Estadounidense de adopción, Steve Outing (Braintree, Essex, Reino Unido, 1957) es un periodista polifacético. Pionero de Internet desde principios de los 90, ha asesorado a medios de comunicación en su transición digital, es profesor en la Universidad de Colorado y ex docente en el Instituto Poynter y ha sido redactor y jefe de sección de diversos rotativos estadounidenses.
Pero si algo le ha hecho realmente famoso en la red es su prestigiosa columna sobre medios digitales Stop the presses! (¡Que paren las máquinas!) de Editor & Publisher, una revista que, pese a ser considerada en Estados Unidos como la biblia de la industria de la prensa, ha sido la última víctima de un 2009 aciago para el papel. Toda una paradoja.
Pocos días antes de firmar su última columna en E&P, tras quince años de publicación, Outing concedió una entrevista telefónica a ABC.es, en la que revisó algunos de los cambios más importantes en la prensa digital durante 2009 y apuntó algunas claves del periodismo que se verá en 2010.
Usted ha conocido la evolución del periodismo desde el principio de Internet. ¿Evoluciona a mejor?
Sólo puedo hablar de lo sucedido en Estados Unidos, aunque espero que mucho pueda aplicarse también a Europa. El caso es que aquí ha habido muchos cambios en el terreno profesional, muchos periodistas despedidos durante este año, y el periodismo de investigación ha sufrido mucho. En la parte positiva, hemos visto la aparición de nuevas organizaciones, algunas con ánimo de lucro, muchas más sin él, montadas por fundaciones o filántropos. Propublica.org es probablemente el mejor ejemplo de estas últimas, al recuperar el periodismo de investigación financiado por filántropos y dirigido por el ex editor de The Wall Street Journal. Están haciendo un muy buen trabajo de investigación que muchos periódicos ya no se pueden permitir. En el terreno de la información local, diarios como The Voice of San Diego tiene una pequeña redacción que ha renunciado a la información de deporte y entretenimiento para centrarse en la investigación. Han surgido también medios de nicho, como Politico.com, con una cobertura política muy extensa. Todos estos ejemplos apuntan a que estamos en plena transición.
Pero ¿cree que tenemos mejor periodismo ahora que hace 10 años?
La mayoría de la gente piensa que no hay suficiente periodismo de investigación ahí fuera, comparado con el que había, digamos, hace diez años, cuando la industria de los periódicos estaba muy sana. Pero, por otra parte, como consumidores tenemos mucha más información al alcance de nuestra mano. Si es usted un usuario intensivo de la red, probablemente hayan cambiado sus hábitos y no dependa sólo de una cabecera sino de un puñado de cabeceras de todo el mundo. El periodismo ciudadano o generado por los ciudadanos que se añade a la información de los profesionales del periodismo hace que recibamos mucha mejor información que en el pasado. Por ejemplo, las bombas en Madrid [del 11 de marzo de 2004] que ustedes sufrieron allí, con todos esos testimonios de ciudadanos y testigos que fueron añadidos a la información que los periodistas profesionales estaban haciendo.
Los modelos de financiación de la prensa han sido uno de los debates más recurrentes durante este año. Usted cree que los periódicos deberían recuperar los anuncios clasificados y ha creado un proyecto en este sentido, Reinventing classifieds. ¿Pueden estos anuncios servir de ayuda a la prensa?
Sí, es un blog en el que pedimos ideas para devolver los periódicos otra vez al juego de los clasificados y obtuvimos algunas estrategias que no hemos visto implantadas todavía. No creo que se pueda volver al modelo antiguo, pero sí que podamos imaginar algún medio para que al menos se recuperen una parte delos ingresos. Pero para ello, los periódicos deben pensar más allá de sus propiedades y ampliar su base publicitaria a la red, a otros sitios web, blogs y redes sociales.
¿Qué opina de los modelos de muro de pago y de cobro por contenido que algunos periódicos intentan poner en marcha?
