Las metáforas parecen ser acertadas: un laberinto y todo un sistema solar. O lo que es lo mismo: lugares donde es muy fácil perderse y en los que encontrar algo resulta una empresa complicada. Y ambas alegorías, en este caso, se refieren a la música. En la era de Internet, el MP3, iTunes, Spotify y un incontable número de canales de distribución, se da la paradoja: es el momento en el que más se piratea, pero también en el que más música se escucha. La oferta es ingente. Cientos de bandas que antes no podían dar a conocer su música, han encontrado ahora una inusitada cantidad de canales en los que hacerse oír, de tal forma que la oferta se ha hecho, hace ya un tiempo, inmanejable.
Es aquí donde incide la filosofía de una aplicación para iPad llamada Aweditorium. A finales de los años setenta descubrir nueva música pasaba por escuchar determinadas estaciones de radio y bucear en las estanterías de tiendas de música especializada. Ahora la cosa no es tan fácil y menos si se habla de los cada vez más numerosos grupos independientes de gran calidad pero que no cuentan con los altavoces de la promoción multinacional.
La pregunta es ¿cómo se puede navegar a través del gigantesco océano de nuevos grupos que no se han escuchado antes para llegar a tener un compromiso emocional con ellos? Superando webs especializadas como Pitchfork o gigantescas bibliotecas como iTunes o Spotify, la forma de presentar las cosas que propone Aweditorium resulta muy eficaz para caer en las garras de nuevos sonidos.
Aweditorium se presenta como un enorme laberinto repleto de bandas (la mayoría de ellas desconocidas para el gran público) por el que se puede transitar libremente. La pantalla de la tableta se convierte en un mosaico fotográfico y al comenzar la exploración es necesario dejarse llevar por la intuición. Al tocar la foto de un artista, esta se amplía y ocupa toda la pantalla en alta resolución, la música comienza a sonar y sobre la marcha aparecen ventanas con información básica del artista. Si vuelve a tocarse la pantalla, las cosas cambian y lo que aparece es un subtitulado del tema que está sonando.
Si ese grupo no tiene el sonido esperado o no le gusta al oyente, simplemente se pasa página y aparece otro grupo distinto. En el momento en que surge la magia, cuando realmente quedes atrapado por una banda, se puede presionar un botón para marcarla como favorita, momento en el que aparecen enlaces a entrevistas en vídeo y videoclips también en alta definición. Y de vuelta a pasearse por el laberinto a seguir descubriendo.
Si no se tiene iPad, no pasa nada, el creador de Aweditorium ya tiene experiencia en la exposición de nuevas bandas desde la red en donde se puede encontrar el germen del laberinto.
En otro lado de la galaxia de aplicaciones musicales se encuentra Planetary. Se trata simplemente de una forma de cambiar el interface y el aspecto de la forma de acceder a la música que ya se tiene en la memoria interna de la tableta. Por orden alfabético cada grupo o artista se convierte en un planeta dentro de un sistema solar y cada sistema forma una galaxia. La duración de cada tema, se resume en el tiempo que la canción tarda en orbitar sobre el centro del sistema. Bonita y diferente.
El Pais
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