La Comisión Europea lo repite casi como un mantra. En cada informe que realiza sobre la telefonía móvil en el Viejo Continente la conclusión es la misma: los precios en España están bastante por encima de la media.
Esta afirmación provocaba la reacción automática de las grandes operadoras. Con una sola voz, Telefónica (que opera con la marca Movistar), Vodafone y Orange cuestionaban la veracidad de la información y la metodología del informe comunitario.
Hasta que llegó la crisis y coincidió con la irrupción en el mercado nacional de decenas de operadoras de móvil virtual, aquellas que no tienen red propia y alquilan la infraestructura de las grandes para revender sus ofertas. En general, su lema es único: el bajo precio, ya sea destinado a nichos concretos (extranjeros en España, colectivos...) o como reclamo global. De ahí el nombre con el que se las conoce: operadoras low cost, con Másmovil, Pepophone o Simyo como principales representantes. A ellas se unió una recién aterrizada Yoigo, que basó su competencia en la necesidad de rebajar tarifas. El cóctel estaba servido.
Solo Orange lo vio venir y fue la primera en reaccionar con un descenso de sus precios. Movistar y Vodafone se mantuvieron en sus trece y aludieron a una estrategia enfocada a conseguir "clientes de valor" y no abonados a cualquier precio.
Pero la realidad se impuso. Movistar y Vodafone comenzaron a perder clientes por miles, lo que provocó las primeras rebajas de tarifas y un empeoramiento de sus resultados financieros. Al final, Vodafone lo reconoció: la rebaja de precios, forzada por la competencia y porque las tarifas nacionales eran más caras que la media europea, está detrás de las caídas de ingresos registradas en los últimos trimestres.
Las grandes compañías se pusieron serias y, antes o después, redujeron sus precios hasta tener las tres una tarifa mínima de ocho céntimos por minuto. Pero a Movistar y a Vodafone les ha servido de poco. Según los últimos datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la primera ha perdido más de 60.000 clientes netos de móvil en el primer trimestre del año y la segunda, 154.000 (con limpieza de usuarios inactivos incluida).
En los tres últimos años, la competencia entre Movistar y Vodafone con Yoigo y las operadoras low cost se ha saldado con una pérdida de cuota de mercado de 4,3 puntos para la primera y de 2,6 para la segunda. Mientras, Yoigo ha pasado a tener el 4,56% del mercado y los móviles virtuales en su conjunto, el 5,26%. En total, suman menos del 10% todavía de cuota, pero han provocado toda una revolución.
Vodafone reaccionó a su situación en abril con una tarifa destinada a los clientes de tarjeta. La misma tarifa para ellos que para los de contrato: ocho céntimos el minuto.
Ahora le ha tocado el turno a Movistar. Esta compañía ha optado por una política diferente y ha apostado por los clientes de contrato, pero con una tarifa que ataca directamente a Yoigo y al low cost. A partir de este lunes, los clientes nuevos y actuales podrán contratar una tarifa para llamar por seis céntimos a todas las operadoras y a cualquier hora con una cuota de seis euros al mes y un consumo mínimo de nueve euros. Los fines de semana, la oferta lleva asociada 250 minutos de llamadas gratis.
Esta tarifa sitúa a Movistar entre las más baratas de las tres operadoras tradicionales, ya que es dos céntimos más baja que los precios por minuto más agresivos de Vodafone y Orange. Con respecto a Yoigo, depende de cada cliente. En principio, para poder llamar por seis céntimos con esta compañía se necesita un consumo mínimo de 19 euros al mes, así que Telefónica resultaría más ventajosa para los que consumen menos. Pero Yoigo dispone de una tarifa de cuatro céntimos si el usuario está dispuesto a consumir 39 euros al mes.
Si se compara con las verdaderas operadoras low cost, las de móvil virtual, cuyas principales representantes son Másmovil y Pepephone, Movistar sigue siendo más cara. La primera tiene una tarifa de tres céntimos por minuto con un consumo mínimo de 19 euros y de cinco céntimos si se gastan siete o más euros al mes. Pepephone cobra seis céntimos sin mínimo de gasto mensual y 2,9 céntimos si se combina con internet móvil.