Por lo general, no me gustan mucho, pero depende del tipo de periódico: The Wall Street Journal y Financial Times tienen un producto de nicho de mucha calidad y una audiencia que es gente de negocios que carga la suscripción a su tarjeta de crédito de la compañía, así que pueden tener oportunidades cobrando por gran parte de su contenido. El periódico de una ciudad mediana lo tiene más difícil, porque hay que tener un contenido único, que no pueda encontrarse gratis en otra parte. Muchos piensan que la cobertura de estos periódicos es única y creen que se puede cobrar por ella, pero el fallo de este argumento es que hay muchas compañías de emprendedores, algunas de ellas con periodistas experimentados que fueron despedidos de grandes periódicos, que podrían aprovecharse de la oportunidad de que un medio local cierre parte de su contenido.
Entonces, ¿es partidario de un sistema mixto, en el que sólo pagara un pequeño grupo de lectores fieles y el resto de ingresos se obtuviera a través de la publicidad?
Sí, soy más partidario de lo que se conoce como freemium [acrónimo de Free -gratuito- y Premium -exclusivo- ], que se basa en dar gratuitamente la mayor parte del contenido, para poder aprovechar la publicidad, y cobrar por cierto contenido de uso regular, que no tiene por qué ser informativo. Un ejemplo son las aplicaciones para móviles, como el iPhone. La gente ha demostrado que pagaría de uno a cinco dólares por una aplicación que le aporte una mejor experiencia de lectura, pero que no está tan dispuesta a pagar por las noticias. Tal vez porque la aplicación es algo que conservas. Como cuando vas a iTunes y compras una canción; es algo que te quedas. Pero para muchas personas leer un artículo es algo que se va, así que están menos dispuestas a pagar por ellos.
¿Qué opina de la integración de redacciones que se está probando en muchos periódicos?
Es un tema interesante que ha ido y venido durante los últimos años. Algunos periódicos colocaron en la web a un par de redatores y los pusieron en una esquina. Otros, como The Washington Post, crearon una nueva compañía que usaba el contenido del periódico pero estaba en un edificio aparte. Más recientemente, se pretende integrar lo digital y lo impreso, que es donde deberíamos ir. Pero lo que está sucediendo en muchos casos es que las personas más veteranas y con una mentalidad más de periódico impreso quieren mantener los ingresos de ésta y suelen tener más influencia, lo que dificulta que la gente de la web consiga el poder que necesita. Y el Post es un buen ejemplo de esto: cuando integraron sus redacciones, uno de sus ejecutivos digitales estrella, Jim Brady, terminó por dejar el periódico por el motivo anterior. Así que hay cierto peligro de que la vieja forma de pensar derribe cosas que las empresas informativas necesitan para levantar su estrategia digital.
¿Qué prefiere: la edición digital de un buen periódico impreso, o un medio totalmente digital? O en otras palabras: ¿Por quién apostaría: por TheNewYorkTimes.com o por Politico.com?
Ahora mismo, apostaría por TheNewYorkTimes.com, pero creo que todo está cambiando. He mencionado antes que el periodismo de investigación estaba siendo recortado en muchos periódicos y que Propublica estaba haciendo un magnífico periodismo de este estilo. Son un medio nuevo, pero confío mucho en ellos, porque hacen un gran trabajo investigando la corrupción, tienen muchos reporteros experimentados que fueron despedidos en los recortes de las grandes cabeceras y en muy poco tiempo han ido muy lejos. Politico.com está bien, pero para mi gusto tiene demasiada opinión. De hecho, en Estados Unidos nos estamos preguntando por qué motivo Fox News, con un sesgo muy de derechas, es la cadena de televisión más popular.
Obviamente, la gente prefiere esta información sesgada con opinión, cosa que yo no comparto.
Por otra parte, aunque prefiero el Times no soy una persona de una sola cabecera y suelo buscar en muchas. Creo que el futuro está en un grupo reducido de personas en la que confíe y que haga una selección de los artículos que me interesan. Es decir, un consumo de noticias más personalizado y creo que la industria va en este sentido.
Obviamente, la gente prefiere esta información sesgada con opinión, cosa que yo no comparto.
Por otra parte, aunque prefiero el Times no soy una persona de una sola cabecera y suelo buscar en muchas. Creo que el futuro está en un grupo reducido de personas en la que confíe y que haga una selección de los artículos que me interesan. Es decir, un consumo de noticias más personalizado y creo que la industria va en este sentido.
