Silicon News
Las compañías europeas están más que seguras sobre si mismas y sobre su capacidad para resolver los diferentes riesgos que pueden sobrevenir en el día a día de la actividad comercial. Así al menos lo demuestra la cobertura limitada de sus planes de continuidad.
El plan de continuidad de negocio de una compañía permite estar preparado ante cualquier contingencia y poder seguir actuando a pesar de las diferentes crisis a las que puede enfrentarse una firma. Sin embargo, y según un estudio de la consultora de riesgos y seguros Marsh, las compañías confiesan que su plan de continuidad no cubre todos los riesgos a los que podrían tener que enfrentarse.
Aunque en la industria manufacturera los planes de continuidad cubren todos los riesgos de la cadena de suministro en un 81% de las empresas encuestadas por Marsh, en el sector financiero esto sólo sucede en el 43% de los casos.
“Las firmas manufactureras se centran en las amenazas más obvias como son los riesgos físicos de la cadena de suministro”, explica el experto de Marsh Risk Consulting, Hugh Morris, “mientras que sólo las firmas de servicios financieros más avanzadas son conscientes de lo importante que es para el negocio su cadena de suministro y lo vulnerable que ésta puede llegar a ser”.
En general, las empresas se preocupan de los riesgos físicos pero no de otros problemas que pueden suponer pérdidas millonarias y elevados problemas, como fue el caso de la explosión del volcán Eyjafjalla y la consiguiente paralización del tráfico aéreo.
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