"La red es el computador". Esta frase, que John Gage, uno de los fundadores de Sun Microsystems, pronunció en 1984, no fue comprendida por mucho tiempo, pese a que fue tan sonora que se convirtió en el eslogan de su compañía.
Sólo hace un par de años se empezó a hacer realidad cuando los avances en redes y software permitieron crear conceptos como computación en grilla (o 'grid computing'), software como servicio y, cada vez con más fuerza, computación en la nube (o 'cloud computing'), que tienen en común la idea de compartir los distintos recursos de una red local o una gran red como Internet.
Con la computación en la nube, microempresas, usuarios personales y grandes multinacionales utilizan Internet -la nube- para reemplazar recursos locales de almacenamiento, capacidad de cómputo y el software.
Si bien todavía no es posible pensar que una empresa se traslade totalmente a la nube, cada vez hay menos temores para dar los primeros pasos, y las razones sobran: ¿Acaso una empresa instala su propio acueducto para ofrecer agua a sus empleados? Claro que no: acuden a proveedores de acueducto que les ofrecen el servicio y les cobran según su consumo de estos recursos.
En este mismo sentido, las empresas no deberían invertir grandes recursos en servidores, almacenamiento, software, seguridad informática y otros elementos de la infraestructura tecnológica tradicional -que no son el corazón de su negocio-, sino que deberían acudir a ellos como si fueran un servicio público, simplemente con computadores personales y una conexión a Internet.
Las ventajas de la computación en la nube van más allá de permitir que las organizaciones se concentren en su razón de ser y no en atender asuntos técnicos.
Además, pueden reinvertir el capital que antes era dedicado a tecnología, simplifican al máximo procesos de compra de equipos, licenciamiento de software, contratación y capacitación de personal de soporte, y eliminan los dolorosos procesos de actualización y migración de software -que corre por cuenta del proveedor de los servicios en la nube-.
El modelo es un éxito mundial, con aplicaciones tan exitosas como Google Apps, que usan más de 2 millones de organizaciones en el mundo, desde microempresas hasta gigantes como General Electric y Motorola.
En Colombia, salvo ejemplos excepcionales como el Sena, apenas empieza a despegar la computación en la nube, y sin embargo, un estudio de la firma de investigación Forrester Research señala que durante el 2010 habrá facturado 450 millones de dólares en el país, y crecerá en dos dígitos, al menos, en los próximos cinco años.
La oferta local Si bien Google y Salesforce.com son las empresas más visibles en la computación en la nube, ocupan este lugar porque su campo de acción es el de las aplicaciones, pero no es el único. De hecho, un ranking elaborado por la firma BTC Logic llama 'Campeones de la Nube' a Amazon e IBM, cuyo fuerte no son las aplicaciones pero sí la infraestructura, servicios de red, plataformas y gestión. En un segundo nivel, llamado 'Pesos Pesados de la Nube', están Cisco, Citrix, EMC, Microsoft, Oracle, Red Hat y VMware.
Pero no se necesita ser un gigante de Internet ni una firma de software para ser un proveedor en la nube, y en Colombia algunos jugadores importantes en telecomunicaciones, como Telmex, ETB, Telefónica, UNE y Diveo, ya han marcado su territorio con una oferta de productos y servicios.
Y no se trata de una presencia caprichosa, sino de un gran negocio en ciernes: la consultora IDC predice que en el 2013 la computación en la nube representará el 10 por ciento de la inversión total de tecnología informática en el mundo (alrededor de 44.000 millones de dólares).
Las empresas de telecomunicaciones son jugadores naturales en este campo, pues son las dueñas de la infraestructura imprescindible para que las empresas se conecten a Internet y 'se suban' a la nube.
Un caso evidente es el de Telmex, que presentó en mayo pasado Soluciones en la Nube, un paquete de 14 servicios dirigido a grandes clientes de todos los sectores económicos, y lanzó su sitio web www.solucionesenlanubetelmex.com, como una señal más de la seriedad con la que está tomando este negocio.