Usted fue responsable del famoso estudio Eyetrack del Instituo Poynter [qué analizaba cómo la mirada de los lectores se desplazaba por las páginas de los medios digitales]. ¿Ha visto algún cambio en el modo en que leemos las noticias en los últimos años?
Hice un estudio en 2004 cuando estaba en Poynter, y cuando lo dejé hicieron otro en 2008, creo. Lo que me sorprendió es el corto intervalo de atención que se notaba al ver cómo actuaba la gente con los titulares. Leían las dos primeras palabras, y si no captaban su atención, pasaban al siguiente titular, en lugar de leerlo completo. Me pareció espeluznante el corto intervalo de atención. Lo próximo que haremos, es usar la tecnología de rastreo del ojo en los teléfonos móviles, lo cual es muy difícil por la pantalla diminuta. Pero será muy interesante, porque cada vez más gente los usa para leer las noticias.
¿Cree los libros electrónicos, como el Kindle de Amazon, cambiarán el modo que tenemos de leer las noticias?
El Kindle no es muy bueno para leer noticias, aunque sí para leer libros. En los próximos meses aparecerán nuevos lectores que cambiarán las cosas. Por ejemplo, Apple saldrá con una tableta digital que puede ser muy interesante.
¿Cuál será el papel de los blogs en el futuro: controladores de los medios, espacios de opinión, vox del publico… cree que hemos superado el debate sobre el periodismo y la blogosfera?
Sí, creo que definitivamente los blogs y el periodismo se están mezclando y un buen ejemplo es The New York Times, que tiene cientos de blogs. Hay blogs que son muy populares y a veces tan significativos como algunos de los medios tradicionales, y hay otros blogs de nicho que cubren áreas de información mejor de lo que se había hecho antes. Creo que la blogosfera continuará evolucionando, pero ahora encuentro más interesante los microblogs, como Twitter, que creo que encajan mejor en los intervalos cortos de atención. Mucha gente empieza a usar menos su blog y más Twitter y hacer lo que aquí se conoce como Life Streamming (flujo de vida), en que cada pequeño trozo de su vida es enviado a Twitter o a cualquier otro sistema de microblog. También sirve para recomendar artículos interesantes, y a veces es mi único modo de informarme: las recomendaciones de la gente a la que sigo. Parece que las noticias que me importan vienen a mí en lugar de salir yo a buscarlas.
Hablemos de las malas noticias de 2009, como el cierre de la revista Editor & Publisher, en la que usted colaboraba. ¿Hay algún modo de salvarla?
No conozco todos los detalles, porque soy un colaborador y no un empleado, pero me gustaría que se mantuviera al menos como publicación digital. Que en un país donde sólo hay tres revistas sobre la industria de los periódicos, una de ellas desaparezca, no dice nada bueno de esta industria.
El año que se va ha sido duro, pero también interesante: la búsqueda de un modelo de financiación para los periódicos, los despidos, los muros de pago, Murdoch, Google… ¿Podría resumir este año con un par de frases?
Que por fin los ejecutivos se han dado cuenta de lo que les veníamos avisando: la transición en la conducta de lectores y anunciantes.
¿Qué veremos en 2010?
Muchos periódicos tendrán que aceptar ser más pequeños y formar parte de un ecosistema mayor, en donde deberán aliarse con blogs y otros webs locales y gran parte del trabajo de investigación deberán obtenerlo a través de otras organizaciones. Un buen ejemplo es el de un periodista del San Diego Union Tribune, que fue despedido en los recortes del periódico y montó un medio de investigación digital independiente. Más tarde llegó a un acuerdo con su antigua casa para que usaran sus reportajes. Veremos más cosas parecidas a ésta, así como la continuación de lo que hemos visto este año: no creo que el fin de los periódicos, pero sí el surgimiento de muchas más pequeñas entidades informativas, reporteros experimentados que no quieren dejar la industria y que quieren seguir haciendo lo que les gusta. En definitiva, podemos tomarnos todo este proceso como algo positivo o como algo negativo. Si eres de la vieja escuela y ves el declive de los periódicos y el número de periodistas despedidos, parecerá terrible. Pero prefiero mirarlo desde una perspectiva diferente, y creo que estamos evolucionando hacia un nuevo ecosistema que será mejor con el tiempo. Mejor que los medios tradicionales.
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