su bajo precio lograr lo que no hicieron otros? Quizás ni siquiera busque competir con la tableta de Apple, sino abrir su propio mercado y satisfacer las necesidades de un grupo muy concreto de usuarios.
Sobre el papel, el Amazon Kindle, que saldrá en noviembre, tiene poco que hacer frente al iPad. Su pantalla es de 7 pulgadas frente a las 9,7 de la tableta de Apple. Llevará el sistema operativo Android de Google en su versión 2.2 –hecho para teléfonos y no para tabletas–. Su capacidad de interpretar los gestos táctiles se limitará a dos dedos y no hasta diez, como el iPad. Tendrá wi-fi, pero no 3G. En definitiva, no dispondrá de las prestaciones en las que compiten otras tabletas, como cámara de foto y vídeo, ni tanta memoria ni velocidad de proceso.
A diferencia de otros competidores del iPad, la apuesta de Amazon será por un dispositivo bastante limitado a propósito, pero en cambio más barato, de 250 dólares (unos 180 euros) creado bajo el criterio de que, lo poco que haga, lo haga muy bien.
La nueva tableta, a la que ha tenido acceso el portal tecnológico TechCrunch, tendrá una pantalla táctil retroiluminada en color y su sistema operativo no incluirá la tienda de aplicaciones de Google, sino la propia de Amazon. La idea es que el usuario adquiera los productos de esta compañía, como las películas y los libros, y no se vaya a por artículos de la competencia. Será Amazon la que suministre aplicaciones y juegos a su propio dispositivo.
Amazon tiene ya en el mercado dos exitosos modelos de lectores de libros electrónicos Kindle que se tienen un prestigio bien ganado gracias a la satisfacción de sus usuarios. La tableta respondería al mismo concepto, al funcionar en un entorno más cerrado que otros aparatos similares, pero apropiado y conveniente para las personas que los usan.
La experiencia del incipiente mercado de tabletas indica que los usuarios valoran disponer de mucha variedad de software. Con más de 130.000 aplicaciones disponibles (y las más de 400.000 del iPhone que puede utilizar), no hay otro dispositivo en el mercado con el que se puedan hacer tantas cosas como con el iPad para todo tipo de usos.
El primer sistema Android para tabletas, Honeycomb, sólo ha logrado tener un número de alrededor de 300 aplicaciones, insuficiente para sus aspiraciones. Google confía en crecer en el número de programas disponibles para tabletas con su sistema a partir de la próxima salida de su nueva versión de Android, denominada Ice Cream Sandwich. La tableta de Amazon, no será, por tanto, tan completa como otras, pero eso es algo que tampoco busca.
De entrada, crear una tableta inferior en prestaciones a todo lo que hay en el mercado puede parecer descabellado, pero su punto fuerte podría ser precisamente ése: renunciar toda comparación con aparatos de mayores capacidades. Su precio, sin embargo, se antoja un argumento imbatible.
El segundo elemento que puede jugar en favor del dispositivo de Amazon es que, en productos de este tipo, la experiencia del usuario suele estar por encima de las especificaciones técnicas. Los cuadros comparativos que intentan determinar qué aparato es mejor sirven de poco si el cliente se siente cómodo cuando usa uno de ellos. Este principio se ha demostrado en los últimos años con los teléfonos. No siempre el que tiene mayores prestaciones es el que se gana el favor del público.
Los competidores del iPad, al no poder ajustar tanto los precios como Apple (que fabrica sus propios procesadores, uno de los elementos que más encarece el aparato), han tenido que venderse a precios similares al dispositivo de la manzana, desde 479 euros. El Amazon Kindle parece renunciar a esas batallas. Quizás por eso tenga éxito. El próximo capítulo se escribirá en noviembre.
La llegada del aparato de Amazon se producirá en medio de una guerra de patentes en el campo de las tabletas que implica de forma especial a Apple y a Samsung, la firma que ha presentado modelos de capacidades más similares al iPad.
Por el camino se ha quedado la HP TouchPad, que pese a tener un excelente sistema operativo, WebOS, y la calidad de un fabricante como Hewlett Packard, no ha podido superar la falta de aplicaciones. Los analistas financieros perciben ahora síntomas fatales en la tableta de Research in Motion (RIM), la BlackBerry PlayBook, de la que se han vendido sólo 200.000 unidades, un tercio de las previstas.
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