Cinco Dias
Esta afirmación provocaba la reacción automática de las grandes operadoras. Con una sola voz, Telefónica (que opera con la marca Movistar), Vodafone y Orange cuestionaban la veracidad de la información y la metodología del informe comunitario.
Hasta que llegó la crisis y coincidió con la irrupción en el mercado nacional de decenas de operadoras de móvil virtual, aquellas que no tienen red propia y alquilan la infraestructura de las grandes para revender sus ofertas. En general, su lema es único: el bajo precio, ya sea destinado a nichos concretos (extranjeros en España, colectivos...) o como reclamo global. De ahí el nombre con el que se las conoce: operadoras low cost, con Másmovil, Pepophone o Simyo como principales representantes. A ellas se unió una recién aterrizada Yoigo, que basó su competencia en la necesidad de rebajar tarifas. El cóctel estaba servido.
Solo Orange lo vio venir y fue la primera en reaccionar con un descenso de sus precios. Movistar y Vodafone se mantuvieron en sus trece y aludieron a una estrategia enfocada a conseguir "clientes de valor" y no abonados a cualquier precio.
Pero la realidad se impuso. Movistar y Vodafone comenzaron a perder clientes por miles, lo que provocó las primeras rebajas de tarifas y un empeoramiento de sus resultados financieros. Al final, Vodafone lo reconoció: la rebaja de precios, forzada por la competencia y porque las tarifas nacionales eran más caras que la media europea, está detrás de las caídas de ingresos registradas en los últimos trimestres.
Las grandes compañías se pusieron serias y, antes o después, redujeron sus precios hasta tener las tres una tarifa mínima de ocho céntimos por minuto. Pero a Movistar y a Vodafone les ha servido de poco. Según los últimos datos de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la primera ha perdido más de 60.000 clientes netos de móvil en el primer trimestre del año y la segunda, 154.000 (con limpieza de usuarios inactivos incluida).
En los tres últimos años, la competencia entre Movistar y Vodafone con Yoigo y las operadoras low cost se ha saldado con una pérdida de cuota de mercado de 4,3 puntos para la primera y de 2,6 para la segunda. Mientras, Yoigo ha pasado a tener el 4,56% del mercado y los móviles virtuales en su conjunto, el 5,26%. En total, suman menos del 10% todavía de cuota, pero han provocado toda una revolución.
Vodafone reaccionó a su situación en abril con una tarifa destinada a los clientes de tarjeta. La misma tarifa para ellos que para los de contrato: ocho céntimos el minuto.
Ahora le ha tocado el turno a Movistar. Esta compañía ha optado por una política diferente y ha apostado por los clientes de contrato, pero con una tarifa que ataca directamente a Yoigo y al low cost. A partir de este lunes, los clientes nuevos y actuales podrán contratar una tarifa para llamar por seis céntimos a todas las operadoras y a cualquier hora con una cuota de seis euros al mes y un consumo mínimo de nueve euros. Los fines de semana, la oferta lleva asociada 250 minutos de llamadas gratis.
Esta tarifa sitúa a Movistar entre las más baratas de las tres operadoras tradicionales, ya que es dos céntimos más baja que los precios por minuto más agresivos de Vodafone y Orange. Con respecto a Yoigo, depende de cada cliente. En principio, para poder llamar por seis céntimos con esta compañía se necesita un consumo mínimo de 19 euros al mes, así que Telefónica resultaría más ventajosa para los que consumen menos. Pero Yoigo dispone de una tarifa de cuatro céntimos si el usuario está dispuesto a consumir 39 euros al mes.
Si se compara con las verdaderas operadoras low cost, las de móvil virtual, cuyas principales representantes son Másmovil y Pepephone, Movistar sigue siendo más cara. La primera tiene una tarifa de tres céntimos por minuto con un consumo mínimo de 19 euros y de cinco céntimos si se gastan siete o más euros al mes. Pepephone cobra seis céntimos sin mínimo de gasto mensual y 2,9 céntimos si se combina con internet móvil.
Cinco Dias
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