Sólo el 15% de los cargos científicos de alto rango son ocupados por mujeres en la actualidad. El porcentaje contrasta con la proporción de titulados que acaban las carreras científicas en la universidad: el 60% son mujeres, con mejores expedientes que los hombres. Además, en la actualidad no hay catedráticas de ginecología o pediatría, y así hasta en 20 campos distintos. Son datos del Ministerio de Ciencia e Innovación, que en unos meses presentará el Libro Blanco sobre la situación del colectivo en la ciencia, pero ayer adelantó algunas cifras en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
Los números muestran la dificultad que tienen las científicas para ser promocionadas. La probabilidad de que obtengan un ascenso es 2,5 veces menos que sus homólogos masculinos, desigualdad que se acrecienta al cuádruple cuando la mujer tiene a su cargo hijos menores. De continuar esta tendencia, el informe avisa de que no se conseguirá hasta 2120 la paridad en todas las disciplinas de la ciencia, objetivo que tiene marcado la UE para 2030.
"No estamos promocionando a los mejores, el país no se puede permitir despreciar tanto talento", denunció ayer la directora de la Unidad Mujeres y Ciencia del ministerio, Inés Sánchez de Madariaga, avisando de que "esta discriminación supone un despilfarro de recursos y un perjuicio para la calidad de la ciencia".
El ministerio introducirá una serie de medidas para cambiar el panorama con la Ley de la Ciencia, que inicia su tramitación en septiembre. Entre ellas, se planteará la posibilidad de cegar el sexo del candidato en la evaluación de currículos, para "evitar sesgos sexistas" a la hora de escoger un cargo.
Los números muestran la dificultad que tienen las científicas para ser promocionadas. La probabilidad de que obtengan un ascenso es 2,5 veces menos que sus homólogos masculinos, desigualdad que se acrecienta al cuádruple cuando la mujer tiene a su cargo hijos menores. De continuar esta tendencia, el informe avisa de que no se conseguirá hasta 2120 la paridad en todas las disciplinas de la ciencia, objetivo que tiene marcado la UE para 2030.
"No estamos promocionando a los mejores, el país no se puede permitir despreciar tanto talento", denunció ayer la directora de la Unidad Mujeres y Ciencia del ministerio, Inés Sánchez de Madariaga, avisando de que "esta discriminación supone un despilfarro de recursos y un perjuicio para la calidad de la ciencia".
Elección subjetiva
De Madariaga apunta a los mecanismos de evaluación como los culpables de esta situación. "Las mujeres no siempre compiten por los puestos porque saben que no van a conseguir ese reconocimento", señala.El ministerio introducirá una serie de medidas para cambiar el panorama con la Ley de la Ciencia, que inicia su tramitación en septiembre. Entre ellas, se planteará la posibilidad de cegar el sexo del candidato en la evaluación de currículos, para "evitar sesgos sexistas" a la hora de escoger un cargo.
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