Telmex describe su oferta como una plataforma tecnológica orientada a optimizar procesos, reducir costos y aumentar la productividad de empresas de cualquier sector y, con énfasis en la computación por demanda, las redes gerenciales y la colaboración con sistemas de telefonía y video.
Por su parte, Diveo Colombia, una compañía que brinda servicios de 'data center' y comunicaciones, ofrece servicios de computación en la nube tales como SaaS (Software as a Service: Software como Servicio), que permite a las empresas contratar las aplicaciones como un servicio público y ajustar los costos a la demanda variable.
La firma ha hecho importantes inversiones en tecnologías de virtualización de VMware -un elemento clave de la computación en la nube que permite a proveedores y clientes tener acceso a todas las plataformas de cómputo sin limitaciones- y de redes, telecomunicaciones y seguridad de Cisco para contar con toda la infraestructura necesaria para llevar a la nube a organizaciones de distintos sectores y tamaños.
El hardware no muere con el avance de la nube ¿Alguien llegó a pensar que los dispositivos de cómputo y almacenamiento perderían fuerza por culpa de la computación en la nube? Si bien las empresas que adoptan este modelo reducen o eliminan sus inversiones en hardware, los proveedores de soluciones en la nube tienen que fortalecer su infraestructura e invertir en este más que nunca.
Por ello, muchos fabricantes y proveedores están orientando sus soluciones más hacia estos nuevos clientes, con dispositivos más poderosos, que consumen menos energía y tienen una alta disponibilidad para que no generen tiempos muertos de operación.
Un ejemplo de ello son los sistemas de almacenamiento en red de alta capacidad y rendimiento de Buffalo Technology, una marca global que los acaba de presentar en el país, los cuales ofrecen características diferenciales en el acopio, la accesibilidad y la desduplicación automática de datos, que a su vez garantizan la seguridad de la información.
Una muestra de su portafolio es TeraStation, un dispositivo de almacenamiento NAS de hasta 8 terabytes (TB), ideal para organizaciones y proveedores de computación en la nube que requieren una alta capacidad de almacenamiento externo de red, facilidad de uso y gestión, y funcionalidades web.
Sólo hace un par de años se empezó a hacer realidad cuando los avances en redes y software permitieron crear conceptos como computación en grilla (o 'grid computing'), software como servicio y, cada vez con más fuerza, computación en la nube (o 'cloud computing'), que tienen en común la idea de compartir los distintos recursos de una red local o una gran red como Internet.
Con la computación en la nube, microempresas, usuarios personales y grandes multinacionales utilizan Internet -la nube- para reemplazar recursos locales de almacenamiento, capacidad de cómputo y el software.
Si bien todavía no es posible pensar que una empresa se traslade totalmente a la nube, cada vez hay menos temores para dar los primeros pasos, y las razones sobran: ¿Acaso una empresa instala su propio acueducto para ofrecer agua a sus empleados? Claro que no: acuden a proveedores de acueducto que les ofrecen el servicio y les cobran según su consumo de estos recursos.
En este mismo sentido, las empresas no deberían invertir grandes recursos en servidores, almacenamiento, software, seguridad informática y otros elementos de la infraestructura tecnológica tradicional -que no son el corazón de su negocio-, sino que deberían acudir a ellos como si fueran un servicio público, simplemente con computadores personales y una conexión a Internet.
Las ventajas de la computación en la nube van más allá de permitir que las organizaciones se concentren en su razón de ser y no en atender asuntos técnicos.
Además, pueden reinvertir el capital que antes era dedicado a tecnología, simplifican al máximo procesos de compra de equipos, licenciamiento de software, contratación y capacitación de personal de soporte, y eliminan los dolorosos procesos de actualización y migración de software -que corre por cuenta del proveedor de los servicios en la nube-.
El modelo es un éxito mundial, con aplicaciones tan exitosas como Google Apps, que usan más de 2 millones de organizaciones en el mundo, desde microempresas hasta gigantes como General Electric y Motorola.
En Colombia, salvo ejemplos excepcionales como el Sena, apenas empieza a despegar la computación en la nube, y sin embargo, un estudio de la firma de investigación Forrester Research señala que durante el 2010 habrá facturado 450 millones de dólares en el país, y crecerá en dos dígitos, al menos, en los próximos cinco años.
La oferta local Si bien Google y Salesforce.com son las empresas más visibles en la computación en la nube, ocupan este lugar porque su campo de acción es el de las aplicaciones, pero no es el único. De hecho, un ranking elaborado por la firma BTC Logic llama 'Campeones de la Nube' a Amazon e IBM, cuyo fuerte no son las aplicaciones pero sí la infraestructura, servicios de red, plataformas y gestión. En un segundo nivel, llamado 'Pesos Pesados de la Nube', están Cisco, Citrix, EMC, Microsoft, Oracle, Red Hat y VMware.
Pero no se necesita ser un gigante de Internet ni una firma de software para ser un proveedor en la nube, y en Colombia algunos jugadores importantes en telecomunicaciones, como Telmex, ETB, Telefónica, UNE y Diveo, ya han marcado su territorio con una oferta de productos y servicios.
Y no se trata de una presencia caprichosa, sino de un gran negocio en ciernes: la consultora IDC predice que en el 2013 la computación en la nube representará el 10 por ciento de la inversión total de tecnología informática en el mundo (alrededor de 44.000 millones de dólares).
Las empresas de telecomunicaciones son jugadores naturales en este campo, pues son las dueñas de la infraestructura imprescindible para que las empresas se conecten a Internet y 'se suban' a la nube.
Un caso evidente es el de Telmex, que presentó en mayo pasado Soluciones en la Nube, un paquete de 14 servicios dirigido a grandes clientes de todos los sectores económicos, y lanzó su sitio web www.solucionesenlanubetelmex.com, como una señal más de la seriedad con la que está tomando este negocio.
Telmex describe su oferta como una plataforma tecnológica orientada a optimizar procesos, reducir costos y aumentar la productividad de empresas de cualquier sector y, con énfasis en la computación por demanda, las redes gerenciales y la colaboración con sistemas de telefonía y video.
Por su parte, Diveo Colombia, una compañía que brinda servicios de 'data center' y comunicaciones, ofrece servicios de computación en la nube tales como SaaS (Software as a Service: Software como Servicio), que permite a las empresas contratar las aplicaciones como un servicio público y ajustar los costos a la demanda variable.
La firma ha hecho importantes inversiones en tecnologías de virtualización de VMware -un elemento clave de la computación en la nube que permite a proveedores y clientes tener acceso a todas las plataformas de cómputo sin limitaciones- y de redes, telecomunicaciones y seguridad de Cisco para contar con toda la infraestructura necesaria para llevar a la nube a organizaciones de distintos sectores y tamaños.
El hardware no muere con el avance de la nube ¿Alguien llegó a pensar que los dispositivos de cómputo y almacenamiento perderían fuerza por culpa de la computación en la nube? Si bien las empresas que adoptan este modelo reducen o eliminan sus inversiones en hardware, los proveedores de soluciones en la nube tienen que fortalecer su infraestructura e invertir en este más que nunca.
Por ello, muchos fabricantes y proveedores están orientando sus soluciones más hacia estos nuevos clientes, con dispositivos más poderosos, que consumen menos energía y tienen una alta disponibilidad para que no generen tiempos muertos de operación.
Un ejemplo de ello son los sistemas de almacenamiento en red de alta capacidad y rendimiento de Buffalo Technology, una marca global que los acaba de presentar en el país, los cuales ofrecen características diferenciales en el acopio, la accesibilidad y la desduplicación automática de datos, que a su vez garantizan la seguridad de la información.
Una muestra de su portafolio es TeraStation, un dispositivo de almacenamiento NAS de hasta 8 terabytes (TB), ideal para organizaciones y proveedores de computación en la nube que requieren una alta capacidad de almacenamiento externo de red, facilidad de uso y gestión, y funcionalidades web.
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