La posibilidad que Grecia entre en suspensión de pagos revivió los temores a una crisis económica global similar a la de 2008, que según analistas puede tener un impacto financiero y comercial en América Latina.
El riesgo de un default griego fue evocado, este martes, por el comisionado europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, mientras el parlamento de ese país discute un severo plan de austeridad: la posibilidad de que Grecia entre en cesación de pagos en medio de una huelga general y violencia en las calles."Tanto el futuro del país (Grecia) como la estabilidad financiera en Europa están en juego", advirtió Rehn. "La única manera de evitar una suspensión de pagos inmediata es que el parlamento respalde el programa económico revisado".
Este tipo de advertencias reaniman el fantasma de un efecto de contagio internacional por un posible default griego, similar al que causó la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers en 2008.
Y, aunque la exposición de América Latina parece reducida porque sus vínculos financieros y comerciales con Grecia son bajos, los expertos creen que la región sentiría al menos indirectamente una reacción temerosa de los mercados y los bancos ante la crisis.
"Uno teme es que si hay un problema en Grecia lo pueda haber luego en el conjunto europeo, en España, y eso sí que podría impactar sobre Latinoamérica", dijo David Cano, socio de la consultora madrileña Analistas Financieros Internacionales, en diálogo con BBC Mundo.
Flujos y monedas
Uno de los riesgos principales que la situación griega presenta para América Latina está en el plano financiero.En los últimos años, las economías latinoamericanas han crecido a tasas envidiables para muchos países desarrollados, en buena medida gracias al creciente comercio con China.
Además, durante 2010, América Latina y el Caribe fueron las regiones con mayor crecimiento en la llegada de flujos de inversión extranjera directa: un 40% respecto al año anterior, para alcanzar a US$ 113.000 millones, según la CEPAL.
Esto permitió a algunos gobiernos de la región aumentar sus reservas en moneda extranjera que podrían resultar clave para enfrentar una nueva crisis financiera global.
Pero una amenaza latente ante la posible suspensión de pagos griega es que los inversores busquen refugio en monedas consideradas más seguras, como el dólar, y tomen distancia de mercados emergentes como Brasil, al menos en el corto plazo.
En la crisis de 2008, el real brasileño y otras monedas regionales perdieron una parte importante de su valor por el pánico que se desató en los mercados globales.
Aunque los analistas consideran por ahora poco factible que se reitere el mismo escenario, un cambio en los flujos de inversión plantearía una nueva realidad para América Latina respecto a lo ocurrido en los últimos años.
Sin embargo, otros observan que esto también podría traer aparejadas ventajas indirectas para la región.
Un problema que enfrentan las economías latinoamericanas es la apreciación de sus monedas respecto al dólar, recordó el economista Carlos Quenan, profesor en la Universidad de París III, Sorbonne Nouvelle y miembro del Instituto de Altos Estudios de América Latina en París.
"No creo que nadie en Brasil, por ejemplo, se disgustaría con que se deprecie un poco el real", dijo Quenan en diálogo con BBC Mundo.
Bancos y comercio
Además, se prevé que un default en Grecia volvería a los mercados más escépticos sobre la capacidad de cumplimiento de compromisos de otros países europeos fuertemente endeudados: Irlanda, Portugal, España o Italia.Al mayor costo que puede implicar para esos gobiernos tomar dinero prestado en los mercados, se pueden sumar pérdidas en bancos alemanes y franceses con una exposición importante en la deuda griega.
Esto podría poner en riesgo la calificación de algunos bancos europeos y aumentar los temores a un contagio de la crisis griega.
Una pregunta es cómo afectaría esa situación de bancos europeos con presencia en América Latina, como el español Grupo Santander o el portugués Banif.
Una disminución de las operaciones de esas instituciones podría afectar las plazas financieras latinoamericanas e incrementar los costos crediticios, afectando el comercio, aunque es difícil predecir en qué medida.
"Todos los bancos globales son proveedores de financiamiento comercial o líneas (cambiarias) de contraparte para bancos latinoamericanos", afirmó Celina Vansetti, responsable de calificaciones de bancos latinoamericanos para Moody's, en declaraciones citadas por la agencia Dow Jones.
Vansetti dijo que si la crisis de deuda europea se agrava, podría reiterarse lo que sucedió tras la quiebra de Lehman Brothers, en 2008, cuando hubo una escasez de financiamiento hacia América Latina de bancos matrices y globales de otras regiones.
Todo esto, además, ocurriría en un contexto en el que los precios de las materias primas, que alentaron el crecimiento latinoamericano, han dejado de aumentar, aunque permanecen por encima de registros del pasado.
"Un default de Grecia obviamente tendría un impacto sobre los bancos acreedores y también sobre las expectativas de crecimiento de Europa y Estados Unidos", evaluó Quenan.
La Unión Europea es actualmente el segundo socio comercial de América Latina (el primero para el Mercosur y Chile), según la Comisión Europea, y un deterioro económico en el continente puede afectar las exportaciones de diversos productos.
Pero, tal vez lo único cierto por ahora sea la nota de incertidumbre que la situación griega plantea para la economía europea y global.
BBC Mundo